El próximo 27 de octubre València puede hacer historia y convertirse en la primera ciudad del sur de Europa en conseguir el título de Capital Verde Europea 2024. Es una de las dos finalistas para alzarse con el título junto con la ciudad italiana de Cagliari. La ciudad ha presentado una candidatura "consistente y trabajada", según Salvador Otero, director de FCC Medio Ambiente. El proyecto se basa en cuatro pilares: la renaturalización de la ciudad, con la creación de zonas verdes en cada barrio y la recuperación de espacios para la ciudadanía; el compromiso climático; la apuesta por la movilidad sostenible; y la integración y conexión de la huerta con el resto de elementos de la ciudad.

Una de las bases de la candidatura son las zonas verdes, los parques y jardines que surgen como pequeños pulmones a lo largo de la ciudad de València. De su mantenimiento, se encarga entre otros el grupo FCC Medio Ambiente; uno de los grandes apoyos de la candidatura de València a Capital Verde Europea 2024. Junto a ellos, Levante-EMV impulsó el encuentro 'València capital verda, una mirada ciutadana' que dio voz a los valencianos y valencianas el pasado miércoles en el Jardí Botànic.

Proyectos sostenibles para transformar València en Capital Verde Europea

Proyectos sostenibles para transformar València en Capital Verde Europea A. Puchades / BContent

Minutos antes del encuentro, Salvador Otero - un enamorado de València, ciudad en la que "se vive muy bien" - quiso analizar las fortalezas de la candidatura y explicar las líneas de trabajo que se están desarrollando en la transformación sostenible de las ciudades de Europa.

¿Qué tiene València para convertirse en Capital Verde Europea 2024?

Tenemos una candidatura fuerte y potente. El Ayuntamiento de València y empresas como nosotros ya estamos implicados; pero, realmente, debemos estarlo todos porque es un proyecto de ciudad. Llevamos una trayectoria positiva desde hace unos años y el proyecto presenta, ahora, nuevos objetivos. No son personales del ayuntamiento; son compartidos por todos en beneficio de todos los valencianos y valencianas que vivimos en esta ciudad.

"Estamos atravesando un tsunami de precios de la energía que van en contra del camino que estamos emprendiendo"

La Comisión Europea es la encargada de establecer los criterios que sirven para conceder la capitalidad verde. ¿De qué manera los cumple València?

La CE está decidida a impulsar un nuevo estilo de vida europea; no por ser el viejo continente, nos hemos de quedar con los estilos de vida del pasado. Para fomentar este modelo, se creó esta capitalidad, para animar a las ciudades a evolucionar hacia entornos más amables. Hemos de tener en cuenta que en las ciudades vivimos muy juntos y vivimos muchos.

Pero la elección no es subjetiva, sino que se basa en 12 parámetros objetivos, son medibles; esto es muy importante. Entre varios criterios, se mide la climatología, la jardinería, la movilidad urbano u otros aspectos sociales. València ha presentado sus parámetros iniciales y cuáles están evolucionando mejor pero, además, se han establecido qué objetivos se han conseguido ya, cuáles no y a qué velocidad se quieren alcanzar. El proyecto se basa en el compromiso y València es una ciudad comprometida con el nuevo modelo de ciudades europeas verdes y sostenibles.

Desde FCC Medio Ambiente, se encargan del mantenimiento de varias zonas verdes de la ciudad, por lo que han visto de primera mano cómo ha evolucionado el entramado urbano. ¿Cómo valoráis su desarrollo?

Uno de los factores más evidentes es el incremento de metros cuadrados de zonas verde por habitante, los datos lo demuestran. Pero, más allá de eso, ha cambiado el concepto de qué es un espacio verde; ese cabio es muy notable. Por ejemplo, hemos mejorado en buscar especies verdes mucho más sostenibles, que están mejor aclimatadas y condicionadas a la climatología que tiene esta ciudad y los cambios que se han experimentado en este ámbito. Pero, además, se han dado pasos adelante en su tratamiento, con mecanismos más amables, es decir, que no utilicen elementos químicos agresivos, sino que los productos están tasados dentro de los parámetros de la CE. Son dos ejemplos solo de que el trabajo en las zonas verdes se ha profesionalizado mucho.

