Movilidad

Los trenes que no aman el cicloturismo

La limitación a tres bicicletas por convoy y los horarios disuasorios frenan el potencial de vías verdes como la de Ojos Negros o Alcoi

Bicifestación organizada en València en 2008 para reivindicar la opción "bici+tren" en los trenes de media distancia.

Bicifestación organizada en València en 2008 para reivindicar la opción "bici+tren" en los trenes de media distancia. / Miguel Ángel Montesinos

 La Comunitat Valenciana alberga la vía verde más larga de España, compartida con Aragón. Se trata de la vía verde de Ojos Negros que garantiza un viaje continuo y asequible para todos los públicos a lo largo de 167,5 kilómetros «desde el valle del Jiloca hasta el Mediterráneo». 

Según la Fundación de los Ferrocarriles Españoles es «uno de los itinerarios estrella del panorama del turismo en bici» de la península Ibérica apto para todo tipo de públicos. El único inconveniente es que ha quedado totalmente desaprovechada al complicar la posibilidad de realizar el trayecto de ida hasta Teruel en tren con las bicicletas para deslizarse en una suave bajada hasta el Mediterráneo

Las bicicletas sólo pueden viajar sin problemas en la línea de Cercanías C-5 hasta Caudiel, lo que supone cubrir en tren los 47 kilómetros de la vía verde entre Caudiel y Albalat dels Tarongers. En cartera sigue pendiente la conexión del último tramo de esta vía ciclopeatonal desde Albalat dels Tarongers hasta Sagunt y la conexión con la vía Xurra que permitiría ir desde Teruel a València sin bajarse de la bicicleta. O al revés, para los más deportistas. 

Pero si se quieren cubrir los 76,2 kilómetros desde Barracas hasta el Mediterráneo. O deslizarse desde poblaciones tan pintorescas como Mora de Rubielos o Sarrión, los trenes de media distancia que cubren el trayecto entre València y Teruel únicamente aceptan tres bicicletas por tren, según consta en la web de la operadora Renfe. Una cifra claramente insuficiente para el evidente potencial cicloturístico que tiene toda esta línea que ha languidecido durante años por la falta de inversiones y de viajeros. Una situación que comenzó a revertirse con el plan director de de la línea Sagunt-Teruel-Zaragoza que ya ha permitido invertir 290 millones de euros, con el objetivo de garantizar el tráfico de mercancías. Aunque el potencial del cicloturismo de alforjas y el nicho de mercado que supone, y que comienza a eclosionar en España, sigue sin tenerse en cuenta para promocionar esta línea ferroviaria. 

Una anécdota resulta reveladora de esta falta de sinergia entre el tren y la ruta ciclopeatonal más larga de toda España. Hace justo un año la vía verde de Ojos Negros recibió el tercer premio en la Categoría Excelencia «como referencia de buenas prácticas en Europa» en los 10º Premios europeos que organiza la Asociación Europea de Vías Verdes. El galardón se otorgó durante la Jornada Internacional de Vías Verdes, Movilidad, Ocio y Turismo, celebrada en València en octubre de 2021. Una cita que incluyó una visita técnica a la vía verde de Ojos Negros. Ya la que los cicloturistas de Alemania, Bélgica, Chequia, Escocia, Irlanda, Italia y Portugal fueron trasladados en autobús. La opción tren más bici ni siquiera se barajó. 

Otra línea ferroviaria completamente desaprovechada para los cicloturistas y senderistas es la Xàtiva-Alcoi. La vetusta línea, amenazada durante años por el cierre y cuyas obras para modernizarla comenzarán en breve, ofrece horarios disuasorios para poder utilizarla como medio de transporte los fines de semana en viajes de ocio.  

Renfe sólo ofrece dos trenes al día. Y en sábados, domingos y festivos el primer convoy sale a las12.19 horas del mediodía. Incompatible con cualquier jornada de asueto en bici o andando que se quiera disfrutar en comarcas tan atractivas como la Vall d’Albaida, el Comtat o l’Alcoià. La falta de opciones de bici más tren obliga de nuevo a desplazarse en vehículo privado hasta el destino donde se quiera practicar el cicloturismo o el senderismo.  

Esta última comarca también cuenta con la vía verde verde de Alcoi, con veinte kilómetros hasta Ibi que suponen «un remanso de paz que atraviesa el bosque mediterráneo en el corazón del parque natural del Carrascar de la Font Roja» y permite espectaculares vistas a la Serra de Mariola, según la «Guía de las Vías Verdes» editada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.