Las fuertes lluvias y el granizo obligaron a detener la actividad en el aeropuerto de Manises durante varias horas de la jornada de ayer. El temporal, que fue particularmen intenso en la zona metropolitana de València, provocó no solo encharcamiento del parking, sino que paralizó la pista de aterrizaje a causa del impacto de un rayo. La base quedó inoperativa durante varias horas en las que cientos de personas permanecían atónitas en su interior mirando al cielo a través de los cristales, con la esperanza de volar en algún momento a Madrid, Tenerife, Londres o París. Pocos de esos vuelos salieron de Manises. La jornada de lluvias se saldó con 28 vuelos cancelados y 10 aviones desviados a otras terminales por la imposibilidad de aterrizar en la pista valenciana.
Las lluvias torrenciales dejaron 150 litros por metro cuadrado, lo que hizo que aeropuerto encabezara el ranking de precipitación acumulada en las últimas 24 horas en Europa. Entre las 11 y las 12 horas de ayer, Aena recomendó a los pasajeros que consultaran con sus aerolineas ante la posibilidad de que sus vuelos hubiesen sufrido retrasos o cancelaciones. Mientras tanto, sobre la pista de aterrizaje no solo caía lluvia, sino también pedrisco. Las redes sociales se llenaron de videos que inmortalizaban la caída del granizo, rebotando junto a los aviones.
La tormenta ha afectado especialmente a la zona oeste del área metropolitana de València —donde se ubica el aeródromo—, con precipitaciones en forma de granizo y vientos cercanos a los 80 kilómetros por hora.
Los retrasos en los vuelos comenzaron a producirse a partir de las 6.20 horas, cuando estaba prevista la salida de un vuelo a Frankfurt (Alemania) que tuvo que esperar más de una hora para salir. Desde esa hora se retrasaron un total casi 30 vuelos durante toda la mañana. Muchos salieron antes de las 12 horas, pero otros esperaron a las 14.30 horas para salir. Otros, se quedaron sin volar ante la decepción de los viajeros. En el exterior se produjeron largas colas de personas intentando coger un taxi o un autobús para salir del complejo.
El rayo cayó en la pista de aterrizaje a media mañana, cuando esta estaba prácticamente inundada por las lluvias torrenciales y el granizo. Cuando Aena procedió a revisar la pista inundada, los equipos de seguridad encontraron un socavón que fue ser reparado en el momento, tal y como informaron los controladores aéreos a través de sus redes sociales. La terminal valenciana fue recobrando la normalidad a partir de las 14.30 horas, cuando se retomó el ritmo de llegadas.
El aeropuerto de Manises ya es uno de las principales bases aéreas nacionales, sobre todo después de las cifras alcanzadas el pasado mes de agosto, cuando registró un total de 903.183 pasajeros.
La DANA también obligó a cortar temporlamente la línea C3 de Cercanías entre Valencia y Utiel debido a un corte de vía entre Sant Isidre y Aldaia. La red de FGV (Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana) experimentó dificultades por la mañana en los tramos entre Torrent y Picassent, de la línea 1 y la línea 2 en el tramo entre Pobla de Vallbona y Llíria. A última hora de la tarde seguía interrumpida la línea 2 entre l’Eliana y Llíria.
