Se pone uno a ver mapas y gráficos de las precipitaciones caídas en lo que va de año y se da cuenta de que no cuadra con lo que le indica el paisaje. Una de dos, o mienten los números o lo hacen los paisajes. Voy a poner el ejemplo valenciano pero se puede extender a cualquier zona. Muchas estaciones de la Red de Avamet dan totales pluviométricos muy superiores a la media anual pero enmascaran realidades diversas. Muchos de ellos alcanzaron esas medias solo con lo caído en el mes de marzo y lo superaron ampliamente con lo sumado entre abril y mayo. En algunos de ellos no ha vuelto a llover casi desde junio o lo ha hecho con una distribución irregular y caótica. En muchos casos el paisaje aparente es reseco aunque los acuíferos y la sazón profunda estén muy bien. Hace falta ya una lluvia general que una la sazón superficial con la profunda digan lo que digan los números.