La exvicepresidenta del Consell y exconsellera de Igualdad, Mónica Oltra, llegó ayer «tranquila y serena», según sus palabras, a la Ciudad de la Justicia para declarar como investigada en la causa abierta por el Juzgado de Instrucción 15 por el tratamiento de su conselleria al caso de la menor tutelada que sufrió abusos a manos de un educador. Su exmarido en el momento de los hechos, según detalló Oltra en su declaración, aunque seguían compartiendo vivienda. 

Durante su declaración ante el juez y el fiscal del Juzgado de Instrucción 15 de València, que se prolongó durante siete horas, Oltra reiteró que se enteró de la investigación a su exmarido el 4 de agosto de 2017. Y no por la vía oficial, sino porque él se lo comunicó vía telefónica cuando ella se encontraba de viaje. Vacaciones que tuvo que interrumpir de forma abrupta, según explicó al juez, porque uno de sus hijos tuvo que ser intervenido de urgencia en un hospital valenciano y permaneció ingresado durante un mes, que ella pasó junto al menor en el recinto hospitalario y quince días compaginándolo como presidenta en funciones. Un percance familiar que Oltra detalló ante el juez (y que acreditará con los informes médicos) para justificar que en uno de los momentos clave de la causa, cuando se decide abrir el expediente administrativo sobre los abusos a la menor, ella estaba ausente, preocupada y ocupada en la salud de uno de sus hijos ya que en la intervención se llegó a temer por su vida.

Únicamente relató que llegó a hablar con su jefe de gabinete en la Conselleria de Igualdad para darle instrucciones de «recabar información y exigir la máxima pulcritud, diligencia y la mayor protección de la joven». De ahí que la decisión «formal» de iniciar el expediente administrativo Oltra lo deriva a la directora general de Infancia y Adolescencia, Rosa Molero. Éste es uno de los puntos controvertidos de la causa: Quién ordena la apertura de este informe, considerado un «expediente parajudicial» para desacreditar a la menor que sufrió los abusos a manos del monitor Luis Ramírez Icardi (condenado a cinco años de prisión en una sentencia sobre la que el Supremo aún ha de pronunciarse si acepta analizar el recurso). 

La exconsellera de Igualdad también explicó que sus declaraciones ante los medios de comunicación en las que se atribuyó la orden de abrir el expediente responden a un «estallido emocional». En las mismas, realizadas el pasado 7 de marzo en un desayuno informativo reconoció: «Yo encargué el expediente informativo porque necesitaba saber qué había pasado. Se lo dije a la directora general, y la directora general pidió que se averiguase qué ha pasado. No hay nada más. Todo lo demás son ganas de una cacería política de la extrema derecha (…). Que dejen de molestar a la gente y a las funcionarias y de poner en entredicho su profesionalidad. Si me quieren a mí, me tienen a mí». 

Oltra se desdijo ayer, como ya apuntaba en su escrito de defensa, y justificó este supuesto arrebato de sinceridad argumentando que fue en un momento de «alta tensión emocional» , por un comentario que le realizaron sus hijos en referencia a lo mal que lo estarían pasando las familias de los trabajadores de la conselleria investigados. Así, esgrime que hizo esa manifestación para proteger a los profesionales de su conselleria «de la cacería política de la extrema derecha», en el que el blanco de la persecución era ella. «Era injusto que ellos y su familia estuvieran padeciendo. Fue mi manera de desahogarme».

"Nunca he tenido el expediente informativo, ni el informe de Espill en mis manos»

Eso sí, ante las insistentes preguntas del juez, Oltra matizó que en ningún momento dio instrucción alguna sobre este caso y que cuando dijo que ella «ordenó» el informe, era una forma de hablar «al utilizar el plural mayestático» haciendo referencia a la conselleria. Asimismo, puso como ejemplo el caso de la operación de un cirujano, intervención sanitaria en la cual obviamente el conseller de Sanidad no tiene conocimiento de la misma, extrapolándolo a un posible caso de abusos de una menor tutelada, de la cual, según alegó, no tenía por qué haber sido informada. En el mismo sentido explicó que dado el organigrama de la conselleria, quién debía saber sobre los abusos denunciados sí tenía conocimiento, y no ella. 

Respecto al contenido del expediente administrativo y el informe del Instituto Espill sobre la menor, Oltra desveló al magistrado y al fiscal que nunca los ha tenido en sus manos, ni conocido su contenido. Asimismo, al ser interrogada sobre cuestiones valorativas de la gestión realizada por técnicos de su conselleria, que no dieron credibilidad a la menor, Oltra respondió: «No soy psicóloga, ni tengo conocimientos para emitir un juicio sobre actuaciones profesionales».

La declaración no fue grabada

Contundente, tranquila, y por muchos momentos convincente en sus explicaciones, dando detalles del momento en el que supuestamente se enteró que su exmarido, con el que ya no hacía vida conyugal pero con el que compartía vivienda, estaba siendo investigado por un caso de abusos a una menor tutelada en el centro de València en el que trabajaba como educador. Así se mostró la exvicepresidenta del Consell a lo largo de las siete horas de interrogatorio, el cual no fue grabado por decisión del juez, para evitar posibles futuras filtraciones de las imágenes.

Una de las cuestiones puestas en tela de juicio por el juez es el supuesto «pliego de descargo» que se le permitió realizar al educador tras ser acusado de hechos tan graves como son unos abusos continuados a una menor, una vez reincorporado a su puesto de trabajo. Y cómo éste pide presuntamente asesoramiento a la directora del centro para saber qué quitar o añadir a su favor.

"No soy psicóloga, ni tengo conocimientos para emitir un juicio sobre actuaciones profesionales»

En cuanto a otro indicio que apunta al posible encubrimiento del caso por parte de la conselleria que dirigía, el juez le recordó el correo enviado por la técnico de la Sección del Menor de la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas el 21 de febrero de 2017 a la directora del centro, ambas investigadas en la causa. «He hablado con Paco con total discreción que derive al psicólogo cita martes 28», se dice textualmente. Respecto a la expresión utilizada «con total discreción», la exvicepresidenta simplemente sostiene que es un elemento valorativo si una técnico pone énfasis en dicha expresión. Sobre esta y otras cuestiones la explicación más repetida era que «los técnicos de la conselleria trabajan según su leal saber y entender».