El otro día desde la Sede Universitaria de Elda, gracias a la profesora Rosario Navalón, tuve la oportunidad de proponer un monólogo científico sobre las temperaturas y las distintas formas de medirlas, así como de la repercusión mediática de las mismas. Una vez más hice referencia al hecho de no hacer caso de los termómetros callejeros porque están mal ubicados y por sus características se sobrecalientan y no marcan realmente la temperatura del aire, sino la de un sensor metálico que se recalienta. Lo peor es que estos termómetros son tomados como referencia gráfica de distintos medios de comunicación como si fueran ciertos y se tiene la idea de un calor que ya es importante sin la necesidad de estas exageraciones. También me obsesiona que tengamos el calor que sintamos y no el que nos marquen los medios, a veces refiriéndose a zonas geográficamente muy alejadas. De igual forma insistí en que cada cual y en cada momento nota diferentes temperaturas y que, por ejemplo, es cierto que la humedad hace aumentar la sensación térmica, pero también lo es que una ligera brisa puede atenuar esa sensación y eso no es fácil de traducir en números, algo que obsesiona a la sociedad actual. También comente la artificialización del clima de interiores, que también altera nuestra percepción de las temperaturas exteriores. Francisco Martínez Guardiola actuó de maestro de ceremonias y tuve el placer de compartir con colegas de distintos ámbitos este acercamiento de la ciencia al público. Miguel Delicado estuvo genial hablándonos del parpadeo y de otras cuestiones de fisioterapia y Ana Martínez disertó sobre los bancos de muestras vitales, especialmente sobre las heces. No hacía mucho la Escuela Politécnica de Alcoi organizó, de la mano de Vicent Diez un acto similar en el que hablé de los fundamentos de las previsiones meteorológicas automáticas, de la forma correcta de leerlas, y de sus limitaciones en el largo plazo. Tuve la suerte de coincidir en los dos actos con la doctora Amparo Ausina, que habló sobre las necesidades de las madres de los recién nacidos en el puerperio, y con Ana Peiró, absolutamente genial en sus explicaciones sobre distintos elementos de la anatomía femenina, especialmente los vinculados con el sexo y la reproducción, que, por extraños intereses, no han sido debidamente explicados. En Alcoi también estuvo Miguel Ángel Satorre explicando con solvencia las fórmulas físicas que explican la forma correcta de servir y consumir una cerveza. Se trata de una forma necesaria y divertida de divulgar ciencia que debe ir a más.