En tiempos de trincheras y crispación, que tres ayuntamientos gobernados por partidos de diferente signo político forjen una alianza para afianzar la unión del tejido industrial de sus municipios dejándose guiar por el principio de la cooperación público-privada ya es todo un acontecimiento. Pero más allá de este hito organizativo, la entente de ciudades industriales auspiciada por los alcaldes de Ontinyent, l’Olleria y Bocairent consiguió este miércoles superar otros desafíos: el I Fòrum Empresa Activa no solo llenó de público la Sala Gomis de Ontinyent, sino que puso de relieve la pujante fortaleza empresarial que atesora la Vall d’Albaida y actuó como catalizador de sinergias y aprendizajes en un contexto de gran incertidumbre a escala internacional en el que conceptos como la relocalización de la producción, la innovación o la sostenibilidad se han vuelto trascendentales para aquellas compañías que buscan adaptarse para garantizar su supervivencia en un escenario tan volátil y cambiante.

La jornada, también promovida por la Confederación Empresarial de la Vall d’Albaida (Coeval) bajo la coordinación y dirección del Grupo Innova y la colaboración de Levante-EMV y À Punt, surge del Proyecto de Transformación empresarial que comenzó a tejerse hace dos años para relanzar la competitividad del tejido productivo de las localidades involucradas en la iniciativa. 

Los dos primeros ponentes del foro acercaron a las empresas las claves para descifrar dos fenómenos de plena actualidad que preocupan mucho: la desglobalización y la ciberseguridad. El transitario José Montoro, CEO de Mercury Cargo y asesor de empresas exportadoras e importadoras, comenzó su intervención con una predicción pesimista que da respuesta a la pregunta que ronda por la cabeza de muchos empresarios: el precio de los fletes marítimos no va a bajar en el corto plazo. Montoro explicó el encarecimiento de los gastos logísticos y del transporte de mercancías por la gran limitación de la oferta existente en la actualidad, puesto que solo seis grandes compañías navieras controlan el 72% del mercado global.

El especialista señaló que detrás de este negocio existen intereses políticos de determinados países que contribuyen a que la situación de altos precios se perpetúe en el tiempo. Esta circunstancia, unida a la guerra de Ucrania, la crisis energética, el incremento de los costes laborales en China y al colapso y la falta de inversiones en los puertos está incentivando la relocalización de los centros productivos de las empresas en el entorno regional más próximo. En ese sentido, Montoro animó a explorar nuevos mercados llenos de oportunidades en países de Europa del este como Rumanía, Georgia o Moldavia, así como en Turquía o Marruecos, que pueden compensar el «desacoplamiento económico» que se está produciendo con potencias económicas como la rusa o la china. 

El público asistente al evento del miércoles en la Sala Gomis. Fernando Bustamante

El reto de la sostenibilidad

Las experiencias relacionadas con la sostenibilidad empresarial guiaron la mesa redonda que a continuación sentó juntos a tres directivos de las empresas Textils Mora (Ontinyent), Artesanía Cerdá (l’Olleria) y Durplastics (Bocairent) para reflexionar sobre la responsabilidad social de las compañías. De eso saben mucho en Textils Mora, una sociedad laboral gestionada por los propios trabajadores -que son socios y participan en los órganos de dirección- desde hace 30 años que se ha convertido en un referente a nivel mundial en la fabricación de mantas y que exporta el 90% de su producción la zona del norte de África, Oriente Medio y Asia. 

El responsable de personal de la firma, Paco Sebastià, hizo hincapié en que el objetivo de la empresa son los beneficios enfocados a la creación de empleo para poder garantizar la incorporación de nuevos socios. En ese sentido, Textils Mora ha sido la primera firma textil a nivel nacional que ha conseguido reducir su huella de carbono durante cuatro años consecutivos con medidas como la reorganización de sus procesos productivos de la manera más eficiente energéticamente posible o la innovación en la búsqueda de materiales con hilos reciclados. Sebastià incidió en la necesidad de concienciar a los consumidores sobre el coste que tiene la sostenibilidad, que necesariamente ha de trasladarse al producto final. El directivo reivindicó la inversión en responsabilidad social señalando la colaboración con una asociación de discapacitados que en 2014 abrió en Ontinyent un centro especial de empleo para la confección de mantas con la colaboración del ayuntamiento de la localidad. 

Crear una empresa saludable que cuida de la vida de los trabajadores y de su bienestar social es el objetivo del plan que acaba de impulsar Artesanía Cerdá, una empresa familiar con 50 años de recorrido y presencia en 30 países que diseña, fabrica y comercializa productos de marcas como Disney, Marvel o Star Wars. La compañía ofrece a sus trabajadores una sesión de yoga a la semana y una de fisioterapia al mes, charlas para quienes quieren dejar de fumar, menús saludables quincenales para los que quieren cuidar más su alimentación y psicólogos que ayudan a mejorar el bienestar emocional y la gestión del sueño. La mercantil de l’Olleria también promueve almuerzos entre el personal y la dirección para «que no se pierda el ambiente familiar», a tiempo que permite la flexibilidad horaria de la plantilla y ya era pionera en favorecer el teletrabajo antes de la pandemia. «Los trabajadores que hacen su trabajo felices aumentan la productividad de la empresa», resume la filosofía de la compañía su copropietaria, Teinma Cerdá. La satisfacción del personal ha desembocado en la concesión de un sello de calidad que da fe de que Artesanía Cerdá es un «gran lugar» para trabajar y desarrollarse profesionalmente. 

«Si las relaciones que establecemos las empresas no tienen un compromiso social con todo nuestro entorno es que algo no estamos haciendo bien», coincide el consejero delegado y socio fundador de Durplastics, Lluís Calabuig, el tercero de los participantes en la mesa redonda. Esta industria de Bocairent dedicada a la fabricación de polímeros técnicos con altas prestaciones trabaja con productos reciclados poniendo el punto de mira  en la innovación y la investigación para lograr que el círculo de la sostenibilidad «sea completo». Calabuig pone en valor la labor de acompañamiento de los institutos tecnológicos en el camino hacia el desarrollo de nuevos materiales que respondan a las necesidades del mercado y a las exigencias medioambientales. «No somos conscientes del valor que tienen», incide, no sin antes dar un toque de atención a las administraciones para que «sean más ágiles y den más oportunidades». Durplastics colabora con agentes sociales y empresariales en un proyecto para recuperar residuos marinos. 

La importancia de la cooperación

Al final, el director de proyectos del grupo Innova y conductor del Fòrum Empresa Activa, Ernesto Beltrán, extrae una conclusión fruto de los tres años de trabajos desde que se inició el proyecto de transformación empresarial de la Vall d’Albaida con el objetivo común de enriquecer a las personas, las empresas y los municipios: «Es más importante lo que nos conecta que lo que nos separa», asegura. Y como indicó el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, el foro de este miércoles es solo «uno de los primeros pasos de un muy largo camino».

Los alcaldes abren la puerta a otros municipios

El presidente de la Confederación Empresarial de la Vall d’Albaida (Coeval), Javier Cabedo, puso el I Fòrum Empresa Activa como un ejemplo de la importancia de que alcaldes de diferentes poblaciones y signo político y las entidades privadas sean capaces de ponerse de acuerdo por un reto común y colaborar para «generar conocimiento y talento» en el territorio. Cabedo invitó a otras localidades a sumarse al proyecto de transformación empresarial iniciado. 

Como anfitrión del evento e impulsor de la alianza, el alcalde de Ontinyent Jorge Rodríguez, también abrió la puerta a otras localidades al recalcar que «la única forma de construir el futuro es hacerlo conjuntamente». Rodríguez recordó que la iniciativa surgió hace tres años cuando comenzó a tejerse una alianza entre ciudades que comparten ADN industrial, lo que cristalizó en una serie de acciones, formaciones y ayudas para la implantación de planes de igualdad o para el desarrollo de certificados.

«Lo que se haga hoy condicionará el mañana y tenemos la obligación de trabajar juntos y generar alianzas que nos ayuden a ganar el mañana», coincidió el alcalde de Bocairent, Xavier Molina. El concejal de Economía de l’Olleria, Rubén Morrió, defendió que los tres ayuntamientos estarán siempre apoyando a las empresas en todo lo que puedan.