Impuestos y reforma de la financiación autonómica son vasos comunicantes que aunque parezcan unidas con un hilo muy fino, igual que ocurre con los envases de yogur, lo que se dice a un lado se escucha al otro. Ya lo dijo la semana pasada Ximo Puig ante Pedro Sánchez que abogó por penalizar en el reparto de fondos del modelo de distribución para las comunidades a aquellas que bajaran impuestos, una petición que ahora la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, parece devolverle.

La máxima responsable de las cuentas públicas del Gobierno ha rechazado la "espiral" de bajadas fiscales en que están entrando las comunidades autónomas, a las que ha pedido "coherencia" porque son las mismas que están pidiendo más recursos al Gobierno. Es decir, si se pide más dinero por parte del Estado, no se puede renunciar a recaudar más dinero de los contribuyentes porque al final todos esos fondos que se piden proceden precisamente de "la misma bolsa de los impuestos de los ciudadanos".

Justo después de que Puig se haya sumado a la estrategia de rebajas fiscales que ya están acometiendo otras autonomías gobernadas por el PP, Montero ha alertado sobre los efectos adversos de esta carrera y ha dejado claro que la posición del Gobierno es opuesta a las "bajadas masivas de impuestos". Es ahí donde la ministra les ha pedido "coherencia" en sus planteamientos porque "la gran mayoría" reclaman más recursos al Ejecutivo central. No obstante, la diferencia es la cantidad: los 150 millones de la reforma fiscal con los más de 1.300 que se calculan de la infrafinanciación.

"No se puede ir a una espiral de bajada fiscal por parte de las comunidades autónomas", ha aseverado este miércoles en los pasillos del Congreso, donde ha advertido de que esto "no es bueno" y más perjudicial con unos impuestos que con otros. Así ha recordado que el impuesto de patrimonio -suprimido en Madrid y Andalucía, ambas gobernadas por los populares- solo lo paga el 0,2 por ciento de la población.

Son reformas encaminadas a proteger a la población más vulnerable y de manera que "los que más tienen, más aporten", ha explicado. Es más, ha remarcado que tanto el Banco Central Europeo, como la OCDE, el FMI, los comisarios europeos y "todos los organismos internacionales" desaconsejan bajadas masivas de impuestos y recomiendan reducciones "quirúrgicas" y "selectivas". "Hay que ser muy rigurosos, muy cuidadosos y muy coherentes", ha concluido la titular de Hacienda, quien ha recordado que en juego está "el bienestar de los ciudadanos".