Borrón y cuenta nueva. El apretón de manos que sellaron ayer el president Ximo Puig y Aitana Mas, nueva vicepresidenta primera de la Generalitat, consellera de Igualdad y portavoz del Consell, trata de simbolizar el compromiso de ambos por finiquitar la época más convulsa del Botànic y pactar que launidad a la que vienen apelando las tres formaciones del gobierno valenciano desde la traumática salida de Mónica Oltra tras su imputación sea una realidad tras el parón veraniego. Para dar tiempo a rebajar tensiones, Puig y Mas acordaron posponer el habitual seminario del Consell de julio a septiembre.
El de ayer en el Palau de la Generalitat fue el primer cara a cara entre Puig y Mas desde el nombramiento de la alicantina como única heredera de los cargos de Oltra. Se prolongó durante casi tres horas y, aunque ninguno de sus equipos emitió información oficial sobre la cita, la fotografía del encuentro cumple con el objetivo del encuentro: transmitir que las aguas poco a poco van volviendo a su cauce y que el Botànic es «solvente» y «estable» pese a las críticas de la oposición, resaltaron desde Presidencia.
Así lo confirmaron también fuentes de Compromís a este diario, que hablaban ayer de «cordialidad» y coincidían con el «buen tono» que reinó entre Puig y Mas.
"Lo que está en juego", un regalo con mensaje
La vicepresidenta acudió al encuentro con un obsequio para el líder socialista que sin duda da pie a una lectura política. Mas hizo entrega a Puig de la novela Lo que está en juego, de Philipp Blom. Un regalo que pese a su sugerente título, desde el entorno de la consellera aseguran que es una «advertencia» —y «no una amenaza»— con la que Mas ha querido recordar a Puig los «abismos» a los que se enfrentan las sociedades modernas, como el cambio climático o las crecientes desigualdades, y la necesidad de gobiernos progresistas para hacer frente al «populismo» y al «capitalismo deshumanizado».
Mas regaló a Puig la obra 'Lo que está en juego', de Philipp Blom, para "advertir" al líder del Consell de los "abismos" a los que se enfrenta la sociedad de la ilustración.
Asimismo, las mismas fuentes de la coalición destacaron que la nueva líder de Compromís y Puig se conjuraron para que el Botànic recupere la solidez de cara al inicio del próximo curso y se comprometieron a debatir internamente posibles diferencias en lugar de airearlas públicamente.
El objetivo es volver de verano con las heridas cicatrizadas y encarar el decisivo año electoral «todos a una», añaden. Especialmente en un momento en el que la oposición trata de exprimir esas desavenencias del Consell a escasos diez meses de la cita electoral.