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"Ya de muy niño quería ser cura"

Los vecinos de Quatretonda recuerdan la vocación temprana del arzobispo Enrique Benavent, su cercanía y el arraigo a un pueblo al que regresa siempre que puede, donde sale a caminar por el monte o ayuda al párroco de los Santos Juanes

Enrique Benavent, gran amante de las caminatas, calzado con deportivas en una romería en Castellón. Francesc Segura

Enrique Benavent Vidal (Quatretonda, 1959) tuvo claro desde bien infante que quería ser sacerdote. La suya fue una niñez de jugar largas horas en calles sin coches. Ya entonces reclamaba para sí el papel de religioso. «De menut sempre volia fer de retor i es muntava un altaret», rememora décadas después Bienvenida Alberola. Y al bucear en la memoria colectiva rescata la imagen de una botigueta que en su interior tenía la pequeña imagen de un santo. «Todos los días, de muy niño, pedía permiso para entrar y rezar», cuenta a las puertas de la casa municipal.

Tan firme era su voluntad de ordenarse que la familia decidió enviar a los mellizos Rafael y Enrique al seminario. «La vocación solo la tenía uno, mi tío, que de muy pequeño ya quería ser cura, pero mis abuelos no querían hacer distinciones», explica la sobrina y ahora alcaldesa Aina Benavent con la voz entrecortada por los recuerdos. No lejos del consistorio, en la calle de Les Eres, nació y creció quien hoy es noticia por suceder al cardenal Cañizares al frente de la diócesis de Valencia. «Estamos muy contentos, incluso los que no son asiduos a la iglesia», confiesa Federico Alberola.

Javi Benavent, el peluquero del nuevo arzobispo PERALES IBORRA

En cada rincón hay un comercio o alguien que se apellida como el arzobispo. Es el caso de la peluqueria de Javi Benavent. Su padre ya era barbero y de él heredó el oficio. Desde hace treinta años regenta su propio negocio, situado a escasa distancia del ayuntamiento. En realidad en esta pequeña localidad de la Vall d’Albaida todo queda relativamente cerca. Allí acude religiosamente a cortarse el pelo desde siempre Enrique Benavent. Costumbre que ha mantenido en sus diez años como obispo de Tortosa. «Hasta me casó él», dice Javi.

Aina Benavent, alcaldesa de Quatretonda y sobrina del nuevo arzobispo de València PERALES IBORRA

Secreto bien guardado

El pasado jueves, cuando se empeñaba en negar los insistentes rumores que ya le situaban en la Seu, no faltó a la cita que había concertado previamente. «Cuando ha de venir al pueblo llama y pide turno como cualquier vecino», remarca el peluquero. Ese día no soltó ni prenda sobre su futuro, bromea Gloria Esquer.

«Es un hombre de raíces, apegado a la tierra, de costumbres sencillas y humilde», coinciden tanto la alcaldesa como el párroco del pueblo, Vicent Espasa. Esa cercanía que le caracteriza le permitirá, auguran, ganarse incluso «a los de menos misa». Espasa, natural de Gata de Gorgos pero con una década ya en Quatretonda, mantenía un día después la misma sonrisa de satisfacción. «Es un honor muy grande porque cuando vuelve me ayuda e incluso me sustituye cuando yo no puedo oficiar», recalca mientras muestra la restauración de las pinturas de Miquel Vaquer llevadas a cabo en los Santos Juanes.

«Si quieres llegar a tu gente has de hablar en valenciano», señala la alcaldesa y sobrina del arzobispo

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Como otros tantos religiosos espera de esta nueva etapa más facilidades para poder impartir la palabra de Dios en la lengua autóctona. En definitiva que libros litúrgicos como el Misal, el Breviario o el Leccionario estén disponibles en valenciano. «Su uso ahora es muy precario, esperemos que poco a poco pueda ir cambiando esta situación», comenta. Está convencido del buen hacer del sucesor de Cañizares «por su conocimiento profundo y real del clero».De él subraya también su estilo cercano, en la línea del papa Francisco.

Bienvenida Alberola PERALES IBORRA

Intelectual, gran lector y asiduo de la bicicleta

Hay también coincidencia en resaltar la vertiente profundamente intelectual de Benavent. «Es un gran lector y cuando viene de vacaciones se pasa el día estudiando», comenta en el despacho de alcaldía Aina Benavent (Compromís).Además de confesar su profunda admiración por el hermano de su padre no tiene dudas de que supondrá un importante revulsivo en el tema lingüístico. «Si quieres llegar a tu gente has de hablar en valenciano», apunta.

Su valencianía y su pasión por la bicicleta salen siempre a colación cuando se requiere la opinión de los vecinos. De hecho cuando se toma unos días de descanso y vuelve a casa es habitual verle pedaleando o dando largas caminatas. «Li agrada molt pujar a la serra», apunta Federico Alberola, a lo que asiente Carmen Plà, quien compartió calle con el prelado. Pese a la fina lluvia que empieza a coger fuerza todo el mundo tiene tiempo para un elogio. «Es de categoría», resumen Federico y Josefa García.

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