Temperaturas de 40 grados, baja humedad, fuertes rachas de viento y una orografía complicada dificultaron ayer la extinción del incendio forestal que ha afectado al término municipal de les Useres y, en menor medida, a Costur. Según las primeras estimaciones, las llamas han arrasado ya más de mil hectáreas de masa forestal, tal como contó el alcalde de les Useres, Jaime Manuel Martínez.

Dos camiones nodriza, con capacidad para 35.000 litros, nueve medios aéreos, miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y hasta una veintena de dotaciones de bomberos del Consorcio Provincial, forestales y del Ayuntamiento de Castelló participaron durante horas en la extinción de un fuego que al cierre de esta edición no se había podido dar por controlado.

En total, 150 profesionales intervinieron. Además, se decretó la situación 2 del Plan Especial de Incendios Forestales (PEIF). Los efectivos actuaron durante buena parte de la jornada en dos flancos: uno que se dirigía hacia la población de les Useres y otro, hacia la de Llucena, aunque las llamas no habían llegado a amenazar a los municipios ni había sido necesaria su evacuación al cierre de esta edición. Sí fue necesario el desalojo de alguna masía diseminada de forma preventiva.

Mucha sequedad

Según explicaron a Levante-EMV fuentes del dispositivo, la zona de monte afectada se encontraba "muy seca", hecho que hizo que las llamas se propagaran con facilidad, ayudadas por el viento en un fin de semana en el que el riesgo de incendios forestales era extremo en la provincia.

El alcalde siguió la evolución del incendio junto al presidente de la Diputación, José Martí; el diputado de Bomberos, Abel Ibáñez; la subdelegada del Gobierno, Soledad Ten; la presidenta del PPCS, Marta Barrachina y diversos mandos policiales y de bomberos. "El fuego afecta a mucha extensión y está descontrolado. No sabemos si este lunes se podrá controlar y desconocemos por el momento cuál es el origen", explicó el primer edil.

Por su parte, el incendio declarado el sábado en el barranc de l’Horteta de la Vall d’Uixó no puede darse por extinguido todavía. Pese a que en el monte afectado sí que lo está, la fábrica fuera de uso que se vio afectada por la propagación de las llamas continuaba ayer ardiendo -24 horas después- como consecuencia de la gran cantidad de material de carpintería almacenado en su interior.

Por último, en Calles, en la provincia de València, hasta 5 unidades del Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat trabajaban al cierre de esta edición en el siniestro de esta localidad. En cuanto a medios materiales se emplearon 3 autobombas, 11 dotaciones y 1 medio aéreo.

Una docena de siniestros en apenas 48 horas

El tórrido fin de semana de la Virgen de Agosto, en el que la ola de calor ha traído unas condiciones climáticas extremas, arroja un balance de hasta 12 incendios forestales -de mayor o menos incidencia- en solo 48 horas. El dato confirma las pesimistas previsiones de la Generalitat que publicó esta semana un aviso en el que alertaba del riesgo extremo de incendios en las masas boscosas y que llevó al Consell a cerrar los parques naturales. La Comunitat Valenciana sufre una terrible ola de calor desde el viernes que ha generado un cóctel meteorológico terrible: viento de poniente, fuerte descenso de la humedad relativa, ascenso de las temperaturas con máximas insoportables de 45º y tormentas secas aisladas pero muy virulentas, tal como ocurrió en Cullera.

En apenas dos días, ha habido que lamentar los siniestros de la Vall d’Ebo, el más importante de los últimos años; además de Les Useres, la Vall d’Uixó y Calles, que al cierre de esta edición estaban activos. Además, hubo pequeños fuegos que arrasaron matorrales o zonas de vegetación en València (en la zona de Campanar), Godelleta, Riba-roja de Túria y Bocairent, Fondó de les Neus, Dénia, Cox, Guardamar del Segura y Callosa de Segura. Todos estos fuegos controlados o extinguidos entre la tarde-noche del sábado y toda la jornada de ayer domingo. Los últimos en ser apagados fueron los de Callosa, Bocairent y Cox. El de València, en la medianoche del sábado, fue muy llamativo ya que se hizo visible en parte de l’Horta.