Este mes, que da sus últimos y aún ardientes coletazos antes de terminar el domingo, ha sido el segundo julio más caluroso desde que hay registros en la Comunitat Valenciana. Solo se ha quedado por detrás del mes de julio de 2015, según explica a este diario el jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la C. Valenciana, José Ángel Núñez. "Ha sido extremadamente cálido y muy seco", asegura Núñez.

Los episodios de aire caliente procedente del Sáhara han sido continuos -ya van tres en solo mes y medio-, el agua del mar se ha recalentado a niveles excepcionales y dormir por las noches se ha convertido en una tarea compleja en los últimos días porque el mercurio no da tregua ni de madrugada. La combinación de todos esos factores ha dejado un julio inusual, coinciden varios expertos en declaraciones a Levante-EMV.

Ya se sabía que la anomalía térmica de julio ha sido de 1,8 grados superior a la media de la serie histórica desde 1950, algo que publicó Aemet hace tan solo unos días. La agencia también se ha referido durante las últimas jornadas a las temperaturas alcanzadas por las noches: "Aunque estemos en verano, aunque en verano haga calor, aunque las mínimas por encima de 20 ºC en verano sean muy habituales en el litoral de la Comunitat, mínimas como las de esta madrugada son poco habituales, rozan el extremo de la serie y superan ampliamente el valor normal", indicaron el pasado día 26. Han sido varias consecutivas las noches ecuatoriales -por encima de 25 grados-. La ciudad alcanzó su récord de mínima más alta, con 27 grados, ese día 26.

La madrugada del jueves al viernes fue una de las peores en el territorio: se registraron mínimas de 26,5 grados en Pego (Alicante). La máxima de ayer, por otro lado, la marcó Ademuz (38,2 grados).

Mercurio alto durante muchos días seguidos

El miembro de Meteored y del laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) Samuel Biener destaca además que ha sido el bimestre -junio y julio- más caluroso desde que hay datos. "Más que los picos de temperaturas altas, lo que realmente destaca para mí es que se han mantenido por encima de lo normal durante casi todos los días", indica. Alerta de que "cuando el mar está tan caliente, entre 28 y 29 grados, tiene varias consecuencias: la temperatura no baja de los 25 y va en aumento". Esa "tropicalización de las aguas del Mediterráneo" vista en julio es lo que está provocando "tantas noches tórridas a corto plazo", cuenta Biener. El académico desarrolla que "las manifestaciones del cambio climático" son distintas en la autonomía a las del resto de España, donde se está produciendo una reducción de lluvias. "Quizá en el interior valenciano sí que se parece a eso, pero aquí los cambios que se están produciendo son diferentes, ya que en el prelitoral y en litoral ha cambiado la forma de llover: llueve con más fuerza.

La "tropicalización de las aguas del Mediterráneo" vista en julio es lo que está provocando "tantas noches tórridas a corto plazo", según Biener

Eso sí, apenas ha llovido este mes que se cierra en breve. Y eso, según Biener, deja la alerta encendida para que en las próximas semanas haya episodios de lluvias torrenciales, pues las condiciones generadas son las "adecuadas".

A pesar de que es 2015 el año que tuvo un julio más extremo que este, otro investigador de la UA, Jorge Olcina, compara lo que llevamos de estío con "el famoso verano de 2003, cuando el calor empezó muy temprano, a mediados de junio". Como en esta ocasión. "Después de la de junio, ha habido dos secuencias más de aire sahariano muy intensas y todo ello ha dado como resultado que hayamos tenido registros de temperatura por encima de lo que debería ser normal", recalca. Olcina, como su colega, hace referencia al "enorme calentamiento de las aguas", hasta los 30 grados. En ese sentido, apunta que los niveles de humedad relativa superiores al 70 % hacen que, aunque el mercurio marque 26 o 27 grados de madrugada, "la sensación térmica es de 35 grados".

"Este verano de 2022 está de nuevo confirmando la tendencia de los últimos años, con veranos cada vez más calurosos. En este caso, muy caluroso", analiza. Y hay que estar atentos: aún viene una nueva ola de aire sahariano en los próximos días.

Temperaturas en descenso de día

Para este sábado y domingo habrá una reducción ligera de las máximas diurnas, hasta los 32 grados en Alicante y los 30 en València. Sin embargo, las mínimas seguirán muy altas y dormir volverá a ser complicado, ya que el mercurio rondará los 25 grados: más noches ecuatoriales. La posibilidad de tormentas y chubascos sigue activa en el norte de Castellón. Ayer, en Vilafranca cayeron 48 l/m2, 10 de ellos en 10 minutos, entre los rayos de la tormenta.