A unos días de celebrarse el cuarenta aniversario de la visita de Juan Pablo II a València, la primera de un papa a la la Comunitat Valenciana, Paraula recuerda la ordenación masiva de sacerdotes en el paseo de la Alameda. Aquel 8 de noviembre de 1982 uno de los 141 religiosos ordenados por el sumo pontífice fue Enrique Benavent, que el próximo 10 de diciembre tomara posesión como Arzobispo de Valencia. “Aquella homilía es hoy totalmente actual”, señala Benavent en la edición que saldrá este próximo domingo 6 de noviembre.
El periódico que edita el Arzobispado recupera la instantánea de Juan Pablo II con un jovencísimo Benavent de 23 años. “Yo estaba situado en primera fila y en el centro del presbiterio, lo tenía a solo cuatro o cinco metros y aquello para mi ya fue un primer impacto, además de toda la celebración”, explica Benavent. “Nos decía que éramos los primeros responsables del cuidado de nuestra vocación, fue una celebración fantástica, con un ambiente de fiesta y de gozo en Valencia por la presencia del papa”, comenta.
"No imaginaba yo en aquel momento que llegaría a ser arzobispo de Valencia"
“Es un momento que hay que recordar y llevar a la oración justamente cuando se cumplen cuarenta años”, señala. “No imaginaba yo aquel día que cuatro décadas después iba a ser arzobispo de la sede de Valencia”, rememora Benavent, al que ya entrevistó Levante-EMV en el palacio Episcopal de Tortosa a los pocos días del nombramiento por parte del papa Francisco. Y reitera que tal posibilidad “nunca se le había pasado por la mente”. Monseñor habla de “sentimientos encontrados”, entre la “alegría” y una “enorme responsabilidad”. “No creo que nunca pueda devolver a la diócesis de Valencia tanto como he recibido de ella”, confiesa.
Entre los retos de Benavent. que tomará posesión del cargo el próximo 10 de diciembre, figura el de la caída de las vocaciones o impulsar el uso del valenciano en las celebraciones. En el próximo Paraula insiste en la idea de buscar los puntos de unión por encima de las diferencias. "Muchas veces en la Iglesia nos pesan mucho las dificultades y nos cuesta ver los signos de esperanza, de vida cristiana, de santidad", apunta.
Expectación máxima
La expectación de aquella primera visita de un Papa a España, con un gobierno socialista recién elegido, era máxima y prueba de ello son los más de 2.000 periodistas acreditados ante la Conferencia Episcopal Española (CEE) que siguieron los pasos de Juan Pablo II por Madrid, Ávila, Salamanca, Toledo, Segovia, Sevilla, Granada, Zaragoza, Barcelona, València y Santiago de Compostela. El papa Juan Pablo II hasta modificó la agenda para visitar a los damnificados por la rotura de la presa de Tous, con los que estuvo rezando y mostrando su solidaridad.
