A nadie le resulta ajeno ver obras a medio terminar en los municipios que a menudo transitamos. Llevan tantos años paralizadas que acaban por formar parte del paisaje urbano, con sus pilares de carga y los techos y suelos de hormigón que les caracterizan. Son obras fantasma, que están, pero no se pueden utilizar, o quedaron a medio hacer. Esta semana salía a la luz el caso de la piscina de Tavernes, paralizada durante 12 años y ya conocida entre el vecindario como «el Escorial». La crisis económica de 2008 y la sanitaria de 2020 han sido los baches que no han podido superar.
El CAMP DE MORVEDRE
El pabellón del Port, diez años en el atolladero
La construcción de un polideportivo en el Port de Sagunt es una de las obras recientes que más se ha prolongado en la comarca. La obra se impulsó en 2010, dentro del Plan Confianza o Plan Camps y estuvo parada durante 8 años hasta que, en octubre de 2020, la constructora valenciana Víctor Tormo (Vito) se hizo cargo del último contrato impulsado para acabarla, después de que tres empresas le hubieran dado forma antes. su reanudación ha tenido que superar la reciente crisis de precios y suministros. Aunque la Junta de Gobierno Local adjudicó el contrato en octubre de 2020 por 3,5 millones, solo un año después tuvo que aumentar en 389.783 euros el plan inicial por el alza de costes. Ahora, las últimas previsiones son que el pabellón esté disponible a finales de año.
L’HORTA
La residencia de Picanya y el hotel de la Pobla de Farnals
En Picanya, el edificio destinado a una residencia de mayores ha estado paralizado durante 15 años, por lo que ha sufrido expolios, ocupaciones e incluso algún incendio. La causa fue un problema interno de gestión de la empresa adjudicataria (tenía que construirla y gestionarla), que provocó la suspensión de las obras. La crisis de 2008 impidió que se encontrara otra firma que sustituyera a esta y ha sido en los últimos dos años cuando el consistorio y la Conselleria de Políticas Inclusivas han logrado que otra empresa se hiciera cargo, para lo que ha tenido que superar una auténtica maraña judicial y administrativa. Las obras se retomaron en verano y el proyecto va a suponer para la adjudicataria un desembolso de 9 millones.
En la Pobla de Farnals, esta semana se han reiniciado las obras del hotel en la playa, que se proyectó hace tres décadas. Quedó abandonado por la empresa constructora y al ser una propiedad compartida por 80 personas, no hubo acuerdo para retomar una iniciativa privada. Finalmente, el consistorio lo subastó y se adjudicó a un nuevo promotor que, tras un nuevo parón, se ha retomado esta semana.
LA SAFOR
El Trinquet de Gandia, a la espera desde hace cuatro años
El trinquet municipal de Gandia, construido con subvenciones de la diputación, también está paralizado desde hace cerca de cuatro años debido al contencioso judicial que mantienen este ayuntamiento y el vecino de Benirredrà. La obra se construyó sobre suelo reservado para aparcamiento, y a solo 20 metros del término de Benirredrà. Residentes de ese municipio, con el respaldo absoluto del consistorio, interpusieron una demanda con sentencia que, hasta ahora, mantiene la obra paralizada. Gandia, por su parte, trata de «legalizar» la obra mediante una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que ya ha sido aprobada por la Generalitat y admitida en una primera sentencia judicial. La obra costará 1,5 millones de euros, pero cada día que pasa se acrecienta su deterioro.
LA COSTERA
Una plaza de toros que solo ha usado Elton John
Desde que así se decidió hace seis años en una consulta popular, la malograda plaza de toros de Xàtiva permanece cerrada a los espectáculos taurinos. El coso que en 2007 acogió un concierto de Elton John, no tienen ningún uso. El consistorio alega que no cumple las condiciones técnicas de seguridad. La remodelación proyectada durante la etapa de gobierno de Alfonso Rus costó más de 11 millones, sobrecostes incluidos. Las obras, sin embargo, quedaron inacabadas durante la crisis, y según cálculos municipales faltan 3 millones para terminar las actuaciones previstas y que la plaza esté operativa. Sin embargo, el gobierno socialista de Xàtiva descarta destinar más fondos.
El CAMP DE TÚRIA
Un bypass metropolitano que sigue siendo una utopía
El único tramo por terminar de la CV-50 es, seguramente, el más importante por el impacto que en su entorno. Estaba llamado a ser una ronda más allá del bypass, que uniría la CV-35 desde Llíria hasta la A-3 en Vilamarxant. Tras varios vaivenes administrativos, hoy por hoy es el Consell quien debe promover las obras, cuyos trámites se iniciaron en 2007.En 2013 aún no se habían iniciado las expropiaciones.
De Tavernes de la Valldigna a Cheste la vía está en funcionamiento, pero el desdoblamiento está aún pendiente en municipios como Vilamarxant, Pedralba o Benaguasil. La obra está valorada en 170 millones y permitiría descongestionar la CV-35 y la A-7, además de facilitar la implantación de empresas e industria en elCamp de Túria.
El tramo de 23 kilómetros que está pendiente de ser construido fía su futuro a los Fondos de Recuperación, la única opción a corto plazo para financiar la obra.
LA MARINA
El auditorio de Xàbia, dos años en parálisis
Si en Xàbia hay una obra maldita, es el auditorio. Hasta en dos ocasiones la empresa adjudicataria abandonó los trabajos de construcción desde que comenzaron en 2017, y la crisis de la covid-19 volvió a paralizarla. La situación dos años después es que el consistorio ha tenido que modificar el proyecto original para convocar por tercera vez el concurso de obra.
En Xàbia también está paralizado el polígono industrial, y enCalp el ayuntamiento retiró el concurso para la reforma de la plaza Mayor.Teulada, como enTavernes, va ya por la segunda empresa contratada para terminar su piscina municipal.
