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Pobreza y exlclusión

Las oenegés se preparan para un invierno crudo marcado por la inflación: "Nunca hemos visto tantas familias nuevas"

El Banco de Alimentos tiene acopio por encima del 100 %, pero explica que nunca antes han visto tanta demanda | Cruz Roja lanza un plan específico de "respuesta directa" ante la crisis

Imagen de archivo de un reparto de alimentos en València. Loyola Pérez de Villegas Muñiz

"Nunca habíamos visto tantas personas nuevas para darse de alta. En un solo día nos han llegado 107 familias nuevas. Se está notando mucho la demanda social de la gente". El Banco de Alimentos de València atiende ahora mismo a 65.000 familias, pero su director Jaime Serra denuncia que "si la demanda sigue a este ritmo, en Navidad serán 70.000".

La crisis energética ya pega fuerte a las familias, y cada vez hay más nuevas que se acercan a las entidades del tercer sector. Las más grandes ya se preparan para un invierno que promete ser crudo por la inflación y los precios de los suministros, y mientras algunas como el Banco de Alimentos hacen acopio y refuerzan el personal, otras como Cruz Roja incluso implementan programas nuevos para atender las nuevas demandas de la gente.

Una novedad en las colas del hambre: "no vemos gente nueva que suba de los 42 años. Son gente joven, de 27 a cuarenta y dos, y eso nos preocupa especialmente", denuncia Serra. También destaca que una de cada tres personas ya son españolas y crecidas en la ciudad de València, un número que va en aumento con los meses.

El resto son inmigrantes, principalmente de sudamérica "hay peruanos, ecuatorianos y colombianos", y el resto son refugiados de la guerra de Ucrania. "Es cierto que han bajado porque muchos de ellos han vuelto a su país, pero los que quedan todavía son un gran número de atenciones", añade.

«No vemos gente nueva que suba de los 42 años, y llegan parejas jóvenes de 27», explica el Banco de Alimentos

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Aunque el resto de bancos de alimentos tienen las provisiones al 50 %, el de València cuenta con sus almacenes llenos al 120 %. La solidaridad del pueblo valenciano ha desbordado las previsiones, y esta semana empiezan a repartir 714.000 kg de comida llegada de la Comunidad Europea.

"Cruz Roja reacciona"

Otras entidades como Cruz Roja directamente han creado un nuevo dispositivo. El plan se llama "Cruz Roja Reacciona: una respuesta directa, inmediata y cercana ante la crisis". Se centra en las consecuencias sociales de la pandemia, el cambio climático y el conflicto en Ucrania.

Fuentes de la entidad explican que "en líneas generales no llegan nuevas personas en busca de ayudas, sino que detectamos que las personas vulnerables a las que atendemos (sobre todo derivadas por Servicios Sociales) necesitan más apoyo".

Cruz Roja, viendo el encarecimiento de los precios de la energía, asegura que ya viene trabajando "mucho tiempo en talleres de ahorro doméstico donde damos pautas sobre cómo rebajar la factura de la electricidad, pautas de ahorro de energía, kits de ahorro doméstico, y mostramos los pasos para optar al bono social".

De cara al invierno, la entidad trabaja en actuaciones locales coordinadas con ayuntamientos y equipos de respuesta en emergencia para apoyar a las personas que puedan estar más afectadas, como las personas sin hogar. Para ello prepara la Operación Frío con el Ayuntamiento de València, desde diciembre hasta final de febrero y que complementa con otras actuaciones como entregas o ayudas. Incluso están presentes en los municipios de menos de 5.000 habitantes, para acompañar también ahí a los colectivos más vulnerables.

Pobres con y sin trabajo

Hay quien pide comida al Banco de Alimentos y tiene un empleo. "Son los menos, pero los hay. Imagina una familia numerosa donde solo entre un sueldo de 1.000 euros al mes y tengan que el coche, hipoteca, suministros, y a la hora de ir al hipermercado... Hay a quien no le da", dice Serra.

Pero la mayoría son personas defenestradas del mercado laboral tras la pandemia. "Hay familias con niños que te cuentan que no tienen leche, y de un litro tienen que hacer dos. Es crudo pero es así. Creo que puede ser una Navidad bastante agobiante.

Serra asegura que el ritmo de familias nuevas no se había visto nunca en la entidad. "Es algo fuera de lo común y nos tiene preocupados, a veces es vertiginoso", cuenta. Tanto es así que se acercan familias de localidades muy lejanas a València o que no tienen la capacidad de desplazarse por sus bajos ingresos, así que están estudiando una manera de poder atender a estas personas de mejor manera y en sus casas a ser posible.

Pese a todo, explica que no es necesario alarmar demasiado. "Veo una Navidad dura pero estamos en condiciones de hacer frente a todas las personas que están viniendo porque tenemos mucha comida, así que a priori podremos atenderlos", sentencia.

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