Hace unos días, la denuncia del ayuntamiento y los vecinos de la localidad valenciana de Ayora, con más de 5.000 habitantes, puso el foco sobre la situación del servicio de Correos. En el pueblo quedaban dos repartidores que dejaron de estar operativos y las cartas empezaron a acumularse. Trabajadores de otros municipios de la comarca se vieron obligados a ampliar sus rutas para dar servicio a Ayora, pero los habitantes aseguraban que recibían cartas ya caducadas, como por ejemplo citaciones hospitalarias. Además de Ayora, los trabajadores de Correos de Sagunt también realizaron una protesta esta semana por el empeoramiento del servicio.

La sección de Correos de la Confederación General del Trabajo (CGT), sindicato minoritario que agrupa a un 20 % de la plantilla de Correos, llama a la huelga este lunes para alertar de que esa degradación de la empresa no solo se da en el interior, sino que también se produce en ciudades como València.

La jornada de paro y manifestaciones está dirigida a toda la plantilla que se quiera adherir, aunque los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, no la acompañan. La elección de la fecha se ha hecho por su coincidencia con las jornadas de rebajas del 'black friday'. La intención es conseguir un convenio que "blinde los derechos de los trabajadores" y el servicio futuro.

"Hacemos el trabajo de dos carteros. El otro día una ambulancia vino a por una compañera que tuvo un ataque de ansiedad", dice el representante de la CGT

Así lo dice a Levante-EMV su representante sindical, Francisco Giner, quien asegura que "las notificaciones administrativas se acumulan por miles" y que la empresa pública está "destruyendo puestos de trabajo". Giner destaca que hay oficinas que trabajan "al 40 o al 50 %". Pese a que en municipios como Ayora se nota más cuando falta algo, el miembro de CGT insiste en que en València se dan los mismos problemas. "No son tan visibles, pero se producen esas complicaciones. En Ayora pasan de cuatro a cero, en València pasan de 30 a 14. Pasamos tener un recorrido cerrado a abarcar lo que hasta ahora hacían dos carteros. Este tema está provocando numerosas bajas por depresión y estrés. El otro día yo mismo vi como una ambulancia vino a por una compañera que tuvo un ataque de ansiedad por el acoso laboral por parte del responsable de la unidad".

Y de sus problemas médicos a los de la gente, puesto que han llegado a entregar "notificaciones de operaciones quirúgicas pasada la fecha de la operación". "Es inconcebible a nivel moral", apunta Giner, quien insiste en que también hay decenas de cartas de Tráfico y de Hacienda que no se entregan a tiempo.

UGT dice a este diario que no apoya la huelga porque el deterioro de Correos "ya lleva cuatro años" y era entonces cuando "era buen tiempo para la negociación de un convenio". Sin embargo, sí que denuncian que la gestión central de la entidad, presidida por Juan Manuel Serrano, es "caótica, nefasta y generadora de ansiedad". También coincide en que hay plantillas en los núcleos urbanos "reducidas" a la mitad de trabajadores. "Es una ruina", deslizan.

La empresa niega el debilitamiento

Al respecto de todo ello, fuentes de Correos aseguran a este periódico que "ninguna población ha dejado de tener servicio postal" y que están "manteniendo siempre la calidad del servicio". Afirman que adecuan "sus recursos, tanto humanos, como logísticos y tecnológicos" en función de "la producción fluctuante" de la empresa. La compañía, que trata de reducir sus pérdidas millonarias en el país, insiste en que se encuentran en "un proceso de transformación de su modelo de negocio, sin privatización ni despidos".

Las fuentes dicen que para evitar situaciones como las que denunció Ayora realizan acciones como "la digitalización e incorporación de nuevos servicios en las oficinas rurales". Aspiran a convertirse en "ventanilla única para las administraciones" y que "se puedan pagar recibos y tributos" directamente al cartero rural. También apuntan a los servicios de inclusión financiera: prestan servicios de "ingresos y retiradas de efectivo en las oficinas" con Correos Cash y han colocado 109 cajeros en localidades pequeñas de España. Sin embargo, los sindicatos valencianos aseguran que estos nuevos sistemas que impulsa la empresa no se implementan de manera eficiente en la actualidad.

Desde otras zonas de la provincia de València, las mancomunidades de Ademuz, Camp de Túria y Los Serranos trasladan que sus localidades no han tenido problemas con el servicio común de Correos.