¿Se puede medir la polarización? ¿Cómo se calibran los consensos políticos? ¿Hay más choques ideológicos ahora que en otros momentos históricos? ¿Escapa la política valenciana a la tendencia española?

En dos semanas se ha pasado en la autonomía valenciana de una inédita unanimidad política en las Corts de todos los grupos a la reforma fiscal del Consell que beneficia a las rentas de menos de 60.000 euros a la ruptura total entre el Botànic y el PP por la renovación de los órganos estatutarios al estilo del bloqueo que se ha producido en Madrid con la reforma del Poder Judicial.

Pleno de las Corts esta semana

Se acaban de aprobar leyes de calado como la tasa turística o la de Cambio Climático que crean nuevos impuestos verdes, con el rechazo de la derecha, y está permanentemente en el foco la discrepancia en el seno del tripartito sobre el impuesto de sucesiones a la empresa familiar y la fórmula de agilizar las energías renovables.

Y se ha pasado también en unos días de plantearse una propuesta de alianza social por parte del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, contra la inflación, de la que se ha excluido el PP, y se acaba de vivir una de las sesiones plenarias en las Corts más crispadas de los últimos tiempos al mimetizarse la cámara autonómica con debates que se dan en el Congreso. Pactos y rupturas en apenas diez días.

Alianza contra la inflación celebrada este lunes

¿Pero es más pactista la política valenciana o menos que la media estatal? Un estudio universitario se ha lanzado a tratar de poner números a los consensos políticos en España y se ha introducido de lleno en el universo autonómico.

Para ello ha medido el grado de acuerdos en las leyes que se han aprobado por parte de los parlamentos autonómicos cuando se acaban de cumplir 40 años de autogobierno. Una ingente tarea que permite radiografiar la política autonómica y de la que no sale bien parada en su conjunto la política valenciana, al menos en los grandes números.

La valenciana es la segunda autonomía donde los consensos generan menos apoyos. La política autonómica está por debajo de la media española y es, junto a Galicia, la que menos apoyos globales registra a las leyes que el Legislativo autonómico ha aprobado en estas cuatro décadas. Este es el resultado de un estudio que aún no ha concluido, del que todavía quedan conclusiones por extraer y que dirige el catedrático de Ciencia Política de la UNED, el valenciano Xavier Colell.

Resultados del estudio

El detalle de los resultados que se conocen hasta ahora registra algunas claves interesantes. La primera es que el multipartidismo lejos de dificultar los acuerdos, los facilita y que la presencia de muchos partidos con representación en el parlamento no solo amplía la pluralidad sino que obliga a las formaciones políticas a entenderse, aunque sea por necesidad, por lo que resulta positiva la presencia de diferentes miradas.

Por primera vez en la historia un gobierno tripartito está a punto de completar en la legislatura. Ya lo hizo en la anterior con dos partidos en el Consell, PSPV y Compromís, y Podemos en el apoyo externo en la cámara.

Y no hay una explicación clara del mal resultado global que obtiene la política valenciana, admite el experto, pero Colell señala que la interpretación que dejan los datos valencianos no es distinta a otras autonomías en estas cuatro décadas. "Hay un momento dorado de pactos que es la época de la Transición y es a medida que nos separamos del momento fundacional de la democracia cuando el consenso decrece y según se pierde el efecto proximidad empieza a ser más complicado incorporar a los consensos a la oposición", explica.

Ocurre en todas las autonomías. En la Comunitat Valenciana es a partir de mediados de los noventa cuando la curva de los consensos cae dramáticamente. Es el tiempo de la llegada del PP al Consell, primero con un pacto con la extinta Unión Valenciana y después con mayoría absoluta hasta 2015. Pero no es una cuestión de colores políticos, dice Colell, que pone el ejemplo de otras autonomías donde gobernó el PSOE en esos años y ocurrió lo mismo.

Puig interviene en el pleno de las Corts el jueves, tras él la síndica, Ana Barceló Manuel Bruque

Pero el multipartidismo es la clave para entender el tiempo político desde 2015. Las Corts Valencianes han tenido por primera vez esta legislatura seis grupos representados, cinco en la anterior. Y ello no ha dificultado que en algunos momentos, sobre todo en los años 2018 y 2019, los acuerdos se situaran por encima de muchos momentos de finales de la década de los noventa a lo primera del siglo XXI donde un partido, en este caso el PP, disponía de una clara mayoría absoluta.

El estudio aporta un indicador que es el índice de inclusividad y señala que las autonomías que mejor resultado obtienen son Navarra y Cataluña, donde siempre ha habido más partidos representados que en otros territorios del Estado y donde prima, pese a todos los estereotipos que se puedan plantear, una visión pactista de la política, señala.

El consenso toca suelo y registra su peor dato en 2012.

Hay otra clave que es muy similar en toda España, pero que se ve también muy bien en la Comunitat Valenciana. El consenso toca suelo y registra su peor dato en 2012. Ese es uno de los peores años para el pactismo, es un momento de eclosión de la crisis económica en un tiempo de mayoría absoluta del PP, tanto en el territorio valenciano como en el Gobierno de España, que coincide con una fuerte contestación social y política que acaba con el cambio de gobierno en 2015. 

PSPV, Compromís y Podemos firman el primer Botànic en 2015

Son momentos en los que se aprueban normas que abren la puerta a numerosos recortes sociales que afectan al grueso de la sociedad y también a colectivos determinados. Ajustes, como se denominaron en la época, que encuentran el rechazo total de los partidos que estaban en la oposición.

A partir de 2015, el porcentaje de consensos que la política valenciana se sitúa por encima de muchos de los años de mayorías absolutas, unos momentos en los que el dominio de determinados partidos era tan potente que tenían el efecto de alejar de los acuerdos a la oposición. En la primera legislatura del Botànic el consenso se amplía de los partidos de izquierda a Ciudadanos que permite que salgan adelante asuntos clave de aquella legislatura como la puesta en marcha de la Agencia Antifraude o la reapertura de la televisión autonómica tras el cierre de 2013.

El estudio resume las cuatro décadas de normas aprobadas en los parlamentos autonómicos, en total 7.400 leyes, que suponen en torno a 700 en la Comunitat Valenciana en toda la historia del autogobierno. En el tiempo reciente, en el año 2020 se aprobaron en les Corts Valencianes seis leyes. Todas fueron aprobadas con algún voto negativo y en el año 2021, de las ocho leyes que se aprobaron, tres fueron aprobadas sin votos negativos (el 37,5%). Una constante en todos estos años es la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, la ley más importante del año, con los votos favorables del tripartito de izquierdas, aunque en algún momento Ciudadanos se ha decantado por la abstención al menos en la ley de Medidas Fiscales.