La noticia de la suspensión cautelar de la normativa que regula la enseñanza por ámbitos de conocimiento en 1º de ESO ha pillado a la comunidad educativa de parón estival, aunque ya empezando la cuenta atrás para volver a los centros en septiembre y retomar las clases el día 12.
La decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (Tsjcv) ha sido celebrada por UGT —sindicato que recurrió el decreto publicado el 5 de agosto— y por los docentes más críticos y beligerantes con una organización que dictó la Conselleria de Educación para 2020-21, que ha continuado en 2021-22 y se mantenía para 2022-23. De manera obligatoria, Educación había establecido en 1º de ESO la agrupación de materias afines en grandes áreas de conocimiento, como son la sociolingüística o la científico-tecnológica.
La suspensión cautelar —que la conselleria va a alegar, como publicó ayer este periódico— se basa en que, a pesar de que esta organización lleva implantada dos cursos, se ha incluido ahora en un nuevo decreto (junto a las novedades de la Lomloe) que el Docv publicó hace dos semanas.
Esto, para los magistrados de la sala cuarta de lo Contencioso-Administrativo del Tsjcv supone demasiada «inmediatez y premura» para que los centros lo puedan apliquen en septiembre, por lo que, cautelarmente, ha suspendido el artículo que hacía referencia a esta cuestión, a menos de tres semanas para la vuelta al cole.
A la espera de ver cómo se resuelve la situación —si el alto tribunal acepta o no las alegaciones de la conselleria—, desde la Associació de Directores i Directors d’IES (Adies-PV) reconocen que se ha generado «inquietud» entre los equipos directivos, que ya tenían organizado el próximo curso con los grupos y los docentes que les impartirán clase.
Complejo replanificar
Toni González Picornell, presidente de Adies-PV, afirma que, independientemente de la decisión final del Tribunal Supremo —que deberá acatarse—, esperan que Educación indique a los centros cómo actuar.
«La mayoría han organizado los ámbitos con codocencia [dos profesores en el aula] y si desaparecen los ámbitos no estará muy claro cómo debe quedar; reorganizar y replanificar todo el curso es complejo», añade. «Estamos esperando la sentencia firme y que la administración autonómica marque las instrucciones cuando esté», afirma.
A pesar de que «en el momento que se decidió impartir los ámbitos se crearon diferentes opiniones entre los docentes», Picornell explica que, tras dos cursos, esta organización en 1º de ESO «está funcionando y ha comportado un éxito escolar y es una realidad que mejora la transición entre etapas». «Es una evidencia muy clara», asegura el director, que también preside la federación estatal, la Fedadi.
«Es un cambio metodológico y su aplicación necesita un plazo largo, igual que la Lomloe y el trabajo por competencias. Se requieren cuatro o cinco años para que se haga de manera estandarizada», añade.
La Conselleria de Educación confirmó que la Abogacía de la Generalitat alegará a la suspensión, pero ayer no concretó si ya lo había hecho. Los sindicatos docentes rechazaron desde un primer momento que los ámbitos se impongan de forma obligatoria en 1º de ESO —no sean voluntarios, como el resto de niveles—. Entre otras cosas, argumentan que hay profesorado impartiendo materias que no son su especialidad.
Otras fuentes de la comunidad educativa llaman a la prudencia hasta que se solvente la situación.
