La investigación abierta por la tragedia del festival Medusa de Cullera, tras un vendaval con rachas de 80 kilómetros por hora en la madrugada del pasado 13 de agosto, en el que perdió la vida un joven de Daimiel de 22 años y otras 40 personas resultaron heridas de diversa consideración, algunas de ellas con lesiones que han requerido de intervención quirúrgica, acumula ya nueve denuncias de perjudicados.

Así lo han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. El Juzgado de Instrucción número cuatro de Sueca, encargado del caso al encontrarse en funciones de guardia cuando se produjeron los hechos tras un fenómeno atmosférico conocido como reventón térmico, tormenta de arena con temperaturas extremas y fuertes rachas de viento, ha recibido ya nueve denuncias de asistentes al festival de Cullera que resultaron heridos al ser alcanzados por elementos del escenario y del recinto que salieron despedidos. A ellas se suma la acusación particular que ejercerá la familia del joven fallecido. Miguel Ángel Rodríguez, de 22 años.

Las imágenes que muestran el temporal infernal que provocó la tragedia en el Medusa Festival

Las imágenes que muestran el temporal infernal que provocó la tragedia en el Medusa Festival Lucía Camporro

Cinco de estas denuncias se presentaron ante el juzgado competente y las otras cuatro ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Guardia Civil y Policía Nacional, según han aclarado estas mismas fuentes. En estas nueve denuncias están incluidas las cuatro de las que ya había informado este periódico días atrás de cuatro chicas jóvenes de entre 19 y 20 años, que tuvieron que ser hospitalizadas por las lesiones sufridas.

El juzgado está a la espera de que finalicen los informes periciales para imputar o no a los organizadores y aquellas personas de las que se pudiera derivar una responsabilidad penal. Hay dos aspectos claves en la investigación, por un lado si se trató de "un fenómeno meteorológico imprevisible de características devastadoras", como así argumenta la dirección del Medusa, o si con las alertas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), unidas a los vientos registrados horas antes de la tragedia, se tenía que haber parado y desalojado el festival mucho antes. Asimismo la segunda de las claves en las que se centra el informe de la Guardia Civil es el sistema de sujeción con el que estaba anclado el escenario y las estructuras metálicas que salieron despedidas por la acción del viento.