El edificio de más alta representación de las instituciones valencianas y símbolo del pueblo valenciano. El Palau de la Generalitat es un misterio para muchos de los transeúntes que pasean a diario y de forma esporádica por sus alrededores que se desvela en algunas ocasiones, esta semana es una de ellas.
La emblemática construcción se abrió ayer de nuevo al mundo, una de las actividades programadas por la semana de celebración del 9 d'octubre, día de la Comunitat Valenciana. Fue la primera vez que el edificio abría sus puertas con motivo del efeméride tras la pandemia pues, tal como comentaban ayer algunos de los guías, el año pasado sí se hizo jornada de puertas abiertas pero fue después de esta fecha tan esperada. Permanecerá accesible hasta el día 6 de octubre y el horario de visitas es de 11:00 a 19:00 horas.
Ayer, poco después de las once de la mañana, la gente aguardaba ante dos puestos de horchata y mazapán y zumo de naranja que ofrecían a conocidos y desconocidos una degustación de las tradiciones del territorio en la víspera de su gran día. Justo al lado, las personas se acercaban a la puerta del gran Palau. Algunas con determinación, otras dubitativas: "¿Se puede entrar?", "Adelante", contestaba la persona que guardaba la entrada.
"Es de agradecer que abran al público"
El camino estaba perfectamente señalizado. Empezando por el Patio Gótico y tras subir unas pequeñas escaleras se llegaba a la Sala Dorada Grande, donde una extranjera preguntaba a una de las guías qué se hacía en esa estancia. "Aquí es donde el President se reúne con las más altas instituciones de España y del Mundo", apuntaba en inglés.
"Es curioso porque ves en la televisión la mesa del Consell, así como otras salas", dice un visitante
Salón Dorado Pequeño, unas escaleras y Sala Vella o Sala del Consell, donde se reúnen todos los consellers i conselleras. Mariví y Diego, que son de Cullera, habían ido a propósito, ya que sabían que empezaban las puertas abiertas. Él por primera vez, ella a acompañarle. "Me gustó mucho cuando vine y es de agradecer que abran las puertas y dejen entrar a la gente a conocer algo que normalmente está cerrado", comentaba Mariví. Diego, por su parte, decía que le había impresionado la majestuosidad del lugar. "Es curioso porque ves en la televisión la mesa del Consell, así como otras salas".
La ruta seguía por el Salón de Reyes y finalizaba en la Sala Nova, adornada por imágenes espectaculares y emblemáticas en todos los actos públicos de las instituciones valencianas. Margi, Fausto, Viviana y Araceli son colombianos pero viven en Italia. Se encontraron la visita de casualidad y salieron maravilladas, sobre todo por "la elegancia" y "hermosura" del lugar.
De la misma forma que Carla, Juan, María y Noelia, un grupo de amigos de Montanejos y València que habían asistido expresamente a la cita. "Estudiamos diseño de interior y queríamos ver los techados y ventanales, son una pasada", comenta el grupo de 22 años. Los visitantes eran variopintos. Locales, turistas nacionales e internacionales. Todos caminaban con la cabeza hacia arriba, hacia los lados e incluso hacia abajo para no perderse detalle del palacio más emblemático de los valencianos.
