El incendio que ha arrasado más de 19.000 hectáreas en las comarcas del Alto Palancia y los Serranos, todavía no estaba controlado anoche, pero la Administración ya ha puesto en marcha su maquinaria y el Consejo de Ministros aprobará esta mañana la declaración de zona catastrófica, un mecanismo que permitirá lanzar una batería de ayudas económicas para paliar los daños de un fuego que ha calcinado tierras de cultivo, granjas e infraestructuras de comunicación y causado graves daños en decenas de viviendas. Y aunque la declaración de este martes supone dar un caparazón jurídico para agilizar los trámites, los alcaldes de los municipios más afectados dan por sentado que la gestión de las ayudas no será coser y cantar. «Somos pueblos pequeños y no tenemos infraestructura para hacer frente a todo el papeleo. Necesitamos que la administración nos ayude», apunta María José Madrid, alcaldesa de Bejís, donde las llamas han devorado cerca del 98% del término municipal.

La múnicipes de Bejís, Torás, Sacañet o Teresa, que mantuvieron ayer un encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,temen perderse entre tanto trámite burocrático y consideran «esencial» que tanto la Generalitat como la Diputación de Castelló les eche una mano a la hora de expedir los decenas de informes que van a tener que emitir. «La inmensa mayoría de los afectados son personas mayores de 70 años y algunos no tienen ningún conocimiento de internet. Hay que ayudarles», defiende Carlos del Ríos, alcalde de Torás, que considera crucial que algún funcionario de la diputación trabaje en la gestión de las subvenciones para que no se pierda ninguna ayuda y esta llegue con rapidez. «Ya se lo hemos pedido al presidente de la diputación y la predisposición es muy favorable», añade.

La declaración de zona catastrófica (el término oficial es «zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil») supone algo de luz después de tanta oscuridad, pero los alcaldes piden que se cumpla. «Lo que le he pedido al presidente del Gobierno es que ofrezcan lo que darán y que hagan las cosas bien para que el dinero llegue con agilidad», insiste Miguel Gamiz, munícipe de Sacañet que cita como ejemplo el incendio del 2012. «Entonces las subvenciones llegaron en el plazo de un mes y esperamos que ahora ocurra lo mismo», describe.

Aunque la petición que ayer hicieron los alcalde a Pedro Sánchez fue apoyo para tramitar las ayudas y agilidad, tampoco perdieron la ocasión de reclamar una vuelta a lo rural. «La situación de nuestros pueblos ahora mismo es dramática y eso podría provocar un efecto huida. Le trasmití a al presidente del Gobierno que tenemos que conseguir lo contrario, un efecto llamada. En nuestras localidades hay mucho por hacer, estamos a una hora de Castelló y València, las viviendas son baratas... aquí pueden venir muchas familias a ganarse la vida», reflexiona el alcalde de Torás.

Encuentro hoy en Bejís

Reivindicaciones aparte (todos los alcaldes elogian la sensibilidad de Sánchez y el papel desempeñado por la Generalitat durante los días en los que el incendio ha estado activo), los munícipes mantendrán hoy una reunión en Bejís con representantes de la Conselleria de Interior y Justicia y la diputación para empezar a perfilar las ayudas. «De este encuentro saldrán los detalles de las ayudas y los plazos», avanza Ernesto Pérez, primer edil de Teresa, que no oculta su preocupación ante las consecuencias del fuego. «El posincendio va ser muy duro», sentencia.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Castelló, José Martí, ya defendió ayer necesidad de aprobar un estatuto de municipios de pueblos de interior que, a su vez, vaya acompañado de una doble discriminación positiva «fiscal y administrativa», que se traducirían en «políticas activas para el territorio» con facilidades para emprender y generar riqueza.

Asimismo, como los alcaldes, también apostó por «facilitar recursos para la gestión de las ayudas que lleguen a la comarca y a los ayuntamientos», según recoge Europa Press. Además, consideró «absolutamente necesario» hacer una «gestión forestal» que valore el conocimiento de la gente que vive sobre el terreno.