La viruela del mono se ha cobrado en España sus dos primeras muertes en Europa —la primera en Alicante y la segunda en Huelva— y son muchos los interrogantes que flotan en el ambiente tras la declaración de emergencia de salud global por parte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los médicos, sin embargo, hacen una llamada a la tranquilidad. Ni el virus se transmite por el aire —sólo de manera excepcional y en unas determinadas circunstancias— ni hay peligro de que produzca una pandemia de características similares a la covid-19, o como sucedió en 1918 con la gripe. «El hecho de que sea una emergencia global para la OMS se debe a que ha salido de su zona endémica y eso obliga a tomar más medidas preventivas», recalca José Tuells,  epidemiólogo y profesor de Salud Pública de la Universidad de Alicante. «Que una persona haya fallecido no cambia el patrón de transmisión ni el índice de letalidad significativamente», ahonda el experto.

Los dos fallecidos hasta el momento eran hombres jóvenes —entre los 32 y los 40 años— que habían sufrido encefalitis. Hasta ahora se han reportado más de 16.000 casos de la viruela del mono en 75 países. España es el país del mundo con más casos detectados, 3.125, según el último informe del Ministerio de Sanidad, de los que 107 pertenecen a la Comunitat Valenciana. Madrid, con 1.378, es la comunidad más afectada, y se han notificado contagios en todas las autonomías.

«Somos el país con más casos porque el brote ha entrado a Europa por España, no por otro motivo. Aquí ha pasado como en el Ébola. Hasta que no hubo casos en los países desarrollados no se alertó. A la viruela del mono se le da importancia ahora porque ha salido de la zona endémica, en África», explica Tuells, médico de la Sociedad Española de Epidemiología.

Los expertos insisten en la remota posibilidad de la infección por vía aérea, casi nula. «Esa posibilidad existe, pero no es lo que está sucediendo. Lo que tenemos es un virus que se transmite por contacto. Aunque es verdad que se puede aislar en la faringe al principio de la infección, tiene que haber un contacto prolongado, y no es la vía por la que se está transmitiendo», explica Concha Gimeno, jefa de Microbiología del Hospital General Universitario de València.

Las vías de contagio están claras. «Se produce por contacto entre fluidos, como en las relaciones sexuales principalmente de hombres con hombres y otros contactos directos con lesiones de otra persona infectada, como ha sucedido con el brote en un taller de tatuajes en Cádiz. Pero cuidado con estigmatizar», explica Tuells, que hace una comparación con el VIH. «La gente puede pensar que ‘esto no va conmigo, como pasó con el Sida. Por eso no ha cundido el pánico. Dejemos claro que el mecanismo de transmisión no es aéreo. ¿Por qué en África hay más casos? Porque tienen más contacto físico por una cuestión cultural y por una peor higiene», subraya. Tanto Tuells como Gimeno destacan que todas aquellas personas que recibieron la vacuna de la viruela Smallpox (la humana) tienen un alto porcentaje de protección, «porque ambos virus son de la misma familia». Aparte, la vacuna actual de la viruela del mono tiene una eficacia «muy alta, cercana al 90 %».

Hay que recordar que hablamos de una enfermedad muy conocida «desde los años 50» y que produce una mortalidad «muy baja». «Hasta 2003 no hubo casos fuera de África y fue por animales que fueron llevamos de Ghana a Texas y en 2018 es cuando aparecen primeros casos humanos», incide la jefa de Microbiología de La Fe.