Las restricciones a la movilidad que supuso el confinamiento por la pandemia de covid-19 afectaron a toda la población, pero especialmente a los grupos más vulnerables, como las personas con esquizofrenia. Por ello, un estudio de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) y del Centro de Referencia Estatal de Atención Psicosocial a Personas con Trastorno Mental Grave (CREAP) del Imserso ha calculado el impacto de estos meses en los niveles de ansiedad y depresión en estos pacientes.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista científica internacional 'Healthcare', muestran que durante el confinamiento se requirió un aumento de la medicación en uno de cada cinco pacientes participantes en el análisis debido al incremento de los niveles de ansiedad y depresión. También detectan cambios perjudiciales en el estilo de vida, como un mayor consumo de tabaco entre los fumadores.

Los autores de la investigación son las profesoras del Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la CEU UCH Gemma Biviá, Loreto Peyró, Laura García Garcés e Inmaculada Sánchez; el profesor Juan Francisco Lisón, del Departamento de Ciencias Biomédicas e investigador del CIBERobn; y los investigadores del Grupo TXP Gonzalo Haro y Francisco Arnau. Por parte del CREAP, los investigadores Pau Soldevila y Víctor González Ayuso. Estos especialistas han evaluado los niveles de medicación, ansiedad y depresión, el consumo de tabaco o la adhesión al ejercicio físico y a la dieta mediterránea.

El estudio evalúa los efectos del confinamiento en 102 personas con esquizofrenia

Así, a través del diseño de un cuestionario online han determinado los efectos que tuvo el confinamiento en 102 personas con esquizofrenia del CREAP y del CHPC. El cuestionario, compuesto por 43 ítems, se ha elaborado a partir de distintas escalas validadas internacionalmente, indican desde la CEU UCH.

"Los pacientes completaron el cuestionario diseñado por el equipo investigador junto a su médico, identificando sus hábitos tanto antes como durante los periodos de aislamiento y restricción de movimientos a la población que supuso el inicio de la pandemia en marzo de 2020", explica en un comunicado la profesora Gemma Biviá.

Mayor medicación

En concreto, veinte de los 102 pacientes (un 19 % del total) tuvieron que aumentar su medicación. Un resultado que se suma a otros importantes incrementos: los relativos a los niveles de ansiedad y depresión. "Más de un 16 % sufrió ansiedad severa y casi un 10 % depresión severa, cuando antes del confinamiento solo la sufrían el 1% y el 2% respectivamente", ha detallado la doctora.

Más de un 16 % sufrió ansiedad severa y casi un 10 % depresión severa

Otros hábitos evaluados reflejaron variaciones importantes. "El número de las personas con esquizofrenia que fumaba más de un paquete de tabaco al día pasó del 5 al 11 % durante el confinamiento", ha apuntado. Sin embargo, la adhesión a la dieta mediterránea no registró cambios "significativos". Eso sí, aumentó el número de horas de sedentarismo debido a la restricción a la movilidad.

Con todo, los autores del estudio destacan la importancia de utilizar internet para fomentar la adhesión a hábitos de vida saludables entre las personas con esquizofrenia, ante posibles situaciones de confinamiento o aislamiento de la población en general, para mejorar el bienestar de los más vulnerables en un contexto de falta limitación de la movilidad y aislamiento semejante al vivido por la pandemia.