Salvador Otero durante su entrevista con Levante-EMV. JM Lopez

¿El mantenimiento de las zonas verdes compete solo a las especies vegetales?

No únicamente. FCC Medio Ambiente somos los responsables del mantenimiento de las zonas verdes del norte de la ciudad, entre el cauce antiguo del río Turia y la salida de Barcelona. Nos encargamos de jardines urbanos y de algunos jardines cerrados, tanto de las zonas verdes - árboles, césped, plantaciones, riego o reposiciones - como del mantenimiento de las zonas duras, es decir, de los bancos o la tierra, entre otros.

"La tecnología ayuda a reducir el tiempo de respuesta"

Dan apoyo a la candidatura valenciana, pero ¿aplican la sostenibilidad también entro de la empresa?

Evidentemente. Nosotros, como el resto de empresas que trabajan para el Ayuntamiento de València, hacemos un registro de nuestra huella de carbono con un sistema tasado, por ejemplo, en los vehículos de desplazamiento o en la medición de nuestros consumos energéticos, también en el agua. Por eso, trabajamos para buscar y desarrollar tecnologías que reduzcan el consumo energético.

Desgraciadamente, estamos atravesando un tsunami de precios de la energía que van en contra del camino que estamos emprendiendo y al que se tiene que sumar el resto de sectores. A pesar de ello, soy optimista: nunca se ha conseguido nada en el mundo por un camino fácil. ¿Lo tuvo fácil Juan Sebastián El Cano para dar la primera vuelta al mundo? ¿O Colón cuando descubrió América? A veces, el camino es más difícil de lo que tú pensabas. Por eso, hemos de seguir remando.

A pesar de parecer conceptos antónimos, la tecnología está estrechamente ligada con la sostenibilidad. ¿Qué beneficios reporta a una ciudad?

Una de las características que tiene una ciudad es su extensión; es tremenda. Saber qué pasa en cada momento en cada rincón es imposible. Pero la tecnología ayuda a reducir el tiempo de respuesta o nos aporta la información sobre una incidencia. Es tremendamente importante porque son cosas que el ciudadano aprecia. Si hay un banco roto, no es lo mismo que esté así un día o que lo esté diez. Los sistemas tecnológicos permiten captar la información y transmitirla, rápidamente, para que la persona responsable determine qué acción se tiene que llevar a cabo y cuándo. Es muy importante contar con la información para trabajar bien el tiempo de respuesta. 

En FCC apuestan por tecnología eléctricas. ¿Son el futuro?

Los vehículos y máquinas eléctricas no producen ningún tipo de emisión. Sin embargo, ciertas potencias todavía son difíciles de conseguir a un precio razonable y con la fiabilidad necesaria; por lo que hemos de decantarnos por tecnologías híbridas. Por no hablar del principal problema de la energía eléctrica, que no se puede almacenar. O la consumes o se convierte en un hándicap porque tu no eres el propietario de la red y no la puedes pasar a la red si el propietario no te deja.

En nuestro caso, llevamos más de 20 años trabajando con este tipo de combinaciones híbridas, principalmente, con el gas como sustituto del gasoil. ¿Qué diferencia hay entre uno y otro? A simple vista, se aprecia porque el humo que genera el gasoil es negro y el del gas es blanco. Pero, a nivel de componentes, el gas emite menos partículas y gases; el gas es mucho más puro.

El siguiente paso es la sustitución del gas por hidrógeno pero, mientras tanto, está la transición eléctrica que falta ver cuánto dura.

Esta estrategia choca con la escala de precios del gas y la electricidad.

El camino es complicado. Parece que todo se haya girado en contra. Estábamos trabajando en una línea y se ha puesto tremendamente complicado. Pero necesitamos resistencia. Tenemos que resistir, tenemos que aguantar, tenemos que luchar e intentar que pase este período.

La escala de precios ha sido tremenda. El precio del gas se ha multiplicado por cuatro y el de la electricidad... creo que nadie es capaz de medirlo. Además, el impulso de las inversiones también se ha frenado con la subida de los tipos de interés. Pero resistiremos porque va en beneficio de todos.