La exposición al sol es buena para el organismo. Entre otras cuestiones, ayuda a sintetizar la vitamina D y repercute positivamente en el estado de ánimo. Pero la radiación solar tiene sus riesgos, porque una exposición prolongada a los rayos ultravioletas puede provocar mutaciones en el genoma humano que deriven en un cáncer de piel; el grupo de tumores más frecuente entre los seres humanos. De hecho, solo el año pasado, se diagnosticaron en España más de 27.000 nuevos casos. 

Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer de Piel —que se celebra hoy, 13 de junio—, Levante-EMV impulsó el encuentro ‘Día Mundial del Cáncer de Piel. Prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer cutáneo’, con la participación de especialistas del sector que abordaron las tres etapas determinantes en la evolución de la enfermedad

El encuentro, moderado por el director de Relaciones Institucionales de Prensa Ibérica Julio Monreal, contó con la participación del doctor Onofre Sanmartín, jefe clínico del servicio de dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO); el doctor Alfonso Berrocal, jefe de sección del servicio de oncología médica del consorcio Hospital General y miembro del Grupo Español de Melanoma; Cristina Redondo, experta en fotoprotección de IFC Cantabria; y David Millán, especialista en investigación de la Universidad Católica de Valencia.

Una de las principales conclusiones del encuentro fue la necesidad de fomentar una mayor concienciación —existe— porque como la exposición a la radiación solar no tiene una consecuencia inmediata en el organismo, la concienciación es menor respecto a otras patologías.

Los participantes debatieron sobre el escenario del Club Diario Levante-EMV. Fernando Bustamante

Evitar la sobreexposición al sol 

La mayor parte de los casos de cáncer de piel —bien sea cáncer cutáneo no-melanoma (carcinomas de células escamosas o basales) o bien el melanoma en sí— se producen por dos tipos de daño, según el Dr. Sanmartín: una exposición solar crónica acumulada o una dosis aguda intermitente

DR. ONOFRE SANMARTÍN del IVO Fernando Bustamante

« El efecto nocivo del sol aparece años después, por lo que no todo el mundo evita exponerse»

DR. ONOFRE SANMARTÍN - JEFE CLÍNICO DEL SERVICIO DE DERMATOLOGÍA DEL INSTITUTO VALENCIANO DE ONCOLOGÍA (ivo)

Por este motivo, los cuatro participantes coincidieron en que la prevención es «primordial»; bien evitando la sobreexposición al sol o, en caso de tenerla, utilizando la protección adecuada. En este sentido, expertos como el Dr. Sanmartín, diferencian entre «la prevención primaria y la secundaria». Para cumplir la primera de ellas, solo es necesario aplicar una serie de consejos como, por ejemplo, cambiar el estilo de vida «reduciendo las horas de exposición»; evitar la exposición en horas de radiación máxima, es decir, entre las 12 y las 16 horas; protegerse adecuadamente desde la infancia; y extremar la precaución en las zonas sensibles, «detrás de las orejas o en las extremidades, sin olvidarse de protegerse el cuero cabelludo con un sombrero o gorra adecuados». Por su parte, la prevención secundaria se basa en una detección precoz del cáncer.

El método de fotoprotección más habitual son las cremas solares que sólo son completamente efectivas, si se aplican en la cantidad y forma adecuadas. Según Redondo, lo recomendable es aplicarse «dos milímetros cúbicos de crema por cada centímetro cuadrado». Traducido a una referencia visual, para una mujer de complexión media, equivaldría a «la cantidad del contenido de una taza de café; en cada uso, es decir, cada dos o tres horas». 

Cristina Redondo, experta en fotoprotección de IFC Cantabria Labs. Fernando Bustamante

« Asociamos la fotoprotección a las vacaciones, pero ¿qué pasa el resto del año?»

CRISTINA REDONDO - EXPERTA EN FOTOPROTECCIÓN DE IFC CANTABRIA LABS

Son varias las desventajas que no terminan de favorecer el uso correcto de los fotoprotectores. Una de ellas es la comodidad en la aplicación a pesar de que, como apuntó Redondo, se trabaja por «desarrollar productos que reviertan esta situación». La otra es una cuestión económica, ya que «el acceso a los fotoprotectores no es asequible para todas las personas», reconoció el Dr. Berrocal.

Independientemente de la prevención, existen grupos de personas que tienen una «predisposición individual» más proclive a desarrollar un cáncer de piel. Según explica el Dr. Sanmartín, en este grupos, se incluyen personas «de piel clara, con ojos claros o con gran cantidad de lunares». 

La incidencia del cáncer en los países del norte de Europa es «superior a la del arco Mediterráneo», explica el Dr. Berrocal, porque su genética les ofrece una menor protección, respecto a la población más cercana al Ecuador.

Métodos de detección

Como en el resto de tipologías, la detección precoz es determinante, por lo que «sería interesante acudir al dermatólogo una vez al año», expresó el Dr. Berrocal. 

Una de las ventajas del cáncer de piel es que «se ve», reconoció el Dr. Sanmartín, así que la población es capaz de localizar lunares sospechosos. Sin embargo, la detección precoz del cáncer de piel puede demorarse porque, tal como explicó el Dr. Sanmartín, se trata de «lesiones que inicialmente no llaman la atención» y que, en ocasiones, se localizan en zonas de difícil detección como en el «cuero cabelludo o los pies». Esto provoca que el pronóstico «cambie radicalmente» complicando el tratamiento y reduciendo la tasa de éxito.

Para detectar una zona sospechosa, hay que seguir la regla del ABCDE: «son lunares asimétricos, con bordes irregulares, de diferentes tonalidades, diámetro de más de 6 mm y cambiantes». Otros indicios son las heridas que «no dejan de sangrar» y, en el caso de las personas con muchos lunares, el signo del «patito feo», el lunar diferente al resto.

Aunque el diagnóstico final es siempre a través de una biopsia, el sector de la investigación está trabajando en el desarrollo de «dispositivos o tiras reactivas que nos den información sobre el tipo de tumor sin tener que realizar una biopsia», explicó Millán.

A la espera de la llegada de estas innovaciones, la comunidad médica sí que dispone de nuevas herramientas. Un ejemplo son las técnicas de dermatoscopia digital, como destacó el Dr. Sanmartín, que permiten el seguimiento de los pacientes con lesiones pigmentadas. A pesar de la saturación de la sanidad pública, anualmente se realiza una campaña europea de prevención, que ofrece visitas gratuitas al dermatólogo y de la que, cada año, se benefician de media 30.000 personas. 

Tratamientos en evolución

El principal tratamiento frente al cáncer de piel sigue siendo la cirugía que, «en la mayoría de los casos, es el único procedimiento necesario», explicó el Dr. Sanmartín. Hoy en día, además, existen técnicas como la cirugía micrográfica de Mohs, que se utiliza para extirpar tejidos en zonas más delicadas, como la nariz, consiguiendo «la curación con la máxima conservación de tejido sano».

En los casos en los que la extirpación ya no es viable, se recurre a la radioterapia o, en otras ocasiones, a los tratamientos farmacológicos, con la quimioterapia como el tratamiento más extendido. Sin embargo, como reconoce el Dr. Berrocal, las dificultades que provoca en pacientes de edad avanzada «con otras patologías que complican su uso», han fomentado el desarrollo de otra vías, entre las que se encuentra la inmunoterapia que «facilita la vida de los enfermos de cáncer».

Alfonso Berrocal, jefe de sección del servicio de oncología médica del Hospital General. Fernando Bustamante

«Las expectativas de vida han pasado de seis meses a seis años gracias a la inmunoterapia»

DR. ALFONSO BERROCAL - JEFE DE SECCIÓN DEL SERVICIO DE ONCOLOGÍA MÉDICA DEL HOSPITAL GENERAL

La responsable no es otra que la investigación. «Hace unos años, los tratamientos eran limitados, pero gracias a la investigación se han desarrollado», apuntó Millán. La línea de trabajo principal se centra en analizar «qué pasa en la evolución de los tumores y qué cambios genéticos provocan para utilizarlos como diana». Sin embargo, Millán reconoció que España necesita incrementar la inversión en investigación para «equipararse al resto de países desarrollados» y trabajar por «fomentar la colaboración de las administraciones públicas con la inversión privada». 

David Millán, investigador en la Universidad Católica de València Fernando Bustamante

« Hay que aumentar la inversión pública para equipararse al resto de países»

DAVID MILLÁN - INVESTIGADOR EN LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALÈNCIA Y EL IVO

De todas formas, los cuatro participantes coincidieron en valorar como «positiva» la evolución en la lucha contra la enfermedad. El Dr. Berrocal afirmó, con rotundidad, que «hemos avanzado muchísimo en la lucha contra la enfermedad» porque, ahora, se conoce que «el cáncer es un problema molecular y no celular a diferencia de en los años 90». En adición, la investigación y los nuevos tratamientos han permitido mejorar la expectativa de vida de las personas que lo padecen. «Hace diez años, era de seis meses y, hoy por hoy, la inmunoterapia ha conseguido que en el 55 % de los pacientes se incremente hasta los seis años», concluyó. 

«La detección precoz del cáncer de piel me salvó la vida»

Félix Mantilla, tenista profesional que padeció un cáncer de piel. ED

Los deportistas de élite, junto con otros profesionales que en su día a día están muy expuestos al sol, son uno de los grupos de población que quedan «al margen de las campañas de concienciación habituales», apuntó David Millán durante el encuentro; junto con los profesionales de otros sectores como la agricultura o la pesca.

Uno de estos profesionales afectados es el tenista Félix Mantilla, quien fue diagnosticado con un cáncer de piel poco después de conquistar el Master 1000 de Roma en el año 2003 frente a Roger Federer. «A lo largo de mi carrera profesional, me quemé en varias ocasiones porque no tenía conciencia del peligro que supone la exposición al sol para los deportistas de élite —, explicó Mantilla a través de un mensaje de vídeo que se reprodujo durante el encuentro—. Deberíamos ayudar a generar conciencia entre los deportistas profesionales».

Mantilla relató que, en su caso, la detección precoz de la enfermedad fue lo que le permite «seguir con vida a día de hoy».

En la actualidad, sigue vinculado al tenis profesional colaborando con una empresa del sector y acompañando a un jugador profesional, al que le transmite la importancia de protegerse frente al sol.

El problema es que «la fotoprotección se asocia, únicamente, al tipo vacacional», incidió Redondo. En este sentido, el Dr. Berrocal también comentó que ésta es mayor en la infancia y que «decae con la edad», por lo que es «necesario ampliar las campañas de concienciación a otros grupos de población».