"El diagnóstico precoz salva vidas". La comisaria de Sanidad de la Comisión Europea, Stella Kyriakides, era clara el mes pasado. Los estados miembros debían ampliar sus programas de cribado de cáncer de mama para llegar a más mujeres (idealmente de los 45 a los 74 años) y así, asegurar, que se detectan más tumores y, sobre todo, más incipientes lo que garantiza una mayor probabilidad de supervivencia.

El Consell se ha tomado al pie de la letra el mandato europeo y la Comunitat Valenciana se convertirá en 2023 (si ninguna otra iguala la apuesta) en la primera región donde se asuma al completo la recomendación europea: el cribado empezará el año que viene a extenderse de forma progresiva hasta llegar a las mujeres de 74 años, alargando cinco años más las pruebas que ahora se dejan de hacer cuando las mujeres cumplen los 69 años.

En Murcia hace solo días que han anunciado que también extenderán más allá de los 70 años las pruebas de control. Sin embargo, en la región vecina las mujeres entran en el programa de detección precoz a los 50 años y no a los 45 como aquí. De hecho, solo en Castilla La Mancha, La Rioja y Castilla y León se empieza a llamar a las mujeres a los 45 años.

83.000 mujeres más al año

El anuncio lo ha hecho esta mañana el president de la Generalitat, Ximo Puig, en les Corts. De esta forma si cada dos años se "invita" a 800.000 mujeres para hacerse una mamografía hasta los 69 años, el año que viene las que cumplan 70 no saldrán del programa, con lo que se incluirá a "83.000 mujeres más cada año". Por provincias, serán 9.350 mujeres más en Castellón, 42.625 en Valencia y 31.025 en Alicante.

El anuncio llega, además, en una fecha señalada. Un día después del Día Mundial de Lucha Contra el Cáncer de Mama y de la celebración por parte de la Conselleria de Sanidad de los 30 años de funcionamiento del programa de cribado de este tumor, el segundo que se puso en marcha en toda España. En estas tres décadas, según cifras de la administración, estas mamografías han permitido detectar 23.000 cánceres de mama, de los cuales el 70 % se han diagnosticado en estadios precoces.

En estas tres décadas, Sanidad estima que el hacer estas mamografías cada dos años ha ayudado a descender los niveles de mortalidad en cáncer de mama en un 28 %.

Caída de la participación por la pandemia

Los oncólogos especializados en mama han llamado la atención este año sobre el impacto que ha tenido la pandemia de covid en los diagnósticos precoces de este tumor y de otros. De hecho, reconocen que se están viendo tumores más avanzados: el sistema sanitario estaba volcado en la covid lo que complicó el acceso para los pacientes.

Además, en los primeros meses de la pandemia, Sanidad llegó a paralizar este programa de mamografías. Según la conselleria, el año pasado se recuperaron las citaciones de mujeres que tenían que haber sido llamadas en 2020 aunque no se llegó a normalizar todo el programa y algunos indicadores de 2021 como la tasa de participación ha caído tres puntos de 2020 a 2021. "En algunos departamentos se está realizando un plan de incremento de la actividad para recuperar la interrupción producida durante el periodo de alarma por la covid de 2020 (aproximadamente un 40 %)", apuntan desde la administración.