Energía asequible y renovable. Así reza el séptimo precepto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que fijan entre sus metas garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos, así como aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas y, todo ello, antes del año 2030, por lo que es necesaria la cooperación internacional, la ampliación de infraestructuras y la mejora tecnológica.

La emergencia climática no ofrece alternativa y acometer la auspiciada transición ecológica es una de las grandes asignaturas pendientes que dicta la Agenda 2030.

La Ley de Contratos del Sector Público estipula que la Administración debe imponer criterios ambientales para acceder a adjudicaciones y, respecto a las entidades privadas, la «Guía para pymes ante los Objetivos de Desarrollo Sostenible», elaborada por la Red Española del Pacto Mundial, incide en tendencias vinculadas a criterios sostenibles que generan nuevos nichos de inversión para pequeñas y medianas empresas

Las renovables son la fuente de aprovisionamiento energético más barato, sobre 30 euros por MWh

En este sentido, en la Comunitat Valenciana son vastas las iniciativas emprendidas, entre las que destaca Missions València 2030, un modelo de gobernanza de la innovación basado en misiones que, entre otras iniciativas, promueve la neutralidad climática de la capital del Túria en dicho año.

Y es que, las ciudades representan más del 65 % del consumo de energía, responsable de más del 70 % de las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono.

Tanto la Universitat Politècnica de València (UPV) como la Universitat de València (UV) ya se han adherido a dicho objetivo. El campus de Vera de la primera de ellas se convertirá en un laboratorio y banco de pruebas para generar conocimiento sobre la descarbonización y aplicarlo en los barrios de València, mientras que la Càtedra de Cultura Empresarial de la segunda firmó un acuerdo de colaboración el año pasado con el Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunitat Valenciana (CE/R+S) para fomentar la sostenibilidad y la implantación de los ODS en las empresas valencianas. 

En esta misma línea, el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y la Red Española del Pacto Mundial firmaron también en 2021 un protocolo de colaboración para capacitar en la Agenda 2030 a empresas de la autonomía. Pero, ¿por qué energías asequibles y renovables?

Energías renovables

Sobre las pocas certezas que arroja el futuro, que este será sostenible es un axioma irrefutable. Desde autobuses funcionando con biocombustibles hasta edificios autónomos mediante el uso de energía solar o la proliferación de campos urbanos, la eficiencia energética se materializa en el territorio gracias al potencial empresarial en materia energética que alberga la autonomía. 

El campus de Vera de la UPV se convertirá en un laboratorio para generar conocimiento sobre la descarbonización

Ejemplo de ello es Avaesen, el clúster pionero de las tecnologías limpias en la Comunitat Valenciana premiado como única asociación española de energía sin ánimo de lucro por la European Cluster Excellence Initiative, como también lo es la denominada «revolución de los tejados» promovida por Som Energia sobre la autoproducción de energía fotovoltaica.

La Oficina de la Energía resulta también fundamental al apelar a la ciudadanía y empoderarla respecto a su consumo.

Comunidades energéticas

Las comunidades energéticas son un modelo clave para lograr una transición energética sostenible y justa, cuyo despliegue en las redes de distribución traerá multitud de beneficios sociales, económicos y medioambientales.

Estos no solo afectarán a la comunidad y sus miembros, sino a toda la sociedad en su conjunto, ya que el despliegue a gran escala de este tipo de ecosistema energético favorecerá enormemente la reducción de emisiones de efecto invernadero, mejorará la eficiencia energética y dará mayor seguridad al suministro al ser un modelo que acerca la generación al consumo.

Existen muchas iniciativas de comunidades energéticas locales, sobre todo, basadas en el autoconsumo colectivo.

Sin embargo, todavía es necesario avanzar tanto en la regulación como en el desarrollo tecnológico para conseguir sacar el máximo provecho a este nuevo modelo energético.

A nivel regulatorio ya se han dado los primeros pasos al introducir las definiciones de «Comunidades de Energías Renovables» y «Agregador Independiente» en la normativa española. 

Respecto a la variable tecnológica, el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) cuentan con un piloto de digitalización energética, «GAMMA», puesto a disposición de las empresas para comprobar las ventajas de la digitalización de la energía a través de un gestor energético.