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La odisea de ser vegano y sobrevivir a los chiringuitos

Durante el verano, los veganos tienen muchos problemas para encontrar opciones y comer en los chiringuitos. Las alternativas que les quedan: patatas bravas sin allioli, ensaladas, horchata o, en el mejor de los casos, paella de verduras.

Imagen de un chiringuito repleto de gente en las playas de València. Germán Caballero

Hummus, nuggets de heura o hamburguesas de espinacas. La comida vegana inunda hoy en día los supermercados españoles para proveer de opciones a las personas que rehúyen de todo lo que tenga raíz animal. También lo hace con el boom de locales veganos en las ciudades. Sin embargo, parece que el espíritu ‘veggie’ todavía no ha llegado a los chiringuitos ni a sus cartas. Ni rastro de alternativas veganas entre los calamares, las patatas bravas o el pescadito frito.

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"Boom" vegano en València Germán Caballero

Con la llegada del calor, todos buscamos con ansia un hueco en las playas, con el único objetivo de pasar todo el día al sol o bajo la sombrilla. A la hora de comer, los bares en los paseos marítimos y los chiringuitos en la arena se llenan de gente dispuesta a tomar algo. El abanico de posibilidades es casi infinito: paellas, tapas, marisco o pescado. Da igual. Es agosto y cualquier exceso está permitido. Pero... ¿Qué pasa si eres vegano o vegetariano? Si es así, aquí comienza una verdadera odisea.

Las opciones veganas más habituales que se pueden encontrar en los chiringuitos se reducen a las patatas bravas sin allioli, el pan con tomate y cualquier ensalada que no incluya atún, pollo, huevo u otros alimentos habituales en este tipo de platos. A partir de aquí, las alternativas que quedan son los macarrones solo con tomate y algunos tipos de sorbetes en las heladerías. «Si ya es muy complicado encontrar opciones vegetarianas porque mucho de nuestro tapeo se basa en calamares fritos y este tipo de comidas, imagínate con lo vegano», explica Andrea, vegana desde hace tres años. «No es que tengan una opción vegana de por sí, sino que hay algunas comidas que son accidentalmente veganas», indica.

Andrea comenta su experiencia con la selección de comidas que encuentra en los locales de la costa. «Vivo fuera durante el año y cada vez que vuelvo a casa en verano acabo perdiendo peso sin proponérmelo. Todos los veranos pierdo mínimo dos o tres kilos solo por el hecho de que no puedo comer cuando salgo con mi familia fuera», explica. «Es un problema grande porque si quieres ser vegano y comer por ahí, terminas comiendo mal», añade. Ana Zaragozá decidió cambiar su dieta hace más de dos años y sigue reivindicando esta preocupación. «No hay opciones en los restaurantes, pero el tema de los chiringuitos es incluso peor».

"Todos los veranos pierdo mínimo dos o tres kilos solo por el hecho de que no puedo comer cuando salgo con mi familia fuera"

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¿Alcohol para veganos?

Por otra parte, la odisea veraniega para los veganos no solo les llega a través de las comidas. El alcohol forma parte de la dieta habitual de los españoles, especialmente durante la época estival, pero hay bebidas, como algunos tipos de cerveza o vino, que contienen proteínas de origen animal totalmente vetadas para este público. «En lo que es el alcohol, alternativas que sean veganas a propósito no las hay. Si quieres beber tienes que irte a los que son accidentalmente veganos, los que ya de por sí son veganos», comenta Andrea.

Júlia, de 22 años y vegana desde hace cinco, reivindica que muchos establecimientos no promocionan sus productos en Internet. «Creo que lo más importante es que sean capaces de anunciar cuando tienen opciones veganas y que lleguen al público deseado porque sino estarán ofreciendo algo que estará muy bien, pero que nadie consume», explica Júlia. Una de las aplicaciones que ella misma utiliza para encontrar locales acordes a su dieta es Happy Cow.

«Hay poca concienciación y poco conocimiento. No voy a culpar a los camareros porque es un problema a nivel de la sociedad, pero llegar y que no sepan lo que les están preguntando lo hace más complicado aún», explica Andrea. «A mí me han llegado a ofrecer un plato de verduras salteadas con jamón como opción vegana», añade.

Difícil ser vegano o vegetariano en los restaurantes y chiringuitos de la playa German Caballero

La excepción valenciana

En el caso del litoral valenciano, los veganos tienen una ventaja significativa con el resto de localidades. Están salvados. Se puede encontrar fácilmente una opción muy extendida en los establecimientos costeros: la paella de verduras.

Otro alimento tradicional especialmente demandado en verano es la horchata. «Lo bueno es que la horchata casi siempre es una buena opción para los veganos», comenta Júlia. En las propias heladerías no se ofrecen muchas más opciones. «De vez en cuando me pido sorbetes cuando voy a chiringuitos de la playa, pero me gustaría que hubiera más alternativas, como opción a helados que usaran leche de soja, por ejemplo», explica Júlia.

Happy Cow, una brújula para sobrevivir en un mundo de carne

El mundo del veganismo no es sencillo. Las opciones que se les presentan a los veganos en establecimientos son muy reducidas y a veces ni siquiera son nutritivas. Por ello, aplicaciones como Happy Cow son muy necesarias en su día a día. Happy Cow les ayuda a encontrar restaurantes acordes a la dieta vegetariana y vegana en muchas ciudades del mundo. Los usuarios no solo pueden añadir establecimientos que no estaban reconocidos en la app, sino que también dejan sus opiniones y calificaciones de cada local. Además, ayuda a conectar como comunidad a veganos de todo el mundo. Aunque promociona mayoritariamente a restaurantes, también se pueden encontrar tiendas de otros sectores especializadas en productos y materiales veganos. Algunas de las empresas que promociona son una línea de moda, productos de cosmética y maquillaje, objetos y decoración para el hogar oincluso accesorios como bolsos, zapatos o , todo diseñado de forma éticamente sostenible y, por supuesto, vegano. La aplicación está disponible tanto para Android como para iPhone y acumula ya un millón de descargas en más de 180 países en todo el mundo.

Fast food , la última opción

Cuando ya no quedan opciones, algunas personas deciden refugiarse en las grandes cadenas de fast-food para alimentarse. Estas están adaptándose de forma más rápida a las demandas alimentarias que los bares o chiringuitos locales y, aunque las ofertas de este tipo suelen ser vegetarianas, en lasplaya de la Malvarrosa se pueden encontrar establecimientos de comida rápida que sirven opciones totalmente veganas. Uno de ellos tiene una sección completa dedicada a los bocadillos de heura, alimento que proviene de las habas de la soja. «Es una opción que permite a las personas veganas comer con sus amigos que no lo son», comenta Júlia.

Andrea pone a las cadenas de comida rápida como una de las últimas alternativas. «A veces es esto, no comer o comer en un sitio muy caro», explica. También pone en cuestión el dilema ético que supone elegir este tipo de establecimientos. «Comer en estas compañías es apoyar principios que son totalmente contrarios a los del veganismo según las bases sobre las que se fundan. Es verdad que es un poco contradictorio, pero luego tú como persona de 20 años que no se quiere dejar 30 euros y que quiere comer algo que no sea una pasta con tomate, te lo ponen muy difícil», explica. Además, añade: «Debería haber una oferta más accesible y variada para que no tengas que elegir entre lo malo y lo peor».

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