La mirada está puesta en el parte meteorológico. Serán las previsiones climáticas las que marquen si es necesario realizar desalojos por el incendio de la Vall d'Ebo. Son palabras de la consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, tras la reunión mantenida con los responsables de Emergencias en el Punto de Mando Avanzado de un fuego que ha arrasado ya 2.200 hectáreas.

"Estamos pendientes del parte meteorológico para adoptar las decisiones oportunas para proteger a las personas", ha explicado Bravo que ha añadido que en función de este parte meteorológico que se facilitará al mediodía para ver cómo avanzan las condiciones climáticas "se decidirá si se desalojan zonas con muchos chalets" que se encuentran en el término municipal de Pego.

Las llamas de momento avanzan en la Marina Alta. El incendio se activó sobre las 21:38 horas del sábado provocado por un rayo y ya ha calcinado 2.200 hectáreas y afecta a un perímetro de 22 kilómetros. Y podría ir a más ya que Bravo ha alertado de que el incendio "es muy complicado por varias razones". "Están concurriendo todos los factores determinantes para un fuego: viento, altas temperaturas, baja humedad y orografía complicada".

La consellera Gabriela Bravo acude al Punto Avanzado de Mando

De momento se encuentran trabajando en el incendio 250 profesionales entre los que se incluyen 140 efectivos de la UME que se incorporaron a lo largo de la noche. También hay 16 medios aéreos que cuentan con la dificultad del humo, a los que no se descarta que se pueda incorporar algún efectivo más.

Las miradas están puestas también en el llamado "barranco del infierno". "Nos preocupa mucho", ha expresado Bravo quien ha señalado que esta zona cuenta "con mucha masa forestal y se puede activar de forma más rápida". Por ello, se está "actuando con mucha prudencia", a la espera de que el parte meteorológico de esta tarde se decida si se activan desalojos y con la dificultad de que hay zonas terrestres a las que no pueden acceder los efectivos.