La renovación de los seis órganos dependientes del Consell que están a expensas de recambio porque ha expirado el mandato de todos o de una parte de sus integrantes no se prolongará como la del Poder Judicial español, camino de cuatro años de bloqueo.
El Botànic está decidido a acometer los cambios ya este mismo mes de octubre. La idea es que puedan llevarse a pleno de las Corts las propuestas que ya estarán consensuadas entre el tripartito y los partidos de la oposición, PP y Ciudadanos, para que en el último pleno del mes les Corts Valencianes apruebe todos los nombramientos en bloque. Esa era la idea que tenía el Botànic desde que en marzo entró en funciones la Sindicatura de Comptes.
Estos días se ha sumado a la interinidad el órgano consultivo supremo del Consell, el que vela para que las decisiones que adopta el gobierno valenciano se atengan en materia jurídica al Estatut y a la Constitución.
El Consell Jurídic Consultiu, el órgano que preside Margarita Soler, acaba de comunicar a las Corts que desde el pasado 4 de octubre ha expirado el mandato de cuatro de los consejeros y consejeras elegidos por las Corts, por lo que procede su renovación.
En el escrito que firma Margarita Soler se señala que le corresponde a las Corts elegir a cuatro de los consejeros y consejeras por mayoría de tres quintos para cumplir con la ley.
La elección tiene que realizarse entre profesionales y científicos que se hayan distinguido en el campo del Derecho, con más de quince años de ejercicio profesional efectivo o bien sean juristas de reconocido prestigio y con experiencia en asuntos de Estado o autonómicos. Lo más probable es que continúe Soler.
Todos en tiempo de espera
En total son seis los órganos del Consell que están en período de interinidad. Desde marzo lo está la Sindicatura de Comptes y también desde el fallecimiento de Santiago Grisolía el Consell Valencià de Cultura para el que suena, como ha publicado Levante-EMV, la oncóloga Anna Lluch. Del mismo modo están pendientes de renovación el Consell de Transparencia, el de Universidades o el del Audiovisual, cuyos cambios permitirían actualizar el consejo rector de la radiotelevisión autonómica que tiene a su presidenta, Mar Iglesias, en funciones.
La intención del Botànic es que todos los nombramientos puedan realizarse antes de que acabe el mes de octubre. Los partidos mantienen contactos discretos , no solo los del Botànic, sino también representantes del PP o de Ciudadanos para hacerlo posible este mes.
El nombre del nuevo Síndic de Comptes que sustituirá a Vicent Cucarella es una de las grandes incógnitas. Lo propondrá Compromís en virtud de un acuerdo del primer Botànic por el que la coalición designa el nombre de la persona que dirigirá el órgano fiscalizador, como ya hizo con Cucarella. Tiene que ser una persona que no haya formado parte de una entidad fiscalizada por la Generalitat en los últimos cuatro años, por lo que no puede ser por ejemplo un integrante del Consell.
Un hecho inédito
En la Sindicatura existe cierta preocupación porque si se confirma una renovación completa de los tres miembros, algo que no ha pasado nunca, temen que se rompa la dinámica que tiene la institución desde hace años porque siempre alguno de los síndicos se ha mantenido en la terna de forma que los cambios no resulten drásticos y puedan afectar al funcionamiento de un órgano clave.
Todos los organismos pendientes requieren de mayoría reforzada en la cámara, por lo que es necesario que el Botànic tenga el apoyo de algún grupo de la oposición, razonablemente del PP, que es la formación que seguirá en la cámara la próxima legislatura frente a la más que probable desaparición de Ciudadanos.
Una de las novedades es que por primera vez cuatro miembros del CJC los escogen las Corts y dos el Consell después del cambio en la ley, frente a los tres y tres anteriores. Y, además, hasta ahora la presidencia era nombrada por el president de la Generalitat y en la próxima renovación al presidente del CJC lo eligirán ya los propios miembros del consejo.
