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"Las temperaturas subirán y hay que aprender a vivir de otra manera"

No salir de viaje o no tener una segunda residencia puede generar «frustración», según la experta

Termómetros rozan los 40 grados en València. | GERMÁN CABALLERO

Hidratarse, evitar la exposición al sol o usar ropa ligera son recomendaciones para hacer frente a las altas temperaturas y evitar un golpe de calor. Pero, qué pasa con la salud mental? «Hay un cambio climático y hay que cuidar el planeta, pero no nos podemos obsesionar. Vamos a intentar prevenirlo, pero también vamos a aceptar que a partir de ahora las temperaturas van a subir y tenemos que aprender a vivir de otra manera», afirma Consuelo Tomás, psicóloga especialista en Psicología Clínica en el centro que lleva su nombre.

Según la experta, una de las consecuencias de los termómetros es la «irritabilidad». «Las personas no se encuentran bien y esto puede llevar a que haya más discusiones y conflictos», admite. Entre los motivos, se encuentra la falta de sueño. «El exceso de calor, sobre todo si se mantiene durante tantos días, produce una fatiga muy grande a nivel psíquico y hace que no se descanse bien», explica. Como consecuencia, el rendimiento se ve afectado, algo no entiende de edades. «Los niños y niñas pasan malas noches. Al día siguiente están más revoltosos, porque no han descansado bien», apunta.

Asimismo, la especialista señala los problemas de concentración. «Cognitivamente estamos más lentos, nos cuesta más hacer las cosas y pensar», asegura. También a nivel fisico. «Con el calor, nos apetece menos hacer cualquier actividad. Estamos incómodos», declara Tomás, quien advierte de que las altas temperaturas causan «somnolencia» y «aletargamiento».

Frustración e insatisfacción

Las redes sociales se llenan durante julio y agosto de imágenes idílicas de viajes, jornadas de playa y piscina, fiestas, escapadas y un largo etcétera. Para muchos, que no pueden cumplir estas expectativas, el resultado es la «frustración». «Puede generar insatisfacción no poder irse de vacaciones o no tener una segunda residencia. Con ello, el estado de ánimo decae», indica.

Para proteger la salud mental, Tomás recomienda «distraerse en la medida de lo posible, aprovechar las horas en las hace menos calor para salir o permitirse tomarse algo fresco». «Es una forma de aliviar la sensación de calor, pero también de eliminar la ansiedad y la tensión que se están experimentando», comenta la psicóloga, que aconseja evitar la sobreexposición a noticias relacionadas con las temperaturas. Respecto a las relaciones con los demás, Tomás apuesta por mostrar «más paciencia» y «evitar conflictos»

La experta, además, pone el foco en la necesidad de vigilar a las personas que viven solas, especialmente si son mayores. «Hay que prestarles especial atención en estos días. Es muy importante cuidar su salud emocional, pero también estar pendientes de que tengan una buena hidratación, por ejemplo», añade. Con el fin de sobrellevar las jornadas más calurosas, Tomás invita a pensar que «cada día que pasa es uno menos de calor», marcando así «objetivos muy cortos».

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