La caída de Mónica Oltra dejó a Compromís huérfano de liderazgo. El principal partido de la coalición, Més, decidió muy pronto que ese líder debía ser Joan Baldoví. Pero esa transición, una vez ha quedado claro que Oltra no podrá ser la candidata en 2023, está siendo más complicada en el partido de la exvicepresidenta, Iniciativa del Poble Valencià, que vive su propia lucha de poder, desavenencias que han acabado por afectar de lleno al Consell.

La crisis interna en uno de los dos partidos de la coalición se ha cobrado la primera víctima con la destitución este martes de la consellera de Consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, a instancias de su compañera de partido, la vicepresidenta Aitana Mas.

Mas fue nombrada heredera universal de todos los poderes que ostentaba Oltra el pasado mes de junio. Una decisión que, según distintas fuentes de la coalición, la consellera Mollà, que durante años ha sido un referente en Compromís y que lideró junto a Oltra la lucha contra la corrupción en los tiempos del PP, no encajó nada bien.

Mas ya se había impuesto en febrero en el congreso de Iniciativa, en el que Mollà no presentó alternativa. Ese es el punto en el que se sitúa el origen de las desavenencias que han acabado con la destitución de Mollà, según apuntan en la coalición. Isaura Navarro, también de Iniciativa y hasta ahora secretaria autonómica de Sanidad, será la nueva consellera en sustitución de Mollà.

«Sobran personalismos». El aviso a navegantes lo lanzó Mas el pasado viernes desde la mesa de la portavocía del Consell. En ese momento se entendió como un toque de atención a la consellera Mollà pero tenía una carga de profundidad aún más potente.

Esa misma semana, Mollà había deslizado críticas contra la gestión de áreas gobernadas por Compromís en materia de renovables, lo que sentó muy mal en la coalición. Ese viernes, cuando Mas compareció tras el pleno celebrado en Orihuela, la destitución de quien ha sido su compañera de partido estaba ya decidida.

El vaso se desborda

La gota que colmó el vaso se habría producido durante la negociación de los presupuestos. Mas ha entendido como una deslealtad que Mollà se plantara ante el conseller de Hacienda, Arcadi España, para pedir más dinero para su conselleria frente a las de Educación, que dirige Més, o Igualdad, esta última la que gestiona la propia vicepresidenta Mas. El de Mas no es un malestar de un día sino que se ha ido ampliando con el paso de los meses hasta que ha acabado por estallar este martes.

Como el resto de consellers

Desde el entorno de Mollà rechazan esa versión y aseguran que habló con el conseller España igual que el resto de consellers, algo que confirman en Hacienda, y lamentan que en la conversación que han mantenido la vicepresidenta y la consellera la primera no haya sido capaz de justificar su decisión ni de darle ninguna razón de peso para destituirla. En el entorno de Mollà creen que el cese pone en peligro un posible Botànic III después de las elecciones previstas para el próximo mayo y aseguran que no tolerarán que se propaguen mentiras sobre Mollà.

Pero en la versión de Mas, la negociación de las cuentas ha sido clave, porque entienden que Mollà ha ido por su cuenta cuando existe una comisión política que se encarga de negociar los presupuestos y cuando la coalición ya había decidido que sería conjunta de todas las conselleries de Compromís. Mas ha entendido que se han producido negociaciones desleales por parte de Mollà.

Un intento de desautorización que tampoco sería el primero ya que, según deslizan, ha tratado de ningunear en ocasiones a la vicepresidenta a la que incluso ha dejado de invitar a algún acto que organizaba la conselleria de Mollà.