La Universitat de València cuenta con tres propuestas para reformar el campus de Tarongers, uno de los dos que tiene en València. Así lo ha presentado esta mañana la rectora Mavi Mestre, que ha desvelado cuáles son las finalistas, elegidas por un jurado entre los nueve proyectos que se presentaron en total al concurso convocado en marzo.

Ahora, se inicia la fase final y la opción ganadora será decidida a través de un proceso participativo en el que la comunidad universitaria podrá votar hasta el 19 de octubre. Esta elección será la base de la redacción del proyecto definitivo, que remodelará más de 42.000 m2 (desde los aparcamientos hasta el campus deportivo), con una inversión de entre 1,5 y 2 millones de euros.

Uno de los objetivos fundamentales de esta intervención -cuyas obras la UV espera que empiecen a final de curso- es 'renaturalizar' los espacios, como ya avanzaron fuentes del ayuntamiento de València y la institución.

El campus de Tarongers se caracteriza por su asfaltado de adoquines, que la Universitat quiere reducir, para dejar paso a más zonas verdes, y crear una continuidad hasta el parque de la Carrasca.

De esta manera, "Obrint pas", "Trencant el verd" y "Hèspera" -los nombres de las tres propuestas- cumplen este requisito, además de mejorar la sostenibilidad del campus y de idear propuestas a favor de la confortabilidad de la zona, además de tener en cuenta por dónde debe circular el flujo de personas.

Entre los finalistas, hay diferentes ideas que destacan, como las aulas al aire libre y una gran escalinata para la biblioteca ("Trencant el verd"); una ágora con gradería hacia abajo y una apuesta por el mobiliario urbano ("Hèspera"); o el reciclado del pavimento para hacer el nuevo suelo, manteniendo una gran explanada ("Obrint Pas").

Como ha explicado la rectora -acompañada por el vicerrector de Infraestructuras, Justo Herrera, y la decana de la Facultad de Magisterio y coordinadora del campus, Ana Botella-, por primera vez en la historia estudiantado, Personal de Administración y Servicios (PAS), Personal Investigador (PI), Personal Investigador en Formación (PIF) y Personal Docente e investigador (PDI) que desarrollen su labor en Tarongers podrán votar cómo será el ‘campus del futuro’. Son más de 18.000 personas en total, asegura la UV.

Mestre ha llamado a la participación, y considera "muy importante la implicación de las facultades y los servicios técnicos", así como de los estudiantes. "Siempre el estudiantado es más difícil de movilizar, pero esto será para ellos", ha destacado, al tiempo que ha animado a ser "corresponsables en la decisión".

Será una intervención "para muchos años", ha añadido, por lo que la rectora pide que la comunidad decida la propuesta "que dé más opciones para estar más a gusto", consciente de que cada vez los estudiantes pasan más tiempo en la universidad y que estudiar es más que estar en el aula.

La votación será telemática y desde la universidad aseguran que así se garantizará que haya “un único voto por persona”. Los proyectos pueden consultarse online y también en los vestíbulos de las facultades.

Justo Herrera ha agradecido "la calidad de los trabajos, el talento y el interés de las ideas" y ha afirmado que esta es la "fase más importante" del proceso, que ya ha pasado varias etapas.

El concurso cuenta con premios de 8.000, 4.000 y 2.000 euros para los tres finalistas.

Mejorar la experiencia universitaria

Mavi Mestre renovó en primavera su cargo como rectora con la promesa de “humanizar y hacer más confortables los campus”, con el objetivo de “mejorar la calidad de vida de las personas de la comunidad universitaria”.

En concreto, el programa hablaba de espacios “más amables y mejor acondicionados a las necesidades de confort y nuevos usos de las instalaciones de la Universitat”, a lo que darían respuesta las tres propuestas presentadas hoy. De hecho, las promesas electorales también incluían que “los grandes proyectos transformadores se abordarán de manera participativa”.

Un campus en la trentena

La renovación del campus de Tarongers es una cuestión pendiente para la UV, especialmente la construcción de un nuevo aulario, un proyecto no iniciado por la falta de financiación universitaria y necesario por el aumento de alumnado de los grados, dobles grados y másteres que se cursan en esos edificios, todos de Ciencias Sociales y con una alta demanda; asimismo como la necesidad de más laboratorios o del uso de la tecnología.

La rectora Mavi Mestre ha explicado hoy que la construcción de este nuevo edificio, ubicado detrás de la parte más nueva de Magisterio, será paralela a la reforma del exterior del campus y, cuando esté listo, conllevará la reordenación de los espacios y las titulaciones, para reagrupar los estudios afines en los mismos aularios.

El campus de Tarongers cumple este otoño 27 años. A los edificios iniciales de 1995 (dos aularios, dos facultades y una biblioteca) se han ido sumando con el paso del tiempo otros nuevos espacios (para Sociales y Magisterio), así como nuevas instalaciones en la calle Serpis.

Pese a la apariencia de robustez de los edificios primigenios y de no ser de los más antiguos de la universidad, lo cierto es que las fachadas de caravista han dado numerosos problemas, que han requerido de varias intervenciones desde 2003, la última después del confinamiento y por valor de un millón de euros. Los últimos cursos, además, también se ha renovado el mobiliario de las aulas.