Las vecinas y vecinos de Elda han logrado sacar adelante el documental sobre represaliados del franquismo que el ayuntamiento trató de censurar. Las donaciones de las familias y de grupos memorialistas de toda España han desbordado a los periodistas que trabajaban en el proyecto y que tuvieron que paralizarlo cuando el ayuntamiento trató de censurar su cartel. Ese dinero les ha servido para retomar el trabajo al margen del consistorio.

La productora Checkout consiguió los permisos y la financiación pública para grabar, pero tuvo un encontronazo al presentar el cartel de "El bando que solo buscaba la libertad". La imagen, con una bandera republicana de fondo, no gustó al ayuntamiento.

El concejal de Memoria Democrática de la ciudad, Amado Navalón, criticó que "la palabra bando genera confrontación y estos elementos -la bandera de la II República y la franquista- incitan al guerracivilismo". Por eso pidió a los periodistas "ser más equidistantes para no provocar", o si no tomarían medidas para que "no pudieran grabar".

La productora, especializada en memoria histórica, se negó a pasar por el aro y denunció esta situación en redes sociales. Isabel Ginés, periodista, explica que "es la primera vez que nos ocurría algo así de todos los ayuntamientos que hemos grabado", y remarca que "no se puede ser equidistante. No puedes equiparar a víctimas y verdugos, porque eso sería ocultar una parte de la historia".

Tras lo ocurrido, asociaciones memorialistas como la Plataforma de Familiares de las Fosas de Paterna, la Asociación de familiares de represaliados por el franquismo del cementerio de Alicante o la Coordinadora de Asociaciones para la Memoria Democrática del País Valenciano, entre otras, se manifestaron públicamente en contra de la decisión de paralizar el documental.

Pero la productora se quedó sin financiación ni permisos, y tras una reunión con las familias de los represaliados, decidieron hacer un crowdfunding. "Se volcaron desde el primer momento con nosotros, y como ya no teníamos la sala para las entrevistas que nos dejaba el ayuntamiento, fue un vecino el que nos cedió un espacio", explica Ginés. Montse Rico, la nieta de otro de los represaliados, les ha dejado incluso pertenencias de la familia como una maleta de la época para grabar una escena.

El documental se paralizó en agosto, se lanzó la captación de fondos en septiembre y en noviembre se ha reanudado, ahora con financiación particular. "De hecho hemos conseguido más historias incluso de otras fosas, pero todas tienen en común que estuvieron en el Cine Cervantes de Elda y en la Plaza de toros de Monóvar, que fue un campo de concentración", cuenta Ginés.

Tras denunciar el problema con el ayuntamiento en redes muchas entidades memorialistas y represaliados se pusieron en contacto, entre ellas, Estefanía de Haro, de la asociación de represaliados de Alicante. "Apareció un señor cuyo familiar había estado en el campo de la muerte, un estudiante de historia especializado en represión franquista y antifascismo llamado Mario Bañón y 4 personas más con represaliados en diferentes fosas".

Para la periodista "en temas de memoria histórica la gente es súper solidaria, súper compañera y se vuelca mucho, porque todos son familias de represaliados y hay una fraternidad increíble". Explica que los que más apoyo han dado al documental son "los nietos y los bisnietos de los represaliados, sobre todo porque los hijos e hijas no tienen acceso ni dominio de las nuevas tecnologías".

El consistorio aclaró en su día que "no es nuestra forma de trabajar", y recriminó a los periodistas que no les pasaran el cartel antes "para ver qué opinábamos al respecto". Isabel Ginés y Carlos Gonga, documentalistas especialistas en memoria histórica, explican que "nosotros acostumbramos a publicar el cartel antes para anunciar que estamos trabajando en ese tema. Justo ese día nos llamó un técnico del ayuntamiento para decirnos que ese cartel no era correcto", señalan.

Una de las fosas comunes del cementerio de Alicante Checkout

"No queremos revancha"

Estefanía de Haro es presidenta de la Plataforma de Familiares represaliados del ayuntamiento de Alicante. Explica que "no vemos ningún sentido a la decisión del ayuntamiento. En todas partes se ha hablado de los dos bandos, es historia reciente de España y porque se nombre no es que se quiera revivir el conflicto... Aparece la bandera republicana y simbología franquista", explica.

Para de Haro sí que es importante "que se diera a las familias la posibilidad de expresar el dolor que han estado reprimiendo tantos años por lo que han pasado. No es buscar revancha ni nada, no le veo mucho sentido". Como asociación explican que están en desacuerdo con la decisión del consistorio de Elda, ya que "no consideramos que se esté ofendiendo. Es lo que sucedió y punto, no se está tomando revanchismo ni nada parecido", cuenta.