Las prácticas crueles, los sacrificios de cultos oscuros se convirtieron en el eje central de aquellos que, durante la Edad Media y más tarde incluso, buscaban renovar y reforzar los lazos entre «ser humano» y «deidad». Los rituales, por aquel entonces, debían celebrarse en fechas fijas donde existía un acontecimiento determinado, como eclipses o la entrada en nuevos siglos o milenios. Se acerca Halloween y, como si se volviese diez siglos atrás, la noche de todos los muertos se convierte en ese acontecimiento determinado que algunos desaprensivos aprovechan para «ofrecer sacrificios». Hablamos de rituales satánicos en los que una minoría de personas en todo el mundo (especialmente en EE UU, aunque también en la Comunitat Valenciana), supersticiosos y seguidores del esoterismo, derraman la sangre virgen de los gatos que se convierten en la ofrenda perfecta con la que invocar el mal para alguien o «luchar contra la brujería».

Las víctimas, como han constatado durante varios años protectoras y asociaciones animalistas, son los gatos completamente negros o blancos. Sin manchas, sin «imperfecciones». Aparte, tienen que contar con otra condición: que sean vírgenes. En definitiva, se busca la «pureza». Por ello, según las fuentes consultadas (que Levante-EMV mantiene en el anonimato para preservar su intimidad), los gatos sacrificados no exceden nunca de los seis meses.

Estos grupúsculos que utilizan a prácticamente recién nacidos para sus sacrificios, completan sus rituales con el montaje de altares en los que degüellan al animal.

Dos velas coronan el retablo. Normalmente de colores negro (representa a un dios masculino) y blanco (que hace referencia a la luz de la luna, a las diosas). «Se utilizan velas pares cuando, con la ofrenda, se desea el mal a alguien», explican a esas fuentes. «Si, por el contrario, lo que se quiere es su bien, los altares se coronan con una, tres o cinco velas... En definitiva, que sea un número impar».

Protocolos de actuación

Para evitar, en la medida de lo posible, que estos cachorros sean carne de ritos satánicos, las protectoras de animales llevan años impidiendo que puedan ser adoptados cuando se acerca la cita con Todos los Santos. «Un mes antes, las protectoras nos ponemos en alerta para evitar que los animales sean adoptados con segundas intenciones», explica Juan Carlos Peral, presidente de la protectora Conexión Felina de Mislata, uno de los que inició en la provincia de València las limitaciones en la adopción de felinos negros en fechas cercanas a Halloween. «Hace menos de diez años era uno de los responsables de la protectora municipal de València y durante ese tiempo intervinimos en varias ocasiones en las que tuvimos que retirar bolsas de animales muertos que habían sido sacrificados durante la noche de todos los muertos», asegura Perales.

Desde entonces, cuando llega el mes de octubre, se encienden todas las alertas y comienzan a activarse los protocolos. «Sí permitimos que los trámites para la adopción se inicien, pero les avisamos de que no les daremos el animal hasta después del 1 de noviembre», indica Perales. No obstante, cuando insisten en que quieren al animal «ya», «cancelamos la adopción», añade.

«Al fin y al cabo con lo que contamos es con nuestra intuición para saber si realmente quieren el animal para segundas intenciones o no», alerta la presidenta de Modepran, Amparo Requena. Aunque en ocasiones «todos los protocolos son inútiles», lamenta. Únicamente hace falta dar un pequeño paseo por las ciudades para darse cuenta de la gran cantidad de gatos negros que viven en ellas y que se encuentran sumamente desprotegidos ante estos grupúsculos satánicos. Además, asegura Requena «tenemos que tener en cuenta que continúa habiendo gente que vende o dona animales por internet, un lugar donde el primero que pasa se los lleva», por lo que avisa: «Sería necesario un control más exhaustivo de estas páginas web».

Halloween y gatos negros, una combinación letal. Pexels/David Bartus

En caso de que la prevención y los filtros fallen y se tenga constancia de que alguien ha utilizado un animal para un sacrificio, Requena asegura que se iniciaría «una acusación formal para interponer una denuncia en busca de una condena de año y medio de prisión por maltrato animal y cuatro de inhabilitación para la tenencia de animales».

«Cualquier protección y prevención es poca», asegura la coordinadora de Pacma en la Comunitat Valenciana, Raquel Aguilar. De hecho, explica que ocho años atrás las protectoras vetaban la adopción de gatos negros y blancos con tan solo dos semanas de antelación a la celebración de Halloween. Sin embargo, asegura que el margen ahora es ya un mes. «Vivimos en una sociedad comunicada y nuestros métodos de control y prevención se acaban conociendo por los interesados en maltratar a un animal, así que cada vez están siendo más precavidos e intentan adoptar el felino con más antelación», explica Aguilar. «Somos nosotros los que tenemos que estar preparados ante ello», sentencia.