Más de 24.000 aspirantes se han presentado este domingo a la oposición de Enfermería convocada por la Conselleria de Sanidad en la que se ofertan 3.817 plazas, la primera gran convocatoria en 20 años. La mayoría son personal interino de la sanidad pública (un porcentaje muy elevado mujeres) que ha estado en la primera línea de combate contra el coronavirus en los hospitales valencianos durante las oleadas y en los últimos meses ha tenido que compatibilizar el trabajo y las cargas familiares con los estudios de la oposición.

«Para tener éxito, es necesario dedicar como mínimo tres horas al día durante seis meses. El temario es muy extenso, toda la carrera», aseguraba una enfermera que ya ha conseguido sacar la plaza fija y que ayer acompañaba a su hermana hasta la puerta del examen en uno de los aularios de Blasco Ibáñez en València.

Aspirantes a la entrada de uno de los recintos de examen. EDUARDO RIPOLL

Además, las y los opositores valencianos compiten en el examen con compañeros de toda España, que han probado suerte en la convocatoria de la Comunitat Valenciana. La Generalitat ha tenido que activar varios centros de examen tras apuntarse 24.537 personas (todos tienen la carrera grado de Enfermería). En València estaban citadas 14.371 en seis sedes: los aularios norte y sur de Tarongers, otros en Blasco Ibáñez (en las facultades de Filología, Traducción y Comunicación, Geografía e Historia, Fisoterapia y Ciencias de la Actividad Física y Deportes), el interfacultativo del campus de Burjassot y hasta un espacio en el edificio de administración de La FE.

Para tener éxito, es necesario dedicar como mínimo tres horas al día durante seis meses y eso es imposible trabajando.

En los aularios de Blasco Ibáñez, el acceso a los exámenes se ha producido sin incidentes, a pesar de la advertencia lanzada hace unos días de que las personas aspirantes llegaran con tiempo por la celebración de una carrera popular (la marcha contra la violencia machista). Sin embargo, el examen ha arrancado a la misma hora que la prueba deportiva y todos los opositores ya estaban dentro.

Desde las 9 de la mañana comenzaron a llegar a los aularios de Blasco Ibáñez. Concha Galindo reconoció que afrontaba la prueba con nervios. «Llevo mucho tiempo esperándola. Esta oposición debía haber salido en 2019, que es cuando se hizo en el resto de comunidades autónomas. Yo llevo cuatro o cinco años preparándola y trabajando a la vez», señaló.

Mayoritariamente mujeres

El resto (la inmensa mayoría mujeres) coincidió en lo complicado que resulta compatibilizar el trabajo con la preparación de la oposición. Alba Garcés (enfermera en el hospital de Manises) admitió que llevaba poco tiempo preparando el examen. «Es la primera oposición a la que me presento. Para mí es imposible sacar plaza porque acabé la carrera de Enfermería en 2019», dijo. Por su parte, Laura Gálvez (compañera de Alba en Manises) apuntó que en su caso es la segunda oposición a la que se presenta. «La primera vez la aprobé, pero no saqué plaza. Ahora cada día puedo estudiar muy poco por el trabajo», lamentó.

Representantes de CC OO que estaban en la zona para acompañar a los opositores destacaron que había aspirantes de toda España. «Ha venido gente de Cádiz, Murcia y de la zona norte», precisaron. Y es que la cita de ayer supuso la primera gran oposición de Enfermería en la Comunitat Valenciana en 20 años ya que se ofertan 3.817 por acceso libre, acumuladas de las ofertas de empleo de 2017, 2018 y la de la consolidación de 2019. 

Según los datos, el 40 % del personal de Enfermería de los hospitales valencianos es interino y en algunos centros la cifra crece hasta el 60 o el 70 %. «Por ejemplo aquí en el Clínico (la conversación fue junto a la entrada del hospital) el porcentaje de interinos es del 45 %», aclararon representantes de CC OO. De hecho, el sábado se tuvo que movilizar a todo el personal con plaza para trabajar al tener derecho a librar el aspirante.

"El sistema de oposiciones en la sanidad solo existe en España. En otros países te contratan y vas promocionando"

La enfermera Sandra Galarza confesó que no tenía esperanza de sacar la plaza porque no ha tenido tiempo para estudiar lo suficiente. «Hace mucha falta cambiar esto. El sistema de oposiciones en la sanidad solo existe en España. En otros países te contratan y vas promocionando», señaló . Por su parte, José Garcés coincidió con el resto de compañeros de la profesión en que la oposición se tenía que haber convocado antes. «Yo llevo cinco años esperando. Trabajo como eventual en La Fe», indicó antes de entrar rápidamente a la zona de exámenes. 

Una de las aulas donde se realizó el examen. EDUARDO RIPOLL

«En Inglaterra es más fácil»

Sara García acumula diez años de experiencia. «Me presento para acabar con la interinidad. A ver si con los puntos puedo afianzar la plaza Yo me tuve que ir a Inglaterra de 2013 a 2016 porque aquí no encontraba trabajo. Gracias a esa continuidad me llamaron para una vacante y ahora estoy en el Clínico», explicó. García aseguró que era muy fácil trabajar en Reino Unido. «No tuve problema alguno para encontrar trabajo. Allí no hacen oposiciones y los salarios son más altos que aquí, pero el coste de la vida es más elevado», añadió la enfermera. 

Lorena García, compañera de Sara García en el Clínico, reconoció que hacía la oposición «por obligación. Durante la pandemia hemos estado al pie del cañón y no nos los han compensado con alguna facilidad. Aquí estamos ahora más de 25.000 opositores para menos de 4.000 plazas», lamentó.

Fuentes de CC OO explicaron que en los últimos días circuló el rumor de que se habían filtrado preguntas del examen. «Llamamos a la conselleria para comprobar si era cierto. Alguna vez se ha producido una filtración y lo decimos porque tenemos pruebas. En esta ocasión sabemos que la Conselleria de Sanidad lo ha investigado y no ha habido nada raro», aseguraron las mismas fuentes sindicales.