El Gobierno aprobó a principio de mes el decreto de medidas de ahorro y gestión energética para reducir el consumo y paliar los efecto de la guerra en Ucrania. Un conjunto de medidas que deben ser revalidadas en el pleno del Congreso que se celebrará mañana y que supone el inicio del nuevo curso parlamentario.
Ante la negativa del PP, Cs y Vox de votar a favor, el Ejecutivo busca amarrar en las horas previas a la votación el número de apoyos necesarios para que las medidas que llevan semanas en vigor no decaigan. Para ello necesitan más síes que noes.
La mayoría de los socios habituales del gobierno aún no han desvelado el sentido de su voto y no ocultan su malestar con el Gobierno de Pedro Sánchez, al que acusan de falta de negociación con las autonomías. Una postura de la que se ha descolgado Compromís. La coalición valenciana ha confirmado a Levante-EMV que secundará «sin duda» el decreto-ley. Entre las medidas planteadas, están incluidas las restricciones de temperatura de aire acondicionado y calefacción, así como la obligatoriedad de apagar las luces de los escaparates en horario nocturno.
La decisión de Compromís se esperaba tras las palabras de Joan Ribó en una entrevista en TVE la semana pasada, donde el alcalde de València afirmó que apoyarían el decreto «de forma entusiasta, porque no podemos dilapidar la energía». Compromís aboga por plantear una política de austeridad como respuesta a la crisis energética que afecta a todo el continente europeo.
Joan Baldoví será por tanto uno de los diputados del conocido como «bloque de investidura» que dará su voto a favor.
En el Ejecutivo también trabajan con las posibilidad de que Más País apoye las medidas. No obstante, y aunque el Gobierno contara con el respaldo de los partidos minoritarios que todavía no se han pronunciado, como los regionalistas cántabros, Teruel Existe o el BNG, la suma sigue sin salir sin nacionalistas vascos y catalanes.
No es la primera vez que ERC y PNV mantienen hasta el final la incógnita del sentido de su voto tratando de alargar las negociaciones con el Gobierno lo máximo posible buscando alguna cesión del último minuto. En esta ocasión también se ha sumado al silencio EH Bildu, si bien de sus declaraciones se puede intuir un apoyo final al decreto. «Compartimos la necesidad de reducir el consumo energético», han dicho.
Con todo, en el Ejecutivo confían en sacar adelante el paquete de medidas demandadas desde Bruselas.
