Un joven de 22 años de edad ha fallecido y cuarenta han sufrido heridas al venirse abajo parte del escenario principal y la estructura de la entrada al recinto que alberga desde el pasado miércoles el Medusa Festival, en la playa de Cullera. El fatal accidente se ha producido, según las primeras informaciones, por el fortísimo vendaval que se ha desatado en torno a las cuatro de esta madrugada y que ha envuelto en una tormenta de arena todo el recinto.
Según fuentes de la Generalitat, la Conselleria de Sanidad ha atendido a 32 personas en diversos hospitales como consecuencia del accidente de esta madrugada en Cullera. De ellas, tres permanecen ingresadas (en los hospitales Clínic, la Ribera y Sant Joan d'Alacant), de las cuales una se encuentra en la UCI, mientras que una está pendiente de valoración (en el Clínic); el resto han sido dadas de alta.
De esta treintena de personas atendidas, 13 personas se han trasladado al Hospital de la Ribera de las que 9 han sido dadas de alta mientras que una permanece ingresada con pronóstico reservado. De las otras 3 personas, se ha derivado una al Hospital de Sant Joan d'Alacant (ingresada por fractura), otra al Clínic (pendiente de valoración) y otra a La Fe a la que ya se le ha dado el alta.
Otras 12 personas fueron remitidas al Hospital La Fe y todas ellas fueron dadas de alta. Además, cuatro personas fueron derivadas al Hospital Francesc de Borja de Gandia de las que tres ya han recibido el alta y la otra persona se ha trasladado a Sagunt (atendida por fractura). Por último, tres personas fueron derivadas al Hospital Clínic de València. Una de ellas queda ingresada por fractura; las otras 2 son atendidas en Urgencias y no ingresan. Además, se ha trasladado una persona desde La Ribera que se encuentra pendiente de valoración.
Se habrían alcanzado rachas de viento de alrededor de los 65 kilómetros por hora. Nada más producirse el fatal accidente, la Guardia Civil y la Policía Local de Cullera han evacuado en apenas unos minutos todo el recinto donde se estaban celebrando los conciertos, mientras los equipos sanitarios atendían y evacuaban a los heridos más graves a varios hospitales.
