Las áreas castigadas por los incendios declarados la pasada semana en Bejís y la Vall d’Ebo serán declaradas hoy como zonas gravemente afectadas por una emergencia de protección civil, o lo que es lo mismo, zonas catastróficas. Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras visitar en Teresa uno de los puntos negros del incendio de Bejís para conocer el alcance del fuego en este territorio. Según explicó Sánchez, el objetivo de esta medida es «agilizar las ayudas» para «volver a recuperar» estos parajes. El decreto que prevé aprobar hoy el Consejo de Ministros extiende la declaración de zona catastrófica a todos los territorios afectados por alguno de los grandes fuegos que han azotado España este verano.

Entre los dos incendios que han puesto en vilo a la C. Valenciana desde el 14 de agosto, ambos ya estabilizados, han calcinado más de 30.000 hectáreas. En toda España la superficie quemada este verano se dispara a 223.000 hectáreas, casi el doble que la que ardió en 2012, que hasta ahora presentaba uno de los peores registros históricos a nivel estatal y autonómico.

Unas cifras recordadas por el propio Sánchez durante su intervención desde un monte de Teresa todavía humeante y que, según defendió, obligan a «replantear la estrategia» de prevención y extinción ante los «incendios de nueva generación «en España. «Hemos vivido el verano más caluroso desde 1961. Pero por desgracia, lo que nos dice la ciencia es que estos próximos veranos van a ser de temperaturas aún más calurosas». Por lo tanto, consideró que «nos estamos enfrentando a una emergencia climática» que es «más real que nunca» y que exige «prevención y extinción», dijo.

Para diseñar esta nueva estrategia, el líder del Ejecutivo solicitó a todos los grupos políticos «abandonar la lucha partidista» y dar su respaldo al real decreto ley que el Gobierno va a llevar al Congreso este jueves para «reforzar» el sistema nacional de protección civil y mejorar la «capacidad de prevención en la lucha contra catástrofes naturales» como la acontecida en las zonas de Bejís y Vall d’Ebo. «Es de sentido común, todas las administraciones debemos pertrecharnos con mayores recursos y reforzar nuestra cooperación institucional para hacer frente al enemigo común que son los incendios», defendió.

Sánchez estuvo acompañado en su visita por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ya acudió a Bejís el miércoles pasado. Como anfitriones ejercieron el president Ximo Puig, la consellera al cargo de Emergencias Gabriela Bravo y la delegada del Gobierno en la C. Valenciana, Pilar Bernabé. Asimismo, estuvieron presentes los alcaldes de los municipios afectados, con quien Sánchez mantuvo una breve reunión.

Puig destacó la «complejidad» del fuego al que tuvieron que hacer frente en Bejís y prometió cooperación entre administraciones y agilidad en el despliegue de las ayudas a los afectados.