La Conselleria de Hacienda ha sacado tajada de la bajada de los tipos de interés de los últimos años para ahorrar más de 120 millones de euros desde 2017, pero el «chollo» parece estar llegando a su fin. El método seguido por la Generalitat durante este período ha consistido en aprovechar el bajo precio al que los bancos han estado prestando el dinero para pedirles fondos con los que refinanciar parte de la deuda generada con el Estado por la infrafinanciación cuando los intereses eran mayores.
En concreto, se han amortizado por adelantado préstamos por valor de casi 6.500 millones de euros procedentes en su mayoría del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), creado hace una década y al que la autonomía debe recurrir sistemáticamente para compensar esa falta de recursos llegados desde el sistema de reparto territorial. En esos diez años los intereses abonados alcanzan los 2.500 millones.
Del ahorro al sobrecoste
De esta forma, Hacienda ha logrado aligerar la carga que suponen los intereses de dichos préstamos, pagando con ese dinero «casi gratis» que le han dejado los bancos aquella deuda adquirida a tipos mayores, que en ocasiones alcanzaban el 5 %. Como consecuencia de adelantar esos pagos, la deuda cerró 2021 como la primera conselleria por volumen de gasto, superando a Sanidad por primera vez. Se destinaron 8.415 millones de euros, 1.500 más de los presupuestados en las cuentas precisamente por ese esfuerzo para saldar deudas y contraer otras a menor precio.
Estas políticas de liquidez se hicieron más patentes tras la pandemia. Bruselas permitió a las entidades bancarias abrir el grifo del dinero y la Generalitat pudo refinanciar muchas operaciones del FLA al 0,0 % de interés. Esa coyuntura favorable disparó las amortizaciones por adelantado que ha ido acometiendo Hacienda, que solo en 2020 permitió un ahorro de más de 43 millones por esta vía.
El adelanto de amortizaciones comenzó en 2017 y ha ido cogiendo fuerza. Ya en 2019 se cerraron casi el doble de operaciones (13) que los dos años anteriores juntos (7). En concreto, en este tiempo se han refinanciado 1.621,15 millones de euros del FLA de 2012; 1.255 millones del de 2013; 805 millones referentes al de 2015; 1.180 millones del préstamo de 2017 y 839 millones del FLA de 2018.
Además, también se han mejorado condiciones de préstamos ICO por valor de 161,6 millones y pago a proveedores por otros 393,35 millones de euros. El resto de las cuantías refinanciadas corresponden a préstamos suscritos con entidades privadas que también han sido refinanciados en los últimos años por operaciones con un menor interés.
Refinanciaciones congeladas
Pero el tiempo del ahorro vía amortización por adelantado parece haber llegado a su fin. La coyuntura económica ha dado un giro de 180 grados con la crisis inflacionaria y las instituciones monetarias han empezado a subir los tipos de interés, que ya alcanzan el 2 % en la eurozona. Una circunstancia que tiene impacto directo en la Generalitat, que prevé que se duplicará el coste de los préstamos que vaya firmando a partir de ahora.
Esas circunstancias menos favorables ya se dejan sentir este año. En 2020 y 2021 la Generalitat completó hasta 14 operaciones al año para refinanciar la deuda, mientras este ejercicio caerán a la mitad. Desde la Conselleria de Hacienda confirman la relación directa entre este frenazo y la subida de tipos.
En ese sentido, apuntan que los bancos ya han dejado de prestar dinero con intereses tan bajos como en la época pandémica y añaden una segunda variable: en estos cinco años de coyuntura ventajosa se priorizó la amortización de aquellos préstamos más caros, por lo que los que quedan pendientes de pago tienen ya intereses menores y saldarlos por adelantado comporta un ahorro menor.
