Navarro pone de ejemplo a Baleares en la aplicación de la tasa turística

La consellera reclama "avanzar" en la línea de la autonomía balear que está "mucho más avanzada"

La consellera Isaura Navarro interviene junto a su homólogo en Baleares, Miquel Mir

La consellera Isaura Navarro interviene junto a su homólogo en Baleares, Miquel Mir

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

Baleares y la Comunitat Valenciana comparten mar y algunas acciones políticas, como está demostrando la segunda cumbre que se está celebrando esta semana en València entre las dos autonomías. Una de ellas es respecto a una medida que ha hecho saltar las chispas hasta hace no mucho en el Botànic, la tasa turística, y ante la que la consellera de Agricultura y Emergencia Climática, Isaura Navarro, ha puesto de ejemplo a Baleares como modelo a seguir.

"Ellos van mucho más avanzados que nosotros en la tasa turística, nosotros acabamos de conseguir que comience su trayectoria", ha indicado Navarro durante el debate sobre medio ambiente junto a su homólogo del ejecutivo balear, Miquel Mir. En este sentido, Navarro ha pedido "avanzar" en la línea que está haciendo el ejecutivo del archipiélago.

En el caso valenciano, no obstante, la ley de la tasa turística está aprobada pero no entrará en vigor hasta 2024 y solo en aquellos ayuntamientos que quieran aplicarla a diferencia del caso balear. En este sentido, fue el Parlament de esta autonomía la que la aprobó en 2016 para todos los alojamientos turísticos, incluidos los cruceros que llegan a las islas. Esta 'ecotasa' tiene en temporada alta un precio mínimo de un euro y un máximo de cuatro mientras que en temporada baja (de noviembre a abril) se bonifica al 75 %.

La loa no es tan solo un aplauso al gobierno autonómico balear sino que también es una defensa de una medida ya hecha realidad por parte del Consell y que Compromís, partido al que pertenece Navarro, ha venido reivindicando desde la legislatura pasada. Así, ha puesto de ejemplo a Baleares, una de las autonomías destacadas por su capacidad turística, igual que la valenciana, y ha defendido que el impuesto a las pernoctaciones turísticas "no tiene un objetivo recaudatorio" sino que es forma de decirle al turista que su visita "genera un impacto ecológico".

Ese impacto del turismo sobre los recursos de las dos autonomías ha sido uno de los puntos de debate finales de una mesa que ha contado además con la participación de dos expertos Samira Khodayar, directora del área de Meteorología y climatología del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo y Aniol Esteban, biólogo y director de la Fundación Marilles. "Hay que hablar de límites reales a la capacidad de Baleares", ha dicho Mir sobre el turismo en las islas por lo que ha acabado señalando las externalidades negativas generadas por los visitantes y el consiguiente aumento de gasto en recursos e infraestructura que ha desencadenado la defensa de la tasa.

Pero esta no ha sido la única acción que la consellera ha aplaudido de Baleares. El debate ha comenzado hablando de la protección del mar, ese espacio acuático que ejerce de separación y de puente entre las dos comunidades, y en este sentido, Navarro ha destacado la ley de protección de la posidonia oceánica que impulsó primero Baleares y que ha acabado imitando la Comunitat Valenciana. "Nosotros fuimos detrás de ellos", ha admitido.

Son esas acciones regionales las que se han puesto encima de la mesa ante el problema global que supone el cambio climático. "Todos tenemos que replantearnos nuestras acciones, pero claro que se pueden hacer muchas cosas", ha expresado la consellera valenciana mientras que su homólogo ha reclamado "sinergias y colaboración" entre administración así como "emprender denominadores comunes" entre los dos territorios que permitan "proteger el Mediterráneo, un mar fantástico, pero que por sus características necesita de más cuidado que otros mares"

Esa mirada al Mediterráneo ha centrado las intervenciones de Khodayar y Esteban. En este sentido, la directora del área de Meteorología y climatología del CEAM ha alertado que la región mediterráneo "es un punto sensible del cambio climático". De hecho, ha indicado que este mar se ha calentado "más de 1,5 grados desde 1980" con una "aceleración" en los últimos años. Este aumento de su temperatura no solo afecta al agua sino que es "un componente más" sobre todo el clima mediterráneo.

Es por ello que el director de la Fundació Marilles ha reclamado un "pacto azul" de inversión en el mar y ha advertido de la gran "asimetría" que existe entre los recursos que se obtienen de este medio y los recursos que se dedican para su protección. "La mar mediterránea como medio marino es la gran olvidada", ha expresado.