La agenda ha querido que el mismo día y a la misma hora que el presidente del Gobierno iniciaba el debate del estado de la nación, el primero desde 2015, el president de la Generalitat, Ximo Puig, participaba en la 35 edición de los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo del Escorial. El jefe del Consell ha llevado a este foro su discurso federal y descentralizador, a favor de una España de las Españas.

El elemento más novedoso de su intervención es que ha concretado esa senda federal en una reforma de calado del Senado. “A corto plazo debemos hacer una reforma pragmática del Senado con todos los instrumentos federalizantes a nuestro alcance. Pero la solución definitiva está en una interpretación adecuada del modelo alemán. Necesitamos un nuevo Senado que conceda corresponsabilidad legislativa a las comunidades”.

Hay una frase del discurso que resume la esencia de este: “Si las autonomías somos Estado, debemos decidir sobre el Estado”. Es la parte que llama a imitar del modelo alemán, porque en el Bundesrat, los Länder (territorios) deben acordar directamente con el Gobierno federal las leyes que afecten a sus competencias.

También se ha referido al ejemplo alemán para pedir una reforma constitucional que arraigue las autonomías en lo más profundo de la Carta Magna. Ahora son un elemento tangencial, sin nombre propio incluso. “Lo que hace posible la lealtad federal alemana es que, entre las cláusulas intocables de la Constitución, está la configuración de Alemania como una Federación de Länder”, ha remarcado el barón socialista.

Así, ha dicho, “propongo –a largo plazo– que la Constitución, así como define que la nación española es indisoluble, indivisible y patria común de todos los españoles, otorgue el mismo rango existencial a las comunidades autónomas”. Ello reduciría inseguridades jurídicas y aumentaría la cooperación territorial, en su opinión.

Puig ha insistido en la idea de que federar “no es separar. Es justo lo contrario al independentismo: federar es unir”. Y ha llamado a aprovechar la estela de lo sucedido durante la pandemia. “El federalismo, de facto, ha avanzado más en Europa y en España en los 2 últimos años que en los 20 anteriores. Ahora hay que aprovechar este momento. Y hay que ser ambiciosos. Hay que institucionalizar esta forma de gobernar España”.

El diagnóstico de Puig sobre la España de es que “arrastra un déficit de concordia y un superávit de trincheras”. Su receta: lealtad federal. Y lo ha hecho citando a Pasqual Maragall: “O España somos todos los pueblos que la formamos, o España no es nadie”.

No han faltado referencias al centralismo de Madrid y su aspiradora de recursos. Así, ha pedido primar la ‘España real’ frente a la radial. “El corredor mediterráneo es el mejor ejemplo. Hay que salir del kilómetro cero. En los mapas, en las sedes y en las mentes”. Y, para acabar, ha deslizado (no es nuevo) celebrar la Fiesta Nacional en otras ciudades distintas a Madrid.