La Comunitat Valenciana «suspende» en la transición energética y por ende también en la lucha contra los efectos del cambio climático. Así de taxativa se mostraba este martes Mireia Mollà, consellera de Agricultura y Transición Ecológica, en la presentación del último Informe sobre el Estado del Medio Ambiente. Con un tono enérgico y que no dejaba lugar a las dudas, Mollà exhortaba «a todo el gobierno valenciano» a revertir la situación y «a impulsar sin complejos las tramitaciones». «Reclamo el mismo esfuerzo y compromiso que estámos haciendo nosotros al resto de conselleries», remarcaba, en alusión a Economía Sostenible y Política Territorial.
Los proyectos entran en la ventanilla de la primera, dirigida por Rafa Climent (Compromís), pero las autorizaciones encallan en la segunda, en manos de Rebeca Torró (PSPV). En realidad a quien apuntan las quejas de Mollà (Iniciativa) no es al partido socialista, sino a la directora general de Paisaje, Rosa Pardo (Més). Pardo aboga por la defensa del territorio y la soberanía municipal en la implantación de parques solares de cierta envergadura, que muchas autoridades locales acogen con recelo. Mollà deja entrever en todo caso que no hayan puesto interés ni medios humanos, como sí lo ha hecho su departamento.
En los últimos tres años apenas ha variado la potencia eléctrica instalada de energías de origen alternativo
Lo cierto es que en los últimos tres años apenas ha variado la potencia eléctrica instalada de fuentes verdes, que se mantiene estable en 8,3 GW, correspondiendo al 28 % del total. La cifra está lejos del objetivo de alcanzar el 50 % planteado para 2020 en el Plan de Energía Sostenible de la Comunitat Valenciana, tal como recoge el extenso documento elaborado por su departamento y dado a conocer en unas jornadas en el centro cultural Bombas Gens.
Mollà recalca que las plantas solares medianas y pequeñas, de menos de 50 megavatios, y que son las que puede autorizar el Consell deben desarrollarse siguiendo el mapa elaborado por el órgano ambiental que ella dirige. «Hemos puesto sobre la mesa las herramientas idóneas para que tengan toda la garantía ambiental», insistiendo en que su conselleria ha sido «facilitadora», por lo que insta al resto a no poner trabas a la transición energética «justa y sin impactos». La secretaria autonómica de Transición Ecológica, Paula Tuzón, asentía a su lado y admitía que queda aún mucho tramo por recorrer.
El tirón de orejas no se queda solo en las consellerias con voces discordantes. También se extiende a los ayuntamientos reacios a dar el salto y cambiar el modelo. «He de hacer un llamamiento absoluto a los municipios para que faciliten la tarea de implantar paneles solares sobre los tejados y que retiren las trabas existentes en los edificios», incide Mollà. La descarbonización, según la consellera, no es el único medio para hacer frente al cambio climático, sino también «los modelos de producción y nuestro comportamiento social». Punto en que señala la movilidad sostenible.
Acelerar y acelerar
Para Mollà no queda más que «asumir la responsabilidad, actuar en consecuencia y acelerar». Este verbo, acelerar, fue el más repetido a lo largo de sus distintas intervenciones. «Partíamos con unos índices insorportables respecto al conjunto de España», a pesar de contar con los mejores recursos naturales, lamenta. Solo el 7,4 % del consumo de energía en la Comunitat Valenciana procede de fuentes renovables, mientras que el 37,7 % y el 27,9 % proviene al petróleo y al gas natural, respectivamente. El 70 % del consumo corresponde al transporte y a la industria. En el caso del primero, más del 90% es de origen fósil y en la segunda se constata la dependencia del gas natural, que supone un 63,4 %.
El extenso trabajo presentado por la conselleria analiza 68 indicadores sobre el estado del agua, residuos, aire, cambio climático, energía, medio natural o prevención de incendios. «De ellos, 36 mejoran, 20 empeoran y los 12 restantes se mantienen estables», según Paula Tuzón.
En los últimos tres años apenas ha variado la potencia eléctrica instalada de energías renovables
Sobreexplotación de acuíferos, contaminación por nitratos, exceso de ozono malo y más prevención de incendios
El informe constata que los ríos en general tienen una tendencia a la mejora pero todavía hay un 60 % de las aguas superficiales que no han alcanzado su estado óptimo. Las aguas costeras y los embalses son los que tienen mayor salubridad (el 80 % en buen estado); mientras que hay una sobreexplotación de acuíferos y contaminación por nitratos.
Respecto a la calidad del aire la evolución es muy positiva ya que ninguna estación de control y vigilancia presenta valores superiores a los permitidos, a excepción del ozono malo en un 6 % de las estaciones. La Comunitat Valenciana se sitúa un 20 % por debajo de los derechos de emisiones de gases de efecto invernadero que tiene asignados.
Mireia Mollá defendió ayer las actuaciones del Consell en relación con la prevención de incendios, criticó la nula aportación del Partido Popular en su etapa a este capítulo y avanzó la creación del fondo de cooperación forestal con los municipios. «Medio Natural ha de convertirse en la dirección general más potente del gobierno valenciano», dijo.
La llegada de agua para l’Albufera se ha traducido ya en una mejora de sus hábitats. El proyecto del nuevo colector y la depuradora de Alcàsser podría estar listo el próximo año para su licitación por el Ministerio y su ejecución antes de finales de 2027. De los 600 millones para la recuperación integral anunciados por Ximo Puig «están consignados por varias vías.
