"Es prácticamente imposible pedir asilo en València ahora mismo". Así lo ha denunciado Jaume Durá, coordinador del equipo jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR PV), en la presentación del "Informe 2022: La situación de las personas refugiadas en España y Europa". El documento, que recoge las rutas de estas personas y su acogida en España, arroja que las solicitudes de asilo cayeron a la mitad en 2021, entre otras cosas, por la escasez de citas y las trabas de Extranjería. CEAR denuncia que se trata de "una vulneración flagrante del derecho a pedir protección internacional".

Las solicitudes fueron 4.259 en la C. Valenciana, frente a las 9.060 del año anterior y 7.501 en 2019. La valenciana es la quinta autonomía que más solicitudes atendió tras Madrid (18.295), Cataluña (8.519), Andalucía (6.902) y Canarias (5.495). Por provincias fueron 2.528 en València, 1.227 en Alicante y 504 en Castelló. La gran mayoría fueron personas procedentes de Colombia y Venezuela o de países del Norte de África como Marruecos. En la Comunitat hay 980 plazas de acogida fijas (ampliadas temporalmente por el éxodo ucraniano).

Esta reducción de solicitudes está provocada (a parte de por el cierre temporal de fronteras) por la escasez de citas, el retraso en todos los trámites y sobre todo el "endurecimiento de los requisitos por parte de las oficinas de Extranjería", denuncia Durá. Unas trabas que se han incrementado este año, y unos retrasos que han crecido muchísimo tras perder Extranjería las solicitudes de asilo recibidas en dos meses (4.000 correos electrónicos) y el cambio a un sistema de citas electrónico que genera un enorme cuello de botella. "El retraso en las solicitudes de asilo ya era de 6 y 7 meses antes de esto, y ahora mismo se están atendiendo solicitudes de asilo del año pasado", cuenta Durá

Solicitudes de asilo por Comunidades Autónomas CEAR PV

"El sistema de asilo se ha ido dificultando cada vez más. Este viernes a las 09:30 de la mañana se abrirán las citas y va a ser casi imposible conseguir ninguna. Actualmente hay un sistema informático que se bloquea y muchas personas terminan comprando las citas en el mercado negro porque no tienen acceso de otra manera", reclama Durá. Durante la presentación del Informe CEAR reclamó "que se ponga remedio a esto, porque el asilo es un derecho fundamental. No es posible que una persona que llega de Afganistán o Guinea Conakry no pueda pedir asilo".

Apostar por los CREADE

Aunque el informe recoge datos del año 2021 y no refleja la guerra en Ucrania, CEAR ha reclamado "aprender de las buenas prácticas" en la acogida de los ucranianos y mantener el modelo de los Centros de Recepción Atención y Derivación (CREADE) como el instalado en Alicante para atender a los solicitantes de protección internacional y dotar de documentación en un plazo de 24 a 48 horas.

Además de esto, CEAR recordó que Ucrania ya era una de las principales nacionalidades antes de estallar la guerra en el año 2021. "Parece que el conflicto empezó en febrero, pero no es así. Las tensiones en la zona del Donbás ya venían de antes, del año 2014. Y en estos momentos hay unas 80.000 protecciones temporales concedidas a ucranianos en la C.Valenciana", dijo Durá .

España duplicó el año pasado su tasa de reconocimiento de asilo hasta el 10 % de las solicitudes. Sin embargo, está muy lejos del 33 % de reconocimiento de media en la Unión Europea. En total, 630.630 personas solicitaron protección internacional en la UE el año pasado, alcanzando cifras previas a la pandemia. Alemania (190.545), Francia (120.685) y España (65.404) fueron los tres principales países de acogida.

Solicitantes de asilo por nacionalidad en España. CEAR PV

Por otra parte, aseguran que han visto como se concedía la documentación de manera rápida para los ucranianos excepto "en casos de estudiantes de otros países que huyen de Ucrania pero no pueden retornar a sus países de origen. Estas personas están teniendo serias dificultades para acceder a protección temporal", dice Durá. "Hemos visto las dos caras de la UE y de España", denuncia CEAR.

Las principales nacionalidades por peticiones de asilo son la venezolana, colombiana, marroquí, maliense y senegalesa. Pero esto no quiere decir que sean las que reciben finalmente la protección internacional. Por ejemplo, más del 85 % de los venezolanos reciben protección por razones humanitarias (una protección similar al asilo específica para este país), por contra más del 90 % de las personas procedentes de Colombia ven como su petición de asilo es rechazada. "Nos parece muy bien que exista esta protección específica para las personas de Venezuela, pero pedimos que sea igual para todos independientemente del país", dice Durá.

La voz olvidada de las afganas

Jamila es periodista. Huyó con sus dos hijas de 14 y 16 de Afganistán el año pasado, con el país tomado por los talibanes. Las tres con burka, a 40 grados bajo el sol cruzando la frontera de Pakistán. Dice que su mayor temor era que algún talibán raptara a sus hijas y las obligara a casarse, una práctica muy habitual. Antes de salir de casa sus hijas estaban llorando por si esto llegara a suceder. "Todo el mundo ha olvidado Afganistán, sobre todo a las mujeres que no tienen ningún derecho humano. Hay personas vendiendo a sus hijas porque no pueden cuidarlas y por miedo a los talibanes. El mundo tiene que escuchar nuestras voces, no sé por qué nadie hace nada", denuncia Jamila.

Cuenta que su compañero, presentador de informativos de una gran cadena en el país, sobrevive ahora vendiendo galletas en la calle y tapando su cara todo lo que puede para no ser torturado por algún talibán. Que otros periodistas siguen trabajando en el terreno pese a todo "no pueden parar de trabajar porque de algo tienen que comer", explica.

La situación de la mujer es lo más parecido que existe a un infierno en la tierra. "Cuando una chica está enferma no puede ir a un centro de salud sin la compañía de un hombre, con burka siempre a 45 grados, solo les está permitido estudiar hasta los 6 años, no tienen derecho a trabajar. Es un desastre. Pensad en nosotras como si estuviéramos viviendo en una cárcel", cuenta Jamila. Y mientras tanto -añade- "vemos a países reconociendo a los talibanes como un gobierno legítimo", lamenta.