El día prometía. Los ánimos estaban altos en el puesto de mando del incendio de Bejís tras la lluvia caída durante la tarde noche e incluso se llegó a hablar de jornada «decisiva» para ponerle coto al fuego que ya ha arrasado más de 13.100 hectáreas. Sin embargo, las altas temperaturas y, sobre todo el viento racheado y el humo obligaron pronto a volver a la realidad: el infierno seguía y tomaba otros derroteros, esta vez en dirección sur amenazando seriamente en su viraje a la Sierra Calderona.

El viento rolaba ya a media mañana y la pesadilla se reactivaba apuntando hacia otro lado: Altura y el venerado enclave de la Cueva Santa. Y lo que más preocupaba a última hora de ayer en el puesto de mando de Viver, el camino que las llamas habían tomado adentrándose en la provincia de Valencia a través del paraje natural del Barranc de Lucía, en puertas de la Sierra Calderona.

El trabajo de la UME hoy en el incendio de Bejís

El trabajo de la UME hoy en el incendio de Bejís Vídeo: UME

«La situación es muy compleja. El frente sureste sigue evolucionando con fuerza hasta el punto que está amenazando Sierra Calderona», reconocía ayer la consellera de Justicia e Interior, Gabriel Bravo tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi). Bravo achacaba al comportamiento «errático» del viento y a los cambios constantes de dirección la dificultad de establecer una estrategia. Con todo, se esperaba que el aumento de humedad de la noche echara una mano, aunque los vientos iban a seguir siendo la contrapartida.

Los bomberos de la Diputación de Castelló cerraban la jornada reconociendo que la meteorología no había «dado tregua» sobre todo por esos vientos cambiantes pese a que contaban sobre el terreno con 400 efectivos terrestres y 36 medios aéreos. Para hoy se esperaba la incorporación de más aviones procedentes de Alicante y, según Bravo, la Unidad Militar de Emergencias (UME) iba a sumar otra sección. Todo con el objetivo de evitar ese avance hacia la Calderona y controlar otros frentes «agresivos» que aún están activos: «el perímetro es de más de 120 kilómetros».

Con el fuego reavivado y avanzando de forma rápida hacia Los Serranos, a primera hora de la tarde se confinó a los vecinos de Alcublas y Andilla. Los habitantes de tres pedanías de ese último término municipal, Artaj, Oset y La Pobleta, no tuvieron tanta suerte y tuvieron que salir de sus casas. Entre estos desalojos y los del martes de Bejís, Torás, Teresa y Sacañet ya hay más de 1.500 desalojados aunque Viver fue desconfinada ayer.

Pese al cambio de dirección del viento y de las llamas, los vecinos de Bejís todavía siguen fuera de sus casas. Bravo pidió ayer que tuvieran «paciencia» pero todavía no era conveniente regresar.

Regreso en Vall d’Ebo

Los que sí lo hicieron ayer fueron los habitantes desalojados por el incendio de Vall d’Ebo, 1.500 personas que ayer pudieron regresar a sus casas tras reabrirse la carretera hacia los núcleos urbanos afectados. En este caso, la lluvia caída el miércoles sí fue suficiente para menguar la intensidad del fuego que, sin embargo, no se ha podido dar aún por estabilizado porque durante el día hubo varias reproducciones «atajadas de forma rápida», según Bravo.