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Migraciones

Las llegadas de pateras a Alicante no paran de caer desde la pandemia

Las embarcaciones disminuyeron un 11 % y el número de personas un 6 % - En 2021 llegaron 830 adultos y 40 niños y niñas a las playas de Alicante en embarcaciones precarias

Los ocupantes de una patera llegan a Alicante en una embarcación de Salvamento Marítimo, en el año 2021. Levante-EMV

Alrededor de 870 personas llegaron a las costas valencianas en embarcaciones precarias en el año 2021. Entre ellas había 40 niños y niñas. Todas llegaron al litoral de Alicante y son menos llegadas que las registradas en el año 2020, en pleno confinamiento domiciliario y con las fronteras cerradas en todos los países.

Los datos oficiales del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso Levante-EMV arrojan que la llegada de migrantes irregulares por vía marítima no ha parado de reducirse, todo poniendo en contexto que Alicante y Baleares es la ruta que registra un menor número de llegadas de todas las que se dirigen a España. A penas un 3, 5 % de las pateras que viajan a la península o Canarias acaban en playas alicantinas.

En 2020 llegaron 87 embarcaciones con 931 personas a bordo de ellas y en 2021 fueron 77, con 870 personas. Se trata de 61 personas menos respecto a un año de fronteras cerradas la mayor parte del tiempo. La enorme mayoría de migrantes que llegaron (816) eran argelinos, ya que es el país de origen desde donde salen las zodiacs hacia la península. Pero también hubo 24 personas de Marruecos, 20 de Siria y 10 personas de origen desconocido, según el balance de. Ministerio de Interior. También se reduce el número de menores que alcanzaron las cosas en embarcaciones precarias; 43 en en año 2020 frente a 40 el año pasado.

En toda España las llegadas bajaron ligeramente; 2.149 embarcaciones (45 menos) y 40.100 personas (285 menos). En total, llegaron 40.100 personas de manera irregular y por vía marítima a España, una cifra ligeramente menor a la del año de la pandemia, con 40.835 personas. Si ponemos el foco en la provincia de Alicante (870 migrantes irregulares), tenemos que solo representa el 2,1 % de todas las personas que consiguieron llegar a España en patera o cayuco.

No existen cifras fiables sobre las personas que perdieron la vida intentando llegar a la costa, pero sí que se estima que, en lo que va de año, son ya 719 las personas ahogadas en el Mediterráneo. Desde 2014 son más de 24.000 personas las que han muerto intentando llegar a las costas europeas, y de estas 910 eran menores, según el proyecto Missing Migrants (Migrantes Desaparecidos).

Un mes en Almería

Ismael Furió es patrón de la Salvamar Pollux, la lancha de Salvamento Marítimo que rescata en las playas de València, también es líder sindical de CGT, sindicato mayoritario entre los rescatadores. Primero, trata de poner en contexto la ruta marítima que separa las costas argelinas de las calas de Alicante y Baleares. "Por el momento no lo consideramos ni siquiera una ruta migratoria. La realidad es que nuestra lancha en Almería rescata en un mes lo que la de Alicante en un año", asegura. Matiza que "hacemos más rescates a alemanes borrachos que han alquilado un velero y se han perdido que en el rescate de pateras".

Pese a esto, no cree que sea real que las llegadas estén bajando. O no tan fácil de explicar. Para Furió el motivo es que "la guardia marroquí y argelina está patrullando mucho más las costas y consigue interceptar a la mayoría de personas en origen. Se ha endurecido muchísimo el control de fronteras, haciendo que salir sea más complicado y peligroso", apunta. También atribuye la bajada de cifras a la presencia de otros actores en la zona como la guardia europea de control de fronteras Frontex.

Además de eso, Furió trata de explicar que esas cifras hablan de las personas que llegan. De las que cruzan una ruta enorme de unos 600 km de distancia, y en un trayecto marítimo sin tráfico, por el que a penas pasan mercantes ni ningún otro tipo de buques. "La intención de los que cruzan no es que los rescates, por eso no sabemos nada de muchos. Y eso hablando de las personas que llegan, no de las que se quedan por el camino y se hunden", asegura.

La imagen de una patera es la de "la típica zodiac verde con un pequeño motor fueraborda que todos tenemos en mente". Para empezar, se trata de embarcaciones saturadas de gente, que llevan mucho más peso encima del recomendado, y según el rescatador "pueden tardar perfectamente 6 días en hacer la ruta en esas condiciones, donde un poco de viento en mar abierto significa una ola de dos metros que puede volcar una embarcación".

Pero una patera no es un cayuco largo de madera. "Esos no se hunden y te los encuentras semanas después e incluso llegan a alguna costa. A estas embarcaciones de plástico baratas que puedes comprar por Amazon, la mar las hace trocitos en poco tiempo", cuenta. Por lo que es más complicado dejar rastro alguno de una tragedia. Algunos trozos pueden llegar a la costa, "pero no sabes si es un flotador de un niño o los restos reales de un naufragio", relata.

Añade que "con Salvamento Marítimo nunca hemos tenido ningún problema porque los migrantes saben que somos un cuerpo civil, que los vamos a llevar a la costa y van a ser atendidos por Cruz Roja". Pese a todo explica que hay previsto un plan de contingencia por parte del Ministerio del Interior por si se llegara a cerrar la ruta que llega a la zona del Mar de Alborán y Almería. "Puede que incluyan un cuarto tripulante en Baleares y Alicante, no solo por las migraciones, sino también por el aumento de trabajo que hay en verano".

Desmontar la tesis de la ultraderecha

Los datos de la llegada de embarcaciones a las costas alicantinas chocan directamente con la realidad que trata de imponer la ultraderecha, hablando de llegada masiva a las costas. Para Anna López, politóloga especializada en extrema derecha "el interés recurrente de la ultraderecha por el tema de la inmigración se explica por razones electorales, no les preocupa la seguridad ciudadana sencillamente porque la seguridad no está y nunca ha estado en riesgo por la inmigración irregular, que es más ordenada que lo que ellos quieren hacer creer".

Para ilustrarlo habla del último informe de la Fundación Disenso, un think tank de la ultraderecha que aporta informes "en apariencia rigurosos y basados en datos oficiales del Ministerio del Interior sobre inmigración irregular para crear su propia realidad", explica. Los datos oficiales muestran que la realidad es completamente distinta.

Las cifras de la inmigración irregular que ofrece el Ministerio de Interior para 2021 son un total de 41.945 personas -medio punto porcentual más que el año anterior-, pero no se corresponden con las que habla el think tank ultra, que habla de cifras que están "entre 290.000 y 470.000 inmigrantes irregulares en enero de 2020". Para la especialista, "es lo característico del proceder político de estas formaciones, cuando los datos no refrendan sus aprioris ideológicos, se inventan una realidad paralela. Y si eso hace falta manipular o tergiversar los datos lo hacen sin ningún escrúpulo".

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