Los Presupuestos de la Generalitat para 2023 serán diferentes a los de 2022 ya desde su propia confección. No solo es que vaya a haber cambios en el cuánto o en dónde se reparten los ingresos y gastos (la esencia en sí de las cuentas y en las que se notará el efecto de la inflación), el cómo se llegue a las cantidades definitivas será también distinta. De hecho, ya lo está siendo y las últimas semanas son la muestra de las diferencias entre el actual ejercicio y los anteriores, sobre todo, en Compromís.
Las últimas negociaciones presupuestarias estuvieron marcadas por la tensión entre socios. Especialmente entre la que fuera vicepresidenta y máxima representante de Compromís, Mónica Oltra, y el titular de Hacienda, Vicent Soler, encargado de cuadrar los números. Para ejemplo, los dos últimos. En 2020, después de que las cuentas ya fueran públicas, Oltra exigió una modificación porque la cantidad de Igualdad no era la que se había pactado. En 2021, el proyecto se aprobó con retraso respecto a los plazos formales tras un largo tira y afloja.
Pero ni Oltra ni Soler forman parte del Consell. La paradoja del barco de Teseo, donde si la nave sigue siendo la misma pese a cambiar todas sus piezas, define el Botànic que ha renovado en los últimos meses la mitad de sus rostros. Y eso se nota especialmente en Compromís donde han cambiado a su máxima representante. Ahora es Aitana Mas quien dirige a la coalición dentro del Gobierno valenciano y su perfil es diferente al de Oltra, destacada por su dureza negociadora.
De momento, la actual vicepresidenta ha transmitido un mensaje a los suyos: "trasladar menos ruido durante las negociaciones que otros años". Es la petición que ha lanzado este miércoles tras la reunión entre el grupo parlamentario de Compromís en las Corts y los consellers de la coalición en el Ejecutivo autonómico. Menos ruido, no airear las desavenencias internas, no generar fricciones de más. Aunque, ha advertido, que habrá "discrepancias" hasta que se cuadren los números, pero que estas sean "con tranquilidad".
Otra diferencia: Mas ha insistido en que los presupuestos estén "a tiempo, como no puede ser de otra manera". "El último viernes de octubre tienen que estar", ha precisado y "más este año", ha añadido la también responsable de Igualdad por la situación de crisis ante el alza de precios. El discurso es distinto al de hace un año cuando Oltra restaba importancia a la fecha formal como límite para que recibieran el visto bueno del Consell. "Tampoco sería un cataclismo”, dijo sobre la posibilidad de acabar aprobándolos en enero.
Lo que seguirá como el año pasado es que será una comisión, que Mas le quiso quitar el calificativo de "política", de integrantes de las tres fuerzas del Consell la que elabore las cuentas aunque ha precisado que lo "liderará" Hacienda. "Serán participadas", ha insistido. La previsión es que las reuniones comiencen en "las próximas semanas", antes de finales de septiembre, con lo que tendrían un plazo de un mes para hacer la confección definitiva.
Sin embargo, a estas primeras reuniones llegarán con parte del trabajo avanzado. O al menos, un esbozo. El último seminario del Consell celebrado entre Alcoi y Vall d'Ebo se zanjó con las "bases políticas" de los presupuestos acordadas, una serie de líneas y objetivos que cumplir. Son solo intenciones y prioridades, algunas generalizaciones sin cantidades, pero un avance respecto al año pasado cuando hasta el 30 de octubre no se cerró un "acuerdo político" sobre las cuentas, según anunció la Generalitat en un breve comunicado.
En ese primer pacto dentro del Ejecutivo está incluida la reforma fiscal. Se prevé que esta sea uno de los nudos gordianos del próximo proceso negociador. Y dónde se lleve a cabo este forma también parte del debate entre socios. De momento, Mas ha pedido que sea dentro de la comisión interna que elaborará las cuentas, un dos por uno, que forme parte de la negociación correspondiente. "Forma parte del proceso de la Ley de Acompañamiento y este puede ser uno de los foros de debate, se debatirá ahí", ha añadido.
Antes de ello, deberá ser Hacienda la que haga una propuesta de esta reforma fiscal (que ahora mismo está en estudio y elaboración) y ante la que la vicepresidenta ha indicado que Compromís se reunirá para estudiar la presentación de posibles alegaciones. "El único acuerdo que tenemos de momento es el indicado en el seminario, ahora tenemos que aterrizarlo e iniciar el debate", ha sentenciado.
