Después de que la ejecutiva local del PSPV en Alicante se hartase de esperar la dimisión de su actual portavoz, Francesc Sanguino, y decidiese arrebatarle el cargo de representante del grupo municipal, Miguel Millana aviva el fuego. El secretario local, designado para suceder al actual portavoz, confirmó ayer que Sanguino no mantendrá el sueldo de dedicación exclusiva, haciendo evidente que el conflicto interno los socialistas en Alicante está muy lejos de resolverse.
La primera cuestión que deberá resolverse en los próximos días es si el grupo municipal tiene potestad para relegar a Sanguino del cargo de portavoz. El Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) recoge que «los grupos se constituirán mediante escrito firmado por los miembros de la Corporación que deseen integrarlo» y que el cambio de portavoz «deberá realizarse en los mismos requisitos establecidos para su nombramiento».
Aunque esta afirmación podría dar a entender que son necesarias las firmas de todos los concejales, desde el partido se muestran convencidos de que la rúbrica de Sanguino no será necesaria y bastará con una mayoría simple. El Supremo podría dar la razón al partido, ya que considera que no se requiere de unanimidad, sino de mayoría.
El secretario local ha confirmó que «la dedicación exclusiva no es compatible con la nueva situación», por lo que Sanguino pasará de ganar 59.099 euros anuales como portavoz, a 39.489 como concejal «raso». Una reducción de casi 20.000 que irán a parar al bolsillo del propio Millana, quien previsiblemente asumirá la portavocía, aunque estudia cómo compatibilizarla con la retribución que percibe por la Diputación de Alicante, donde también representa al PSOE. Una vez se haya solventado este escollo, Millana ha revelado la hoja de ruta que seguirá el grupo municipal socialista tras el cambio de portavoz.
Todavía está en el aire que Sanguino vaya a continuar formando parte del grupo municipal socialista. Millana ha lanzado una llamada al orden al todavía portavoz: «Su continuidad o no va a depender únicamente de él mismo», ya que actualmente «está en periodo de prueba, porque su actitud no ha sido ni de lejos la más adecuada».
El edil del PSOE considera que «Sanguino tuvo la confianza del partido y la usó en su beneficio» y que, aún así, «se le ha dado la oportunidad de poder retirarse honrosamente», pero él «ha escogido el camino del enfrentamiento y ha planteado un desafío al partido que ha ido 'in crescendo'».
