Un tándem es, según la RAE, una bicicleta para dos personas en las que ambas pedalean y también un conjunto de dos que tienen una actividad en común o colaboran en algo. Sea en la versión metafórica de la primera acepción o en la práctica de la segunda, Carmen Calvo destacó que ella, exvicepresidenta del Gobierno de España, y Gabriela Bravo, consellera de Justicia, forman "un tándem para pelear contra la prostitución".

Sus palabras en la sede de la UGT en València y escoltada por los principales cargos del PSPV, incluido el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig; han sido un alegato a favor de la abolición que tiene en el departamento que dirige Bravo la punta de lanza en la Generalitat en proyectos legislativos contra estas prácticas. De ahí su mención en plena disputa interna con los otros compañeros de gobierno autonómico, Compromís y Unides Podem, que recelan de las medidas.

Sobre la prostitución ha calificado de "gran paso" el dado en el Congreso, pero ha aprovechado para lanzar duras críticas hacia los socios de investidura de Pedro Sánchez, "un espacio del que no lo esperábamos", por haber votado en contra de aceptar a trámite la modificación del Código Penal para perseguir a los clientes de la prostitución. Sus críticas también incluyen en el caso valenciano a Compromís que el pasado miércoles también se posicionó en contra.

En este sentido, ha calificado de "bochornoso" que hubiera partidos que "blanqueen" la prostitución que, según ha recordado, "viene de la discriminación, esclavitud y subordinación de la mujer durante toda la historia". "Y viene de un espacio que no esperábamos", ha indicado. "Prostituirse no es un trabajo", ha insistido al tiempo que ha echado en cara la "modernez" que supone "vincular la prostitución a la libertad". "No puede ser libertad el atropello de la sexualidad de la mujer hasta el punto de que pueda ser vendida", ha remarcado.

Sobre la discusión en torno a la prostitución ha expresado que no es un debate sobre la libertad "sino por la marginación que acaban sufriendo las mujeres", por ello, ha indicado que esta actividad es "incompatible con la democracia" y ha celebrado el "gran paso del Congreso". De hecho, ha destacado que "hasta el PP que de normal se pone de perfil en asuntos de igualdad" lo acabara apoyando.

Los choques de la que fuera vicepresidenta del Gobierno con el resto de formaciones de izquierdas, especialmente con Podemos, por las políticas de Igualdad han sido una constante en la última legislatura y media y que va más allá de las disputas partidistas sino que entronca con una división filosófica dentro del movimiento feminista. "La izquierda nosotros representamos como partido feminista tiene la bandera de los derechos y las libertades", ha señalado Calvo reivindicando este espacio.

La prostitución es el último asunto en el que se han generado fricciones (en esta ocasión no tanto con los 'morados' sino con otros socios como ERC o los 'comunes'), pero estos vienen de atrás. El que más tensiones ha levantado es en torno a la ley trans y el movimiento queer. En ese aspecto, la socialista también ha dejado recados: "No vamos a aceptar definiciones de qué es o qué no es ser mujer", ha expresado. El pulso por aquella norma se lo acabó llevando Podemos y el ministerio que dirige Irene Montero y le costó a Calvo su salida del Gobierno. Meses después el asunto no está zanjado.