Los sanitarios siguen conteniendo la respiración ante el aumento de la séptima ola de covid-19. Aunque las cifras "oficiales" no reflejen lo que está pasando, los contagios a pie de calle son legión. Y cuando esto pasa, los hospitales terminan notándolo. En cuestión de tres semanas las personas ingresadas por covid o con covid se han duplicado y ya rozan las 1.200, además en un momento delicado por falta de personal para cubrir las vacaciones de verano.

De puertas para dentro, el perfil de los que acaban en el hospital por culpa de una mala evolución de la covid-19 no ha variado en exceso con respecto a la sexta ola de enero de 2022. Así lo atestigua Enrique Rodilla, presidente en la Comunitat Valenciana de la Sociedad Española de Medicina Interna (SMICV). "La mayoría siguen siendo personas mayores, frágiles o vulnerables con comorbilidades (otras enfermedades)", apunta Rodilla, que asegura que sigue habiendo un porcentaje no desdeñable de personas que tienen que ingresar y "no están vacunados, al menos el 20 % entre los que voluntariamente no lo están y los que lo están, pero incorrectamente", apunta el especialista.

La buena noticia, sin embargo, es que a juicio de los internistas la evolución de los hospitalizados ahora está siendo "menos severa", algo que se explicaría en buena parte por el efecto de las vacunas: "Ha sido un cambio radical entre tener la vacuna y no tenerla", explica Rodilla. También cuenta el que ahora se empiezan a tener fármacos para luchar de forma precoz contra la covid-19 grave pero también por las forma menos grave que generan los últimos sublinajes de ómicron (BA.4 y BA.5) -que ya están detrás de al menos la mitad de los contagios en la C. Valenciana y subiendo-.

Cifras "contenidas" en la UCI

Este evolución más benigna explicaría el que las unidades de cuidados intensivos (UCI) aún no hayan notado un repunte especialmente notable en esta séptima ola aunque el empeoramiento de los enfermos covid-19 (y por tanto su pase de planta a UCI) suele demorarse. Por ahora, y según los últimos datos del martes, las UCI valencianas atienden a 41 pacientes covid. La cifra no ha variado en exceso desde que la sexta ola terminó de bajar a mediados de marzo. Desde entonces ha fluctuado entre los 29 y los 45, pero no ha pasado por ahora de ahí.

"Las cifras están contenidas pero en ligero ascenso. Para lo que hay probablemente en la calle las cifras aún son discretas. El problema es ver si la evolución es a peor", razona la presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva y jefa del servicio en el Hospital Clínico de Valencia, Marisa Blasco. En las salas de UCI, el perfil también se mantiene invariable a la última ola: "frágiles todos, personas vulnerables".

Según un estudio de la sanidad francesa, ahora es más común tener diarrea y vómitos y perder el gusto y el olfato que en enero

Más diarrea y náuseas con esta covid-19

La covid-19 que ahora está circulando, mayoritariamente por culpa de los sublinajes de ómicron BA.4 y BA.5, es menos severa pero además tiene sus propias peculiaridades en cuanto a sintomatología. Así lo atestigua Rodilla: "la neumonía por covid sigue siendo la complicación que obliga al ingreso pero las primeras manifestaciones de la infección son algo diferente. Ahora estamos viendo más diarreas, por ejemplo, algo que puede despistar", según el internista.

Precisamente, uno de los últimos informes sobre las variantes emergentes del SARS-CoV-2 de la sanidad pública francesa avala que están apareciendo ahora más casos de diarrea y náuseas que con la ómicron "original" que estuvo detrás de la sexta ola en enero de este año. Según este informe, de mediados de junio, y tras recoger datos de 301 casos de covid provocados por la BA.4 y la BA.5, se vio que ahora era más frecuente la secreción nasal, las náuseas y vómitos y la diarrea. El estudio también confirma que ahora es más común que en enero la pérdida de gusto y olfato (anosmia y ageusia) y que la duración media de los síntomas es de 7 días, con una ventana de 3 a 10 días, un periodo "más largo que para la BA.1" que era de 4 días con un intervalo de 2 a 7 días.