Carolina García, estudiante del Bachillerato Científico del IES Santiago Grisolía de Callosa de Segura es la mejor alumna de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de la Comunitat Valenciana. Su 9,975 sobre 10 y 13,99 sobre 14 la han hecho destacar de entre los más de 22.400 estudiantes que se han presentado en esta convocatoria.

A Carolina, que se examinó con la Universidad Miguel Hernández en Orihuela, la noticia le ha sorprendido, pues la publicación de las notas le ha ‘pillado fuera de casa’ y aún no las había consultado cuando una llamada de la Conselleria de Innovación le ha dado la enhorabuena.

“Me ha pillado por sorpresa, no me lo esperaba. Estoy muy contenta”, afirma a este periódico. “No había salido de los exámenes con muy buenas sensaciones. No sabía si lo había puesto todo, cómo iban a corregir… no es un ambiente de confianza, como el de clase, que ya estás acostumbrada, así que no me esperaba tanto”, reconoce la joven de 17 años.

Medicina y Filología Clásica son las carreras elegidas por estos alumnos

Aunque explica que tenía dudas hasta ver el resultado, tras ver la nota ya tiene su futuro claro: Medicina, aunque ahora debe decidir la universidad. “Me ha gustado desde pequeña, supongo que es lo que llaman ‘vocación’, querer contribuir y ayudar a los demás”, apunta Carolina, que toca el piano y no duda en presumir de la amistad que la une a sus amigas.

Entre las opciones descartadas por la joven están Física -que descubrió en 1º de Bachillerato pero no ha podido estudiar en 2º- y Matemáticas, pero asegura que aunque los estudios le hubieran gustado, no veía un futuro en esas áreas. “No me veía en una profesión trabajando en algo así”, asegura.

Vocación por las humanidades

Por detrás de Carolina, el segundo estudiante con mejores notas en esta convocatoria es Ignacio Sola, que se ha formado en el Bachillerato de Humanidades en el IES Nou Derramador de Ibi y ha sacado un 9,962 y un 13,916. Tiene claro que estudiará Filología Inglesa, una carrera que está presente en su familia y de la que siempre ha tenido buenas referencias, además de por su facilidad aprendiendo esta lengua.

“Desde siempre he querido dedicarme a la docencia, siempre he tenido la vocación, pero hasta ahora no sabía de qué y estoy contento con la decisión”, afirma el estudiante de 17 años.

Asegura que barajó matricularse en la Universidad de Alicante (UA), pero al final se ha animado a mudarse a Granada con unos amigos que también estudiarán allí para, de paso “cambiar de aires”.

"Aunque haces muchos exámenes, ves la selectividad más importante de lo que al final es"

Ignacio asegura que ha estado “todo el curso trabajando duro”, pero reconoce que en la selectividad le entraron “bastantes inseguridades y hubo momentos que pensaba que no llegaba al 13”. “Haces muchos exámenes durante el curso, pero es una temporada de mucho estrés, en la que te ves con mucha responsabilidad y ves la selectividad más importante de lo que realmente es”, afirma una vez pasado el mal trago.

Asegura que, como no puede ser de otra manera, ha recibido la noticia de sus resultados “eufórico”. “Ha sido una sorpresa muy grata”, añade a Levante-EMV.

"La rama de Humanidades suele ser la menos valorada"

Por otro lado y teniendo varias similitudes con Ignacio, como tercero en el ámbito autonómico y primero en la provincia de València destacan los resultados de Cristiàn Pitarch, también estudiante de Humanidades, pero en el IES Albal de este municipio de l’Horta Sud, que no duda en la carrera que ha elegido: Filología Clásica en la Universitat de València, donde se examinó.

Ya sabe que podrá acceder, gracias a su 9,904 en la Fase Obligatoria, que llega al 13,904 por las optativas de las que se examinó voluntariamente.

“No hay que hacer caso de comentarios, el futuro lo elige uno”

“Desde que empecé a estudiar Latín en 4º de ESO me gustó, igual que Griego en 1º de Bachillerato y sé que me irá bien porque le pondré ganas”, asegura. “La rama de humanidades suele ser la que menos se valora, pero quiero estudiar lo que me gusta. “No hay que hacer caso de comentarios, porque el futuro lo elige uno, no los demás”, defiende.

Amante de la lectura y la escritura -lo que también ha influido en su decisión-, al finalizar la carrera se ve como docente, aunque aún no sabe si de Secundaria o en la universidad. Lo que sí que tiene claro Cristiàn, que recientemente protagonizó una noticia en el suplemento Aula de este periódico, es que “la sociedad no puede buscar siempre la productividad, lo que nos hace humanos son las humanidades”